Lunes.
-Correcto.-Dijo mi profesor de mates tras decir la respuesta de una actividadad que había mandado la semana pasada.-Hoy no os enviaré deberes.
Tras esas últimas palabras que oí, sonó el timbre y tenía que ir a clase de música en la que vería a Ashton, bueno, y a los demás.
Salí de aquella clase para bajar a la planta de abajo y entrar en la otra clase. En esta hora, como era optativa, éramos muy pocos y los que más abundábamos éramos nosotros, nuestro grupo. Cuando entré allí sólo estaban Luke, Zoe y Calum, faltaban Michael y Ashton. Me senté al lado de Zoe y empecé a sacar el material, entre ello, mi carpesano forrado de mis grupos de música favoritos.
De un momento a otro Michael atravesó el arco de la puerta del aula y se sentó al lado de Cal. Miré a varios lados y él no estaba, me atreví a preguntarle con timidez a Michael.
-Oye Michael-empecé-, ¿dónde está Ashton?-tragué saliva al pronunciar su nombre.
-Ah, no ha venido. No sé por qué.-se encogió de hombros.
Me extrañé de que no hubiese venido, puede que se haya dormido.
****
Viernes.
Ya han pasado cuatro días y Ashton sigue sin venir a clase, no creo que esté enfermo ya que no contesta a mis mensajes y me cuelga las llamadas. Estoy muy preocupada.
Salí de la última aula en la que debía estar durante este día, tenía que volver a casa.
-Hey, Emme-me dijo Calum.- ¿Vas a quedar este fin de semana?-negué con la cabeza.-Puede que hagamos algo este fin de semana a si que, si es así, te llamaré.-Me guiñó un ojo y me dio un beso en la mejilla.-¡Chao!
Justo después fui de camino hacia el aparcamiento para irme por otro lado del que habitualmente solía hacer. Una persona apoyada en un coche cuyo rostro no pude ver, estaba fumando un cigarro que después de dos últimas caladas tiró al suelo y apagó. Se puso la capucha de la sudadera que llevaba y se fue de allí. Un impulso hizo que le empezase a seguir. Sabía que era un hombre por la manera de andar.
Caminé durante media hora hasta que llegué a una especie de descampado-aparcamiento en el que había mucha gente fumando y bebiendo. Perdí al chico de la capucha entre la multitud.
El inhalar el humo me hacía toser y me hizo desorientarme un poco. Seguía caminando hasta llegar a un grupo de chicos gritando entusiasmados por algo.
-Espero que gane Frank, ¡hoy he apostado un montón de pasta!-oí a uno de ellos.
Me hice paso entre ellos y vi de lejos a dos motos. Estaba un lugar bastante extraño donde hacían carreras de motos y, al parecer, ilegales. Uno de los moteros llevaba la sudadera que había perdido de vista hace unos minutos. Estaban en una batalla bastante dura en la que parecía que dejasen la piel en el asfalto en cada curva.
-¡Última vuelta!-gritó el árbitro de la carrera.
Se podía ver que se lo tomaban muy enserio, que tenían necesidad de ganar. Cada vez se jugaban más la vida por como aceleraban y aumentaban la velocidad, cada vuelta era más arriesgada. Sólo quedaban dos tramos por acabar la carrera, tenían que hacer varios derrapes, los más peligrosos. Uno de ellos, el de la sudadera, en la última curva rozó aún hombro contra el suelo provocando un frenazo. El otro motero lo adelantó y llegó a la meta finalizando la carrera.
Desde el lugar en el que estaba pude ver perfectamente como el ganador de la carrera se quitaba el casco. Era el tal Frank que había oído antes. Lo peor es que era el Frank que me secuestró, el que me intentó algo conmigo, ese gilipollas. Todo el mundo lo aclamaba, mientras el otro corredor se dirigía con poca gana hacia la meta donde parecía no querer llegar nunca. Pasó entre toda la multitud hasta llegar a un apartado lugar en el que no había gente que le pudiese molestar, pero aún así estaba prácticamente al lado.
Abrí paso entre toda esa gente para dirigirme hacia aquél chico, la curiosidad recorría por mi mente una y otra vez. Vi el momento en el que se quitó el casco y vi su pelo castaño, medio rizado y bastante sudado. Y sí, era Ashton.
Estaba furiosa al enterarme de que el chico que me gusta prefiere jugar a esto antes que contestar una de mis putas llamadas porque me preocupo por él. Avancé a pasos agigantados hacia él apretando mis puños por la rabia, me mordí el labio fuertemente haciéndome una pequeña herida por culpa de mis puntiagudos colmillos. Él se encontraba de espaldas apoyado en la moto recientemente aparcada en el asfalto. Finalmente llegué y me puse tras él. No sabía como empezar a decirle lo enfadada que estaba.
-¿Esto es lo que has estado haciendo?-empecé y me crucé de brazos. Ashton se dio media vuelta resignado. Me miró y se puso la mano en la nuca. No dijo nada y prefirió apartar su vista de mí para mirar al suelo, parece que el sucio asfalto es más sexy que yo.-¿no vas a decirme nada?-Ashton suspiró y me volvió a mirar.-He estado preocupada por ti, llamándote cada día para saber de ti por si te había pasado algo, he llegado a pensar cosas que no quería para que estuvieses haciendo estúpidas carreras con una de las personas que más odias en este mundo y...
-No sabes de lo que estas hablando.-me interrumpió.-No sabes si quiera por qué hago esto.
-Pues entonces... Explícamelo.-soltó una carcajada sarcástica.
-No es tan fácil como crees. Es mejor que esté solo.
-¿Solo?-fruncí el ceño.-No lo estás.
-Si estoy contigo te acabaré perdiendo tal y como pasó con Patrick. Y prefiero estar solo a que alguien pague por todo lo que hago. Ahora por favor, vete antes de que Frank te vea.
-Bueno, pues... Hasta nunca.
Di media vuelta y fui de camino a casa. Las lágrimas no paraban de brotar de mis ojos, ya me habían roto el corazón en otras ocasiones pero, sin saber por qué, ésta me dolía más que ninguna otra. Caí en la cuenta como volvía a casa, nadie puede verme así, no quiero que nadie me trate bien sólo porque estoy mal. Me senté en un banco lanzando la mochila que llevaba en mi espalda hacia el suelo. Agaché mi cabeza para envolverme en mis brazos y llorar como una estúpida.
Al parecer no le importaba tanto como yo creía, no debería haberme besado aquella noche, no debería haberme contado nada de su trágica vida, no debería haberme conocido nunca.
Entonces oí mi móvil sonar dentro de mi mochila. Pensé que era mi madre preoucupada por mí y decidí buscarlo entre mis cosas. No era ella. Tenía una llamada perdida de un número desconocido. Esa persona volvía aparecer en mi pantalla llamándome, pero no quise cogerlo. Me sequé las lágrimas con la manga de mi camiseta y me manché con pintura negra la parte que había utilizado.
Un mensaje había hecho mi móvil vibrar. Decidí abrirlo y así decía:
"Que penita que tu querido chico no puede estar contigo por ser un egoísta y solo pensar en sí mismo. Ándate con ojo que hay una putita de por medio. No llores más y vete a casa. Frank."
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Heeeeeeey!
¿Os está gustando? Bueno, este capítulo ha sido un poco raro, pero sólo tener paciencia para mejores partes.
Votar y comentar si os ha gustado el capítulo :)
Pasaros por mi otra novela:
"Prometido |Luke Hemmings"
Echad un vistazo a estas historias de mi mejor amiga:
NOTORIOUS |Niall Horan
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Enamórame |Michael Clifford
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A LOT OF KISSES
Zaida♡
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Protégeme, amor. | Ashton Irwin
RomanceNunca me abandones, aférrate a mí para no volver a tu pasado.