Capítulo 12

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Llegué a casa después de haber estado con Ashton. ¡Dios mío, estoy saliendo con Ashton!

Todavía me costaba asimilar esas palabras, pero no suenan nada mal.

Me tumbé en la cama de mi cuarto, bueno, más bien me dejé caer en ella. De pronto mi móvil empezó a sonar en el bolsillo de mi pantalón. Lo saqué de éste y contesté.

-¿Si?-no miré quién era.

-Hey, Emme.-Era Ashton-No te he podido decir nada, pero... ¿Te apetecería salir el viernes?

-Emm...-me puse nerviosa, ¿tanto me gusta?-Claro.

-Además, te quiero llevar a un sitio muy especial.

-Vale, ¿a qué hora?

-Te recojo a las 19h.

-Vale, nos vemos el viernes. ¡Adiós!

-Adiós.

Dejé caer mi móvil en la cama sobre la que seguía tumbada. No puedo esperar hasta el viernes, al menos mañana no hay clase, el instituto hacía una especie de fiesta porque era el 75 aniversario. Yo no iba a ir, paso.

****

Daba gusto levantarse un día entre semana y no dar clase.

Me hice uno de esos moños despeinados y me puse unas pantuflas para no pisar el frío suelo de mi casa. Fui a prepararme un desayuno calentito. Después me tumbé en el sofá para ver un poco tele.

Al rato llamaron a la puerta y como estaba yo sola en casa, fui a abrir la puerta.

-Buenos días, dormilona.-dijo Zoe después de que abriese la puerta.-¿Te vienes a dar una vuelta?

-¿Pero te has fijado cómo voy? Tendría que ducharme, maquillarme...

-No te preocupes-Interrumpió.-Te espero, no tengo prisa.

****

Zoe y yo discutimos por el lugar al que íbamos a ir hasta que decidimos ir al centro comercial. Una de las tiendas a las que fuimos primero fue a la de música, me encantaba ir allí aunque sólo fuese para mirar. Después fuimos a varias tiendas además de ir a tomar algo. Mientras estábamos en la terraza de una cafetería vimos a mucha gente venir de la misma dirección.

-¿Regalan algo?-Preguntó Zoe.

-No lo sé, pero si es comida me apunto.-Ella y yo soltamos una carcajada.

Pude ver a un niño pequeño con su madre y no pude evitar oír la conversación.

-¿Mañana le enviaremos el farolillo al abuelo?-preguntó el niño con entusiasmo.

-Sí, cariño-respondió la madre

-¿Y le llegará al cielo?

-Claro que sí, pero ¿serás valiente para encenderlo? De todos modos...-No pude escuchar más, puesto que doblaron una esquina y mis sentidos no podían alcanzar a oír de nuevo.

-¡Madre mía!-exclamó Zoe.-Se me ha hecho muy tarde, tengo que estar en casa en nada...

-Pues pagamos y nos vamos.

Nos levantamos de las sillas fuimos hacia el mostrador

-¿Te pasa algo? Te noto diferente.-dijo la pelirroja.

Admito que he estado pensando en Ash durante casi toda la tarde. Puede ser que haya sido eso. Pero no le podía contar nada todavía. Había algo en mi mente que me decía que no lo hiciese.

Protégeme, amor. | Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora