Capítulo 19

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-Levanta, tienes que ir a clase.-me susurró la rubia mientras me zarandeaba levemente.

-Ahora me levanto.-contesté todavía con los ojos cerrados.-Ah, y si no voy, tampoco creo que me echen de menos.

-Llegarás tarde...

-Decidido. No voy a ir, espérame a salida e iré a recogerte.

-Debes ir, Ashton.

-Déjame, Edna, quiero dormir más y ya te he dicho que te recogeré cuando salgas.-la rubia suspiró.

-Está bien, pero acuérdate de venir. Adiós.

Salió de la habitación y tras varios segundos oí la puerta de mi casa cerrarse. No me apetecía ir hoy y no creo que me apetezca nunca. Y que me insista Edna me ponía de los nervios.

No puedo seguir así, y lo sé. Hace días que falto a clases, especialmente a la de los porfesores que no me gustan, pero no lo hago por mí, es otro motivo. Solo hay una cosa que me hace cambiar, el motivo que me descentra todos los días, el que hace que cambie de humor, el que hace que me quite las ganas de estudiar y el que hace que quiera mudarme de Sidney: Emme.

Me ha costado mucho reconocerlo, pero me gusta, mucho. Nunca había sentido algo así en tan poco tiempo. Ya he intentado olvidarla con una amiga de Edna y ahora con la misma rubia, y encima ya no la soporto. Tuve que dejar de ver a Emme para que no se metiera en mis problemas e impedir que la gentuza que conozco le hagan daño o puedan amenazame con su muerte. Antes debo de hablar con la rubia para decirle que lo nuestro no irá a ningún lado.

Después de haber reflexionado sobre esto último, me levante de mi preciada cama luciendo mi torso desnudo para ir a prepararme el desayuno. Con los ojos ligeramente abiertos pasé la mano derecha por mi revuelto y despeinado cabello para apartarlo de mi rostro. Estando ya en la cocina me preparé una taza de café e intentar tener un poco de energía. Finalmente me di una ducha y fui a mi habitación en toalla para coger ropa, cosa que se me había olvidado hacer antes.

-Mierda-susurré pensando en voz alta-, ¿dónde he puesto mi camiseta de Blink-182?

Rebusqué entre los cajones sin dar con la camiseta hasta caer en la cuenta de que se la dejé a Emme aquél día... Joder. Cambiando de idea tomé una camiseta negra en la que tenía escrito Santa Cruz y unos pantalones negros.

Después de vestirme miré la hora y todavía quedaban dos horas para que la gente saliese del instituto. Tomé las llaves de mi moto y me subí en ella sin casco, ya estaba acostumbrado. La encendí y fui directo a Road para pasar el rato y haber qué me contaba la gente de allí.

Llegué y aparqué mi moto en una plaza libre y me dirigí a la pista-lugar en el que se organizaban las carreras-donde había gente, poca. Uno de ellos  me vió y alzó la mano en alto en forma de saludo, los demás reaccionaron a su gesto y se dieron media vuelta para saber de quién se trataba. El chico que me saludó se acercó a mí de inmediato.

-Hey-dijo-¿Qué tal, Ash?

Alex era uno de los mejores amigos que podía tener aquí, hemos trabajado juntos en algunos asuntos bastante importantes y además hemos apostado y competido en alguna que otra carrera. Tengo que admitir que es bastante bueno en el tema "asesinato" a pesar de que llegase bastante tiempo más tarde que yo. A pesar de todo lo que hace, es un buen chaval.

-Hey, Alex. Bien, ¿Y tú?

-Bueno, algo jodido por la novia, pero por todo lo demás bien.

-¿Qué has hecho esta vez?

-¿Por qué piensas que he sido yo?-alzó las manos con indiferencia. Arqueé una ceja y sonreí de lado intentando que el moreno confesase.-Vale, he sido yo pero por una tontería, no tiene importancia. Por cierto, ¿qué tal con tu novia?-movió repetidamente las cejas quieriendo insinuar algo-Me han dicho que estás con Edna.

Protégeme, amor. | Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora