【1】

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Entré a el salón y entonces vi tu cara, habías cambiado. Después de unas largas vacaciones noté que eras lo más lindo que existía en este universo.

-Es tarde, ¿Lo sabe Mccornick?- Preguntó el anciano profesor, algo a lo que nunca le doy mucha importancia.

-Lo siento. - Pronuncié desinteresado por ese asunto. No podía alejar mi vista de ti.

Me miraste justo a los ojos y en ese momento quise desaparecer.

Dí pasos torpes hasta llegar a mi lugar tropezando justo frente a mi escritorio y apoyándome en el. Bajé la mirada al piso, no me hubieran importado si no hubiera sido en frente de el.

Mierda. Es muy tarde para mi.

Inclinaste la cabeza con una sonrisa de resignación  y te giraste hacia mi para ayudarme.

Dios mío, creo que voy a morir.

-Tu si que no cambias Kenny.-Río con el resto de mis compañeros, sólo que su risa no era burlesca.

El dijo:

-Hey.- 

Yo dije:

-Hola, ¿Como te llamas? De verdad quiero saber de ti.

Pero lastimosamente sólo dije hasta "Hola".

No fue hasta primer año de primaria que pude saber su nombre.

Sólo te observé

Y sólo sonreiste.

Me miraste de vuelta y eso me provocó un torbellino de emociones.

Uno muy grande.



En lo único que pensaba era en pasar tiempo contigo, lo nesecitaba , eras mi respiro de la mierda de vida que tengo.

No sabía cómo acercarme a ti. Me frustraba que, luego de tantos años de amistad  no supiera como hablar contigo.

Es que tu eras especial.

Tu no eras como aquellos que yo sólo me quería para tener sexo, yo te quería para algo más que una sola noche.

Tus lindos cachetes , me daban de besarlos hasta el cansancio.

Tenía ganas de poder acomodarme en tu cuello y dormir mientras te abrazo por la cintura.

Quería recostar mi cabeza en tus gorditos muslos.

Todo en ti me generaba mucho cariño.

Y. . . Literalmente acababa de empalagarme.

-¡Despierta Romeo!- Craig me golpeó en la cabeza regresandome a la vida real.

-Mira quién habla. . .¿Cómo está Tweek?- El se sorprendió pero a los pocos segundos sonrió.

-Ese chico es un ángel, dejó de tomar tanto café y ahora está mucho mejor que antes- Yo también sonreí.

-Es. . . Genial.

El timbre sonó pero aún no te había visto llegar. Sonaba como un acosador pero verte entrar por las puertas de la escuela era un respiro y una motivación para venir.

Mi pie izquierdo golpeaba el suelo frenéticamente y con ansiedad ¿Dónde estabas? Jamás faltarias a clases porque si, mucho menos hoy.

Jamás podría haberme olvidado de hoy, incluso estaba dispuesto a hablarte y darte un gran abrazo.

Pero no llegaste.



Al terminar el primer periodo estaba decidido a irme, no tenía sentido venir a clases si tu no estabas. Obvio que quiero ser alguien en la vida pero si estabas tu por lo menos tenía una motivación.

Al salir de la escuela te vi sentado en una banca cruzando la calle y lo que vi no me gustó nada.

-Hey. . . - Saludaste con una sonrisa melancólica.

Levanté las hojas que estaban a tu alrededor y las metí dentro de tu mochila mojada por la nieve.

-¿Quien fue?- pregunté aunque ya sabía la respuesta.

-Nadie.

No dije nada, sabía que no querías hablar de ello pero solo necesitaba una palabra para ir a patearle el culo a ese gordo.

El era el único que le gustaba verte sufrir y destruirte emocionalmente.

-Te acompaño a casa.

-¡No! M-mis padres se enojaran si me ven fuera de clases.

Suspiré con algo de lastima y te ofrecí mi mano mientras cargaba nuestras mochilas.

-Karen sale en unas horas, podemos comer algo después de ir a buscarla y luego vamos a mi casa-Después de analizar lo que dije por fin sonreiste.

-Me parece genial-El color rosado que se formó en tus mejillas me dio aires de esperanza y ternura.

Me tomaste la mano y no la soltarte hasta haber caminado al menos diez pasos e insististe en llevar tu mochila.

-Feliz cumpleaños Buttercup.

Parecías un  poco sorprendido al principio pero luego escondiste una bella sonrisa y unos ojos acuosos en tu abrigo.

-Gracias Kenny.

Cliché  【BUNNY】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora