Capítulo 22

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Quinta Mentira

Me dirijí a mi habitación buscando alguna explicación.

¿Qué estaba pasando?

¿Qué había pasado con Ulises?

¿Y Yael?

Cogí mi móvil para llamar a Ulises.

Primer tono.

Segundo tono.

Tercer tono.

-¿Quien es?.-se escuchó al otro lado de la linea.

-¿Uli?-pregunté.

-Sí,¿Quién eres?-respondió.

-Soy yo,tu prima Ruth¿Cómo estás?¿Te han soltado?.-pregunté.

-¿Ruth?No me suenas...-contestó.

(...)

Colgué la llamada y estrellé el móvil contra la pared.Estaba furiosa por todo.

Mis padres no podían verme y mi primo no se acordaba de mí.

Perfecto.

De pronto apareció mi madre en mi habitación con los ojos sobresaltados .

-¿Ruth?.-preguntó mirando a todos lados.

Mi padre entró en mi habitación.

-¿Qué pasa Elisa?.-le dijo mi padre sosteniendo ambas manos en sus hombros.

-¡Te juro que he escuchado un golpe!-contestó mi madre.

-Ella ya no está,no va a volver.-respondió mi padre mientras se abrazaban.

¿Que ya no estaba?

¿Que no iba a volver?

Cogí lo primero que vi a mi alcance,una lampara de mesa,y la lancé con todas mis fuerzas contra la pared,mis padres se sobresaltaron y fueron corriendo a recoger los pedazos de la lámpara ahora rota.

-Elisa...deberíamos irnos a la cama.- dijo mi padre lebantándose del suelo y tirando del brazo de mi madre.

¿¡Enserio!?

Se rompe una lámpara delante de tus narices¿¡Y sólo se te ocurre ir a la cama!?

De la misma rabia empecé a tirarlo todo,primero la mesita de noche,depués levanté el colchón de mi cama y seguidamente tiré al suelo mi preciado ordenador portátil del escritorio.Mis padres se miraron fijamente y,seguidamente,me miraron a mi.

Sonreí de alegría,casi se me saltan las lágrimas de felicidad al ver que por fín podían verme.

-¿Quién eres tú?-dijo mi padre.

-Ehm...¿Perdona?¿Acaso no reconoces a tu propia hija?- respondí.

-Tú no eres nuestra hija.Nuestra hija murió hace un año.-me dijo mi madre.

-¿¡Qué!?¡Pero si estoy aquí!¿Qué cojones os pasa?-contesté alterada.

Pero antes de que pudiese terminar la frase,mis padres empezaron a difuminarse como si se trataran de dos hologramas,igual que todo mi dormitorio,dejando tras él un espacio vacío y negro.

-¡Ruth!.- dijo alguien a lo lejos,haciendo que mi nombre se repitiera una y otra vez a causa del eco.

Miré a todos lados pero no lograba ver absolutamente nada,sólo oscuridad.

-¡Ruth!-se volvió a escuchar.Esta vez más cerca,pero el eco hacía que no lograra percibir de quien era la voz.

Busqué un mechero que tenía en mi sudadera y lo encendí.

Primero alumbré al suelo,después lebanté el mechero lo más alto que pude,pero todo estaba oscuro,no había nada allí.

-¿Quién eres?- pregunté lo más alto que pude.De nuevo se escuchó ese eco interminable y,seguidamente,me empezaron a pitar los oídos de una forma horrorosa.Tiré el mechero y me tapé los oídos con ambas manos para no escuchar el pitido,pero era tan insoportable que me acuclillé cerrando fuertemente los ojos,deseando que éste parase.

El pitido cesó en cuanto empecé a gritar,abrí los ojos y me sorprendí al ver que de pronto estaba en una playa,pero ninguna que yo conociese.

-¡Vaya!Me alivia saber que has durado poco en el hechizo.-dijo alguien por detrás.Yael

-¿Qué hechizo?¿Acaso estáis jugando conmigo o qué?.- pregunté.

-Yo no,los Dizhums lanzaron un hechizo justo antes de que entrases en la barra protectora.No es demasiado peligroso si te das cuenta a tiempo,¡Pero tu has hecho un tiempo récord!.- me contestó entusiasmado.

-Estoy harta de Dizhums y personajes de ficción,Yael,así que no puedo compartir tu alegría.- le contesté.

-¿Tambien estás harta de mí?.- me preguntó mirándome fijamente a los ojos.

Me quedé sin palabras,no sabía qué contestar.Claro que no estaba harta de él,pero si lo decía me moriría de la vergüenza.

Agaché mi cabeza y él me sujetó la barbilla levantándola hacia él,haciendo que sólo pudiese ver sus hermosos y penetrantes ojos amarillos.

-No he oído ninguna respuesta,Ruth.-me dijo casi susurrando.

Vacilé un poco al abrir mi boca y pronunciar aquellas palabras pero,finalmente,las dije.

-No estoy harta de tí,no podría estarlo.- dije.

-Pues entonces prométeme que tendrás cuidado a partir de ahora.- me dijo.

-¿A qué te refieres?.-pregunté.

Pero no hubo respuesta,simplemente me besó.

Nota del autor

Perdonad por la tardanza chicos!Ya sabéis,las fiestas de navidad y el año nuevo.Prometo que no volverá a pasar :P Espero que os guste este capítulo! Un abrazo enorme!

Mentiras del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora