Minúsculas gotas de lluvia resbalaban por el gran ventanal de la biblioteca donde me encontraba. Yo estaba tirada en la moqueta azul,observando los charcos de sangre que ya se habían filtrado lo suficiente como para no desaparecer jamás. Estaba teniendo un puto ataque de tos y me temblaba todo el pulso y ni los veinte policías que me rodeaban inspeccionando el lugar se habían dado cuenta.
-¿Estás bien?-. Max apareció por detrás y me agarró del hombro.
¿El hermano de mi mejor amiga preocupándose por mi?
¿¡En serio!?
No lo podía creer,aunque,a decir verdad,no me extrañaba.Era el bibliotecario así que,tendría que dar buena impresión a los policías ¿no?
Me puse en pie con su ayuda e intenté recobrar el sentido. Miré a ambos lados y me percaté del panorama en el que me encontraba.
Había policías por todos lados hablando entre sí y las mujeres,cómo no,charlando como urracas ignorando que aquello no era su plaza del barrio.
Entonces lo entendí todo.
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Mentiras del pasado
FantastikNunca olvidaré aquellos meses.Mi forma de ver el mundo ha cambiado,mi forma de amar se ha vuelto más perseverante,mi manera de actuar ahora es aún más verdadera. Todo empezó en un pueblecito costero,mi primo Ulises y mis amigos le daban sentido a a...
