IV

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Llego a la escuela con un mal presentimiento, no digo nada para no asustar a mis padres, ellos vienen en su burbuja. Sonrío y me despido al llegar a la escuela.

-Hija, antes de que se nos olvide, no podremos pasar por ti..
-Me voy en autobús, okay, captado.
-Ten cuidado hija, ves todo lo que anda pasando, hace una semana raptaron a la hija de la señora Clara.
-¿Estephy?, ¿La que tiene una tienda?- Ella asiente- Esta bien, iré con cuidado.

Me dejan en la entrada y siento el brazo de Rafa pasar por mi cintura, me aferro a él sin darme cuenta y me mira con extrañeza, no se lo espera, yo no dejo que vean mis sentimientos, a menos que me sobrepasen.

-Estoy bien, tranquilo
-No es normal esto en ti, ¿Sabes que cuentas conmigo?
- Lo capto Rafis de mi vida, pero no es nada, en verdad.

El día sigue pasando, al igual que el dolor del pecho va en aumento, hay algo dentro de mí que me tiene preocupada, y no tengo la mínima idea de que sea.
Salimos y recuerdo que no vienen por mí, me aferro a la poca valentía que tengo para despedirme de mis amigos.

-Deberías acompañarle-le grita Fabi a Mateo, él se sonroja- el camino no será aburrido.

La fulmino con la mirada, y le lanzo una sonrisa falsa a Mat. El silencio se hace incómodo al pasar los minutos, pero al menos me siento un poco más protegida y segura al ir acompañada por él.

-Lamento esto-digo en voz baja- no quería que te entretuvieses o desviases del camino. Si no te sientes bien, puedes irte...
-Lamento más esto, me gustas demasiado, sé que no soy correspondido, pero, al menos quisiera empezar a ser tu amigo.

Lo observo, veo en sus ojos sinceridad, acepto y él se sorprende, pero a la par ríe. Vemos a alguien detenerse frente a nosotros y frenamos en seco, mi corazón empieza a latir fuertemente, ese mal presentimiento se vuelve a intensificar.

-Tanto tiempo sin verte, ¿Y no me saludas?-tiemblo sin disimulo alguno.
-¿Quién eres?- pregunta Mat, el desconocido baja hasta llegar a mi estatura.
-¿Rodrigo?-Suelto la mano de Mat, me sorprendo de haberla tomado, pero más al ver que el personaje baja su capucha y me observa con esa intensidad que tanto me atraía,pero a la vez me asustaba.

-¿Pues quién más?...

Lo observo aún impactada, siento el agarre de Matt en mi muñeca, y lo observo sin saber que decir, Rodrigo también lo nota, pero no dice nada.

-Creo llegué en mal momento, nos veremos muy seguido por aquí.

Me guiña y se marcha con su capucha de nuevo. Avanzo junto con Mat, ambos en un silencio más tenso que del principio. Me siento observada y volteo para todos lados, me detengo al observar una figura escondida detrás de un árbol.

-Juli...¿todo bien?- observo de nuevo hacia el árbol pero no hay nada, asiento y le indico a Mateo donde dejarme para no tener problemas con mis tan comunicativos vecinos.

Al llegar a mi hogar suspiro de alivio, no sin antes meter llave a la puerta, dejo mis cosas en la sala y voy a la cocina. Reviso en el refrigerador y saco carne para guisarla. Al hacerlo escucho el timbre y salto del susto. Dejo las cosas y me reprendo por no tener el valor para asomarme, observo por el pequeño espacio una sombra, la cual desaparece al ir llegando, quito el seguro y salgo, veo un paquete pequeño con una pequeña nota y mi nombre. Observo nuevamente a mi alrededor pero no hay nada.

Regresaré por TíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora