Ｃｌｉｃｈé 【ＢＵＮＮＹ】

【１０】

Otra vez, te tenía sobre mi espalda agarrandote por los muslos, tus sollozos no cesaron y las lágrimas que caían de tus ojos mojaban mi polera.

Tenías puesto mi abrigo, te quedaba muy tierno.

Al llegar a mi casa Kevin y Karen estaban en el sillón de la sala, cuando nos vieron Karen corrió hacia nosotros para abrazarte y guiarse a una silla de la cocina. Kevin te trajo un café y mi hermana te curó las heridas con un botiquín de primeros auxilios.

Yo miraba todo desde el marco de la puerta, te veía ansioso pero algo decaído, supiste que cuando mis hermanos se fueran a dormir tendrías que contarme todo, por fín.

Y así fue. Karen, después de darte un largo abrazo se fue a la cama acompañada de Kevin quien te revolvió el cabello con una mirada de compasión.

Ahora, estábamos en mi cama. Tu mirabas tus manos llenas de pequeñas lastimaduras y moretones. No quería decir nada, ya te había forzado mucho, quería que esta vez todo saliera de ti. Diste un suspiro y empezaste a hablar.

－M-Mis padres siempre fueron estrictos conmigo. Cuando era pequeño sus castigos sólo era encerrarme en mi habitación o irme a la cama sin cenar, pero cuando fui creciendo se dieron cuenta de que iba a ser más difícil controlarme a pesar de que yo era completamente obediente.

《Un día, mi padre se molesto porque había ordenado mal unas cosas en la despensa, yo sin pensar le conteste de mala manera y el me abofeteo. Yo me espanté y nunca más volví a dejar las cosas fuera de su lugar. Ahí comprendieron que yo podía tenerles miedo y así me controlarian tanto como quisieran. Sí llegaba tarde podían dejarme sin cenar, sí había algo que no les agradara sobre mi era una bofetada y si yo hacía la cosas mal e-ellos. . . Me encerraba. . .－Te ibas rompiendo a medida que contabas toda la
historia, sabías que te dolía pero por fin comprendiste que debías contarme todo y las cosas se podrían solucionar.

Me contaste de como se olvidaron de tu cumpleaños.

Como te pellizcaban en los brazos para que no hablaras.

Como te golpeaban si llegabas tarde.

Como no podías llevar gente a tu casa.

De como . . . Por mi culpa . . . Te dejaron sin comer, de como te dijeron que era una mala influencia y te encerraban por desobedecer.

A este punto yo estaba llorando también, nunca me había puesto a llorar frente a nadie con emociones tan fuertes como estas, pero era imposible sentirse bien con las cosas horrible que tu me contabas, porque aparte de ser muy fuertes, yo podría haberlas evitado si me hubiera alejado de ti desde un principio.

－Cuando llegue a casa, ellos estaban allí, habían visto fotos de la fiesta y vinieron rápidamente al pueblo, al verme m-i padre me golpeó. . .－Te pusiste peor, tardaste en proseguir pero finalmente lo hiciste tras un largo suspiro－ Pero. . . N-o todas las cicatrices me las hicieron ellos－Te miré confundido.

－¿Quien te las hizo entonces?

－. . . Yo.

Bajaste un poco el borde de tu pantalón en donde pude ver tu cadera bien marcada y sobresaliendo, pero también había unas marcas de colores claros.

－M-Me las hice hace dos años. . . Hasta que mis papás se entraron que casi me desangro y me quitaron los medio. . . Me asusté mucho-

Te cubrí la boca con una de mis manos y te abrace, no podía más, se que era egoísta, pero escuchar todo lo que la persona que más amo sufrió me duele y más sabiendo que todo fue mi culpa.

－Lo siento tanto Leo－ Susurré entre llanto que apenas podía controlar.

Me di cuenta que estabas algo reacio al tacto pero aún así después de un rato te aferraste a mi espalda y lloraste junto conmigo.

－N-No es tu culpa Kenn. . . Si yo tan sólo hubiera. . .

－Ni se te ocurra culparte de algo. . .

－Lo siento, Kenn.

Comencé a reirme mientras sorbia mi nariz y tu hacías lo mismo.

－Hey Leo.

－¿Si, Kenny?

－¿Aún estás ebrio?

－Quizás. . . Un poquito.

Te tomé con cuidado de una de tus mejillas que estaba lastimada y deje un largo beso en la otra.

－Se que no me dejaras disculparme por lo de tus padres, pero me quiero disculpar por esas veces que te trate mal o te lastime.

－Pero eso nunca pasó Kenny－Tu estabas sonriendo, pero luego de mirarte seriamente bajaste la mirada afligido.

Yo te abrace y te acosté sobre mi cama y yo me puse a tu lado.

－No necesito que respondas, pero. . . Te amo.

Tu no dijiste nada pero te acomodaste en mi pecho y me abraste con más fuerza que antes.