Las Crónicas de Narnia El León, la bruja y el ropero ~Edmund y tú~

Edmund volvió

Luego de que los chicos fuesen nombrados caballeros, fuimos a descansar en una de las tiendas del campamento, mientras esperábamos impacientes a que Orius volviera, y tal vez Edmund con él.

- ¿Creen que ya lo hayan hallado? - pregunté intranquila.

- Tal vez, llevan mucho tiempo desde que partieron - respondió Dylan.

- _____, esto es "te extrañé" ¿verdad? - llamó mi atención Lu haciendo el gesto con las manos para decir la frase en lenguaje de señas.

- Así es pequeña - se me adelantó Dylan.

- No puedo creer que ahora Lucy sepa más de eso que nosotros - dijo riendo Peter.

- Aunque ya no será necesario, _____ ya puede hablar - dijo Susan sonriente. La verdad es que desde hace un rato no han parado de hacer referencia a mi voz, todos me han dicho que es muy linda y que aún no se acostumbran a escucharla, yo tampoco me he habituado del todo, me trabo con ciertas palabras de vez en cuando, pero es más que nada porque no las he dicho en años.

Luego de un rato charlando oímos el cuerno sonar, anunciando la llegada de alguien al campamento. Todos nos volteamos a ver, para luego salir de la carpa. Orius pasó frente a nosotros, al vernos nos señaló una pequeña colina con su mirada, haciéndonos ver hacia allá......y allí estaba Ed, hablando con Aslan, estaba bien, solté un suspiro de alivio mientras sonreía, Peter me abrazó por los hombros igual de feliz, aunque no lo demostraba.

- ¡Edmund! - gritó Lucy emocionada y empezando a dirigirse hacia allá, hasta que Dylan la detuvo, Edmund y Aslan voltearon a vernos, en ese momento logré distinguir las heridas que tenía Ed en su labio y mejilla. Ambos se vieron y dieron un pequeño asentimiento de cabeza, para luego dirigirse hacia nosotros.

- Lo hecho, hecho está, no es necesario hablar con Edmund sobre el pasado - dijo Aslan antes de retirarse y dejarnos solos. Edmund se veía avergonzado, estaba cabizbajo y con las manos en los bolsillos, se notaba que no podía ni siquiera vernos los rostros.

- Hola - murmuró apenado, Lucy fue la primera en abrazarlo sonriente, Ed recibió el abrazo de la pequeña con gusto, luego le abrazó Susan, seguida de Dylan.

- Nos alegra tenerte de vuelta - dijo mi hermano apartándose de Ed, el susodicho me miró y luego a Peter para finalmente ver al suelo nuevamente. Me acerqué a él quedándome justo en frente, haciéndolo levantar la mirada a mi rostro. Les juro que hacia un gran esfuerzo para no tirarme a sus brazos llorando.

- _____ perdóname, fui un completo idiota, pero te prometo que he cambiado, no pude dejar de pensar en ti todo este tiempo, lo único que me hacía soportar esa tortura era la esperanza de verlos otra vez......Yo.... - lo callé poniendo un dedo sobre sus labios.

- Ay bobito, no te pongas cursi ahora que me harás llorar - dije sonriendo sonrojada y con los ojos llorosos, Ed me miraba sorprendido, me lancé a abrazarlo - considérate disculpado.

- Ya puedes hablar - dijo sonriente mientras se separaba de mí.

- Desde hace poco, todo gracias a esto - le mostré el collar - ¿y? ¿Cómo te sientes?

- Un poco cansado.

- Ve a dormir - ordenó Peter autoritario, Edmund bajo la mirada y se dirigió a la carpa sin rechistar. Todos miramos a Peter. Dylan alzó la ceja hacia él, lanzándole una indirecta la cual al parecer captó - Y Edmund... - El susodicho volteó a verlo - Ya no te alejes - respondió Peter sonriente, Ed correspondió el gesto y fue a dormir.

.

.

.

.