Capítulo 20

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Terra

Sí,ahora mi  mejor amiga era un ángel.

Arizona se levantó y emanó una pequeña sonrisa forzada.Cerró los ojos y volvió a esconder sus alas.

-Perdona por no habértelo dicho,buscaba el momento adecuado y no sabía cómo te lo ibas a tomar.- me dijo acercándose a mí.

-Ari,que seas un ángel no cambia nada.- le dije mientras le abrazaba.

-Vaya,qué preciosidad.Aún así ella no puede pasar.- dijo el cuarto ángel.Una muchacha joven,tendría unos catorce años.Su voz era tan dulce que aún no me creía que éso acababa de salir de su boca.Tenía la cara típica de una muñeca de porcelana: lisa,con ojos grandes y labios carnosos.

-Haydee,creo que podemos hacer una excepción.- dijo Delia a la pequeña ángel.Miró a Arizona - ¡Pero sólo una!.- añadió.

Arizona saltó de felicidad y me abrazó aún más fuerte.

-Ésta no va a ir a ningún lado.- Zarko apareció por detrás.

-¡Mira chaval me tienes harta!Somos cinco contra uno,así que ella se queda.- dijo Arizona.

-Por encima de mi cadáber.- añadió Zarko enfadado.

Todos se quedaron mirándose fijamente con ojos de furia.Ari me miró de reojo con cara de preocupación y me echó para atrás cuidadosamente con el brazo.
De la muñeca de Zarko empezó a salir una espada azul transparente y los demás ángeles soltaron un gruñido.Delia también sacó su espada y los demás la imitaron.
Zarko se lanzó contra Delia de un salto mientras gritaba y gruñía al mismo tiempo,Delia chocó su espada contra la de él haciendo que éste la bajase,Haydee atacó a Zarko por detrás lanzándose a su espalda y rodeándole el cuello con la espada y él empezó a dar vueltas intentando quitársela de encima.

-Como muevas un solo dedo más sabes que no dudaré en rajarte la tráquea,asqueroso.-le dijo Haydee

-Chicos,Yael está en problemas con un Dizhum.- dijo el ángel pelirrojo mientras se tocaba la sien.

Haydee vaciló al bajarse de la espalda de Zarko y él guardó su espada de inmediato.

-Ari y Caleb,quedáos con ella mientras nosotros vamos en busca de Yael.-dijo Delia señalándome.-Haydee,intenta captar la señal de Yael.- añadió.

El chico pelirrojo me miró con simpatía.

-Será un placer cuidar de ellas.- dijo.

-Caleb,recuerda que yo sé cuidarme sola,no lo flipes tanto.- contestó Ari entre risas.

Zarko,Delia,Haydee y el otro ángel alzaron sus alas y se fueron,cómo no,volando.

-¿Y ahora qué?.-le dije a Ari.

-Ahora a esperar que los Dizhums se harten de buscar la gema y vuelvan a su sucio agujero.- me contestó.

Nos fuimos a una cueva escondida que había a unos pocos metros.

-¿Éste es vuestro gran refugio?.- dije sarcásticamente.

-La mente ve lo que quiere ver,observa bien lo que te rodea.- dijo Caleb.

Hice caso a las palabras de Caleb y observé bien aquella cueva oscura y polvorienta.De pronto,las paredes empezaron a emitir pequeños destellos,el suelo desprendía una suave luz blanca y,al fondo,había tres sofás de tres plazas cada uno formando un semicírculo rodeando una chimenea de piedra.

-No está mal,¿Por qué brilla la pared?.- pregunté.

-Son fragmentos de un mineral de otra dimensión,sirven como protección.- contestó Caleb.

Nos dirigimos a la chimenea,Arizona y Caleb se tumbaron cada uno en un sofá y yo simplemente me senté insegura en el tercero.

-Explicadme ahora lo que está pasando porque aún no me puedo creer ésto de los ángeles y los Dizhums.- les dije mirando a ambos.

-A ver-contestó Ari- Los Dizhums son ángeles caídos que se les dió una segunda oportunidad y la volvieron a pifiar,alguien los volvió a expulsar y como castigo les arrancaron las alas.Cuando entrásteis a esa casa sacásteis a la luz una de las cuatro gemas que,si las tienen todas,se hacen mucho más fuerte que nosotros y pueden exterminarnos.- añadió.

-¿Y África?Vi cómo se convertía en esa cosa.- le dije.

-Están reclutando personas para buscar las gemas,tu amiga sabía que teníais una y ellos se dieron cuenta.- me respondió Caleb.

-¿Y no podéis luchar y ya está?.- pregunté.

-¿No viste el descenso?Nos superan en número,nosotros somos siete,ellos cincuenta.- dijo Ari soltando un suspiro al final.

-¿Y esa niña?Haydee,¿Cómo puede ser un ángel siendo tan pequeña?.- volví a preguntar.

-No la subestimes,es la más vieja de todos nosotros.En el siglo XVII la quemaron viva por contar que había conocido a un profeta y mi jefe la convirtió en ángel delante de los aldeanos para darles una lección.- contestó Caleb.

-¡Hahaha!¿Dios?¿Y qué es un profeta?.- pregunté entre risas.

-Yo le llamo Darth Vader-dijo Arizona orgullosa soltando una pequeña risa al final.

-Y no deberías llamarle así,recuerda que él te salvó.- le dijo Caleb.

-Caleb,yo no pedí que me salvaran.Prefiero estar muerta a ver a mi hermano,mis padres y mi abuela y no poder ni saludarlos.- respondió Arizona mientras se levantaba del sofá.

De repente,todo empezó a temblar.Pequeñas piedras caían del techo y llenaban la estancia de piedra.

-Ari¿Qué está pasando?.- pregunté llevándome las manos a la cabeza para protegerme de los trozos de cueva que se desprendían.

-Han encontrado la gema Terra y saben que estás aquí.- me respondió con ojos tristes.

Mentiras del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora