Una persona aburrida, con un quirk curioso, con ganas de joder la vida de otros para su diversión, unos conejillos de indias.
...Si quieres saber más, entra a averiguarlo...
➡BakuKiri
➡TodoDeku
➡El carácter de cada personaje esta un poco modificado
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Todoroki x Midoriya
Izuku lloraba abrazándose al bicolor, limpiaba sus lágrimas y sus mocos en la playera que el chico portaba.
— ¿Enserio estás bien? — preguntaba preocupado — Kacchan no supo cuidar tu cuerpo, es malvado — ya ni sabía lo que decía.
— Calma, ya te dije que estoy bien — trataba de tranquilizarlo.
— Pero... — volvió a llorar.
Todoroki no sabía como calmar a su novio, suspiro en ese momento no seria tan mala idea ir a casa con su padre, pero no debía pensar así, debía buscar la manera para que se calmara.
Lo separó y limpió las lágrimas que bañaban el rostro de su adorable novio, sonrió había extrañado esa carita, ese cabello esponjoso, esas pecas, esas manos, ese cuerpo, ese... bueno ya se entendió.
— ¿Sho-chan? — llamo curioso el peliverde notando la intensa mirada heterocromatica sobre él, se puso nervioso.
— Vamos a la habitación — dijo serio, poniéndose de pie.
— Aun no te recuperas — chillo Izuku.
Todoroki lo miro con sus ojitos esos que nadie puede resistirse, Midoriya desviaba la mirada no debía caer ante tanta belleza.
— Argh esta bien — suspiro rendido.
Se fueron del lugar, al llegar a la habitación de Shoto, éste cerro la puerta con llave, se acerco a Izuku y lo abrazo, aspirando el aroma que desprendía su cabello.
— Te extrañe — susurro tranquilo.
— Yo... igual — cerro sus ojos estaba muy nervioso, tenía un sonrojo en su rostro.
— Ahora que volvimos... — dijo en su oído — podemos hacer lo que dejamos pendiente — susurro seximente.
— ¡Amm! — ahogó un gemido.
Le calentaba cuando Todoroki hablaba en su oído, le gustaba su cercanía, también sus manos, grandes y habilidosas manos.
— S... si... — murmuro dejándose llevar por las caricias en su cuerpo.
Shoto no perdió tiempo le dio media vuelta y lo beso, un beso profundo y duradero, de esos que tocan hasta el alma.
Lo guió lentamente a la suave cama, agradecía haber escuchado a su amiga Ochako y comprarla, luego le agradecería.
La ropa dejo de existir en ambos cuerpos, sus bocas se juntaban y separaban por leves segundos.
Suspiros salían a flote, gemidos, las caricias no se hicieron esperar.