Capítulo 3

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Martes 7 a.m.

No he dormido en toda la noche, no podía. En vez de quedarme pensando en nada he preferido coger mi iPod y leer fanfics de mis ídolos.

Ayer me quedé dormida a las seis de la tarde y me desperté a las doce de la noche y, evidentemente, no me iba a volver a a dormir. Aún así me encuentro cansada.

Me he levantado de mi cama y me he ido al baño a ducharme y maquillarme. Después he ido a la cocina a por el desayuno. La rutina de todas las mañanas.

Salí de casa con la mochila sobre mis hombros. Hoy estaba nublado, tenía pinta de llover y no había cogido un paraguas. Genial.

****

Justo cuando llegué a la puerta del instituto empezó a chispear.

Me tocaba Italiano y no tenía ninguna gana de ir. La profesora es estúpida. Al entrar en la clase Zoe estaba sentada en un pupitre, yo me acerqué y me senté a su lado.

-Buenos días. ¿Qué tal? -Me preguntó la pelirroja.

-Cansada, no he dormido en toda la noche.

-¿Ya te has vuelto a quedar leyendo?

-Sí, pero porque no me entraba el sueño.

****

-Espera un momento.-Dijo Zoe parándose en frente de un espejo en el pasillo. Empezó a mirarse y a arreglarse el pelo.

-No hace te hace falta ningún espejo, tú siempre estás preciosa.-Le dijo Luke. Después le dio un beso en la mejilla.

Aproveché un hueco que había en el espejo para mirarme por un momento.

-¡Madre mía! Zoe, mira qué ojeras.

-No seas exagerada, estás muy bien.

-Estás tan buena como tu hermano gemelo. Bueno, yo más.-Me dijo Calum.

Cuando conocí a Calum y empezamos a ser mejores amigos, nos hemos llegado a llamar hermanos, pero siempre decimos hermano/a gemelo/a porque él y yo cumplimos los años el mismo día: 25 de Enero. No queda mucho para ese día.

-Venga, no flipes, sabes que no es verdad. Yo estoy más buena.-Le respondí soltando una carcajada.

Michael y Ashton se empezaron a reír de la cara que se le había quedado a Calum, yo empecé a reírme después. Luke y Zoe estaban... Ocupados. Era la primera vez que veía a Ashton reírse de esta manera, con ese sonido tan gracioso.

****

Sólo quedaban dos minutos para que tocara el timbre y se acabara la interminable clase de matemáticas. Esta vez estaba yo sola en clase, bueno, y Ashton, pero no hablaba con él. Se lleva mejor con Michael. Los demás estaban en la clase de al lado.

Después de los dos minutos tocó el timbre y empecé a recoger rápidamente. Cuando iba a salir por la puerta el profesor me llamó.

-Emme, quédate, quiero hablar contigo.

Mierda, ¡quiero irme ya a casa!

****

Al fin salí de aquella clase y no había nadie en los pasillos. Los chicos y Zoe ya se habían ido.

Recorrí un par de pasillos, bajé las escaleras y llegué a la puerta del instituto. Estaba lloviendo bastante y no tenía móvil porque se me había roto hace tiempo. El instituto iba a cerrar a si que me tuve que fastidiar y salir fuera.

De un momento para otro estaba completamente mojada, eran las 7 de la tarde y ya estaba oscuro. Las gotas me iban directamente hacia los ojos y casi no podía ver. Una voz me empezó a hablar.

-¿Te llevo a casa, guapa?

Un chico se acercó a mí y me hizo parar. Le miré a la cara y me guiñó un ojo, detrás de él habían dos chicos más.

-No, gracias.

El chico dio un paso lateral que me hizo volver a parar.

-¿Me dejas pasar, por favor?

El chico se acercó hacia mí.

-No, nena, tú no te vas.

Empezó a caminar hacia mí otra vez haciendo que yo retrocediera varios pasos hasta que me choqué con la espalda en una pared. Los otros dos chicos seguían los mismos pasos que él. Mierda, me tenía acorralada. No podía salir de allí.

El chico puso una mano en la pared y estaba a centímetros de mi cara.

-Las nenas como tú no pasan de un chico como yo.-Soltó una carcajada irónica.

-Déjame en paz. Apártate.

Quitó la mano de la pared y me empezó a acariciar la mejilla con el pulgar.

-¿Sabes? Hace tiempo que no estoy con una chica.-se acercó más hacia mis labios.-Vamos, que hace tiempo que no lo hago con una chica tan guapa como tú. A si que...-Le di una bofetada haciendo que su cara girase hacia un lado.

El chico me miró a los ojos y podía ver que se había enfadado. Hizo una seña con la cabeza a los chicos de detrás. Se acercaron hacia mí, me cogieron de los antebrazos y los pusieron contra la pared. Intenté librarme de ellos pero no tenía la suficiente fuerza para ello. Pensaba que no podía hacer nada para detenerle y cerré mis ojos con lágrimas que caían por mi rostro mojado por la lluvia.

-¡¡¡ALÉJATE DE ELLA!!!-gritó una voz.

Los chicos me soltaron, pero yo seguía con los ojos cerrados, no me atreví a abrirlos. Mi espalda resbaló por la pared hasta que acabé sentada en el suelo. Oí golpes, muchos. De un momento para otro oí al chico que me acorraló.

-Me las pagaréis tú y tu putita. Nos veremos en Road. ¡Vámonos!

Mis oídos sólo captaban los pasos acelerados de los tres chicos alejándose.

Entonces alguien se acercó hacia mí.

-¿Estás bien?

Abrí los ojos. Era Ashton.

Protégeme, amor. | Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora