"Está sucediendo de nuevo!"
El señor Jerry estaba perdiendo la paciencia enfurecia cada vez más ante el comportamiento de su esposa
- escuchame Madeleine no vas a salir estas enferma! - bufó
- no me vas a meter al armario!..yo no tengo nada que hablar con Lucille! - exclamó la delirante Madeleine .
- bien entonces llamare al doctor Ethelbert - respondió Jerry enojado
- haz lo que quieras pero no me quitaras a mi París!! - respondió Madeleine
Jerry se levantó de su asiento y empezó a forcejear con su esposa, Madeleine pataleaba y gritaba tratando de liberarse, el forcejeo provocó que Madeleine soltara al perro disecado el perro cayó al suelo, Jerry lo pateo mandandolo hacia una esquina, logrando someter a Made, aprisionandola de ambas manos, mientras ella sólo gritaba y pedia ayuda a Laurel y Ovetta, pero las dos mujeres solo se limitaban a mirar la desastrosa escena, Jerry arrojó a su mujer al suelo de manera violenta, Madeleine comenzó a llorar muy desconsolada
- Perdóname Madeleine enserio yo no quiero lastimarte - rogó Jerry pidiendo disculpas arrepentido, tomó el telefono marcando el numero del doctor
- buenos días doctor Ethelbert podría venir por favor... mi esposa esta teniendo otra vez esos ataques de ya sabe...locura - afirmó Jerry
- claro señor Jerry llego en 20
minutos - respondio el doctor Ethelbert cortando la llamada- gracias - dijo Jerry dejando el teléfono en su lugar
Madeleine se levantó y rasguño el rostro de su esposo sin parar llena de ira dejandole grabadas sus largas y afiladas uñas, Jerry la cargó consiguiendo detenerla, Madeleine estalló en una furia maniática
- no me encierres en ese armario esta lleno de cadáveres y no me dejan en paz! -
- alli no hay nada Madeleine tranquila ya pronto vendra el doctor - recalcó Jerry
- dame a mi Paris!! - gritó Made
- En cuanto lleguemos a la habitación te dare a Paris esta bien? - respondió Jerry
- no me encierres con los cadáveres! ellos siempre me dicen que tú los encerraste allí!, que no los dejas salir! y que pronto harás eso conmigo! - gritó Madeleine con voz quebradiza dando gritos desgarradores llorando de miedo
- eso no es cierto Madeleine! allí no hay ningún cadáver! nunca lo a habido y nunca lo habrá entiendes! - respondió Jerry
Madeleine logró liberarse de los brazos de su esposo, pero Jerry la volvió a sujetar con fuerza casí arrastrandola, al llegar a la habitación de Made, Jerry cerró la puerta, Madeleine no paraba de gritar y llorar implorando por ayuda, Laurel y Ovetta se sentaron en la mesa acompañando a la pequeña Susana, la niña parecía indiferente ante la situación - en ese armario hay dos cadáveres yo los vi - dijo Susy
- hablas enserio? - preguntó Laurel intrigada
- quienes son? - preguntó Ovetta
- son el mayordomo Theodore y la criada Lucille.. Papi los encerró allí y no los a dejado salir y ustedes también estarán allí - afirmó Susy
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Tumbas y Croquetas
Random¡Sepulta un vivo! ¡Desentierra un muerto! Una historia sobre dos mujeres ¿inocentes? las cuales son manipuladas al antojo de personas crueles y maliciosas, porque se ven obligadas a cometer atroces actos por ganar unos cuantos centavos