Ｃｌｉｃｈé 【ＢＵＮＮＹ】

【１１】

Era domingo, 10 de la mañana, tu aún dormías ,y no te culpaba ya que nos quedamos hasta como las cinco de la mañana despiertos.

Había preparado un desayuno que tu me habías enseñado a hacer. Normalmente no comía desayuno, pero sabía que a ti te gustaría.

Karen y Kevin aún dormían cuando tu te levantaste, por lo que estábamos nosotros dos solos. Sabía que te habías levantado con algo de resaca por lo que puse un vaso con agua y unas pastillas frente a un plato de Hotcakes.

Arrugaste la cara al tomar la medicina y luego miraste el plato de comida con pena.

－Vamos, deberías comer un poco.

－N-No podría, se ven deliciosos－Sonreí. Realmente eras como un ángel.

－Los hice para ti, me sentiría mal si no los comieras－Le hablé a modo de juego.

Me senté apoyando mis brazos en el respaldo de la silla dándo la cara hacia ti. Te llevaste un pedazo de la masa bañada en miel a la boca y tu cara cambió por completo. Tus ojos lo decían todo, era la primera comida que probabas en mucho tiempo que estaba hecha con puro amor.

－Esta exquisito. . .

－Me alegro. Aprendí del mejor.

Tu sonreiste con los cachetes llenos de Hotcake.

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Luego de un bello almuerzo que empezó algo tarde debido a la hora que tomamos el desayuno fuimos a mi habitación. Yo me acosté dejándote un espacio para que tu te acostaras junto a mi, pero te quedaste parado en el medio del cuarto.

Antes de que te pudiera preguntar que pasaba tu me interrumpiste.

－Kenny. . .

－¿Si, que pasa?

－Quiero hacerte una pregunta －Me dijiste mientras jugabas con las mangas de tu ropa.

－¿Podrías de decirme todo lo que pasó cuando volvíamos de la fiesta?

Yo me incorporé sentandome en la cama. Tu cara estaba algo roja pero firme, ¿Me estabas preguntando eso por lo de. . . Nuestro beso?

－Salimos de la casa de Kyle－Comencé.

－¿Si. . .?－Tu te ibas acercando hacia mi.

－Tu estabas muy mal－Te acercarse más, yo me paré quedando frente a frente.

－¿Y-Y. . . Que pasó luego?

－¿Quieres que te diga, Butters?－Me agaché un poco para poder susurrar cerca de tus labios.

－S-Si. . .－Tu mirabas cada uno de mis movimientos hasta llegar a mi boca.

－Yo te besé－ Era consciente de que ya lo sabías, pero quería saber que pensabas de eso o de que lo haya hecho sin tu permiso.

－¿Y-Y podrías hacerlo de nuevo?

No necesite más, nuestros labios estaban a punto de rozarse, y sabiendo que tu finalmente querrías eso, les di el gusto de que se juntaran.

Tus labios eran maravillosos, espero tener la dicha de siempre poder probarlos porque realmente nunca me cansaré.

Fuimos caminando sin cortar el beso hacia mi cama. Me senté y tu te sentaste sobre mis muslos, cosa que me sorprendió ya que no creí que fueras capaz de hacer eso sin que te diera pena o me pidieras permiso.

－¿Y sabes que más?. . .Luego de que te fueras, lo tomé todo como un rechazo－Tu me mirabas con ojos soñadores.

－No, no, no, claro que no. . . Sólo. . . Tenía miedo. N-No quería que conocieras esa parte de mi, me daba miedo que por mi culpa salieras lastimado. Pero cuando escapé, me sentía solo y supe que eras la única persona en la que podía confiar.

Mis manos que reposaba en tu cintura se movieron hacia tus mejillas para besarte nuevamente, tu enrredaste tus brazos alrededor de mi cuello y me seguiste.

－¿Alguna vez besaste a alguien con tu lengua?－Pregunté contra tus labios. Tu negaste con la cabeza lentamente－Sólo abre la boca.

Hiciste caso cegado por el deseo y el amor que nos teníamos y yo no me quedé atrás. Lamí despacio tus labios para no ir tan rápido para luego meter mi lengua en tu boca. Se desencadenó una gran danza entre nuestras bocas, a pesar de que era la primera vez que besaba a alguien de esta forma no lo hacías tan mal y realmente era maravilloso. Aunque ese beso era representación de la lujuria y el deseo, yo lo sentía como algo super tierno y con sabores dulces.

Al separarnos un pequeño hilo de saliva se rompió entre nuestras bocas. Pensé que te sonrojarias o no dirás una palabra intentando no volver a tocar este tema nunca, pero no fue así, soltaste un bella risa y te aferraste a mi.

Yo no sabía que decir, por lo que imite tus acciones y nos tiré hacia la cama sin dejar de abrazarte y reír.