Jace
El agua de la regadera recorría todo mi cuerpo, las heladas gotas no podían calmar la ira que hacían arder mi sangre.
Cuando me sentí menos irritado salí del baño, solo deseaba manifestar mi especialidad.
Perder la conciencia.Al salir de la ducha, Leonardo estaba acostado mirando su celular - no debí gritarle - pero no estaba dispuesto a soportar sus burlas.
Observé como sus ojos se movían a medida que leía en su teléfono, me sentí hipnotizado por ellos, eran tan peculiares, grises con destellos celestes.-Ni se te ocurra - me miró y volví a la realidad - sólo ahorrátelo - no sentí emoción en sus palabras, eran tan sombrías como su presencia.
Torcí los ojos, había utilizado mis palabras en mi contra.
-Rencoroso - dije casi en un susurro.
Se sentó en la cama con sus largas piernas abiertas y sus brazos reposando en sus muslos, luego juntó sus manos, parecía estar en posición para discutir.
Mi mirada siguió sus movimientos y terminé observando sus manos.
Aquellos pensamientos me aterraban, estaba demasiado pendiente a su cuerpo, a sus palabras, sus expresiones y sus movimientos.Desde el día en que soñé que tenía relaciones con Leonardo en la ducha, no he podido sostener su mirada.
-¿Qué fue tan importante que te atreviste a hablarme de esa forma? - Preguntó con aire de grandeza y una sonrisa de lado, sin embargo, sus ojos no reían.
Me dejé caer en la cama.
-Mi padre y yo no nos llevamos muy bien que digamos... - miraba el techo. Podía sentir su mirada en cada poro de mi piel - por lo que solo era una pequeña discusión - reí amargamente - pero sé que mi vida no te interesa en absoluto, supongo que solo quieres oírme suplicar perdón.
-Si es lo que crees qué quiero, ¿qué estás esperando? - Dijo divertido. Me reí.
-Lo siento, ¿feliz? - continúe entre divertido y resignado. Por alguna razón su voz me hizo sentir más tranquilo.
Luego, lo escuché reír.Mi mundo dejó de girar en ese instante y sentí la urgencia de incorporarme antes de que su sonrisa se esfumara de su rostro, sólo tuvo lugar unos segundos hasta que nuestras miradas se encontraron.
No obstante, aquella sonrisa sincera quedó grabado en mi mente, estaba anonadado por la inocencia y dulzura que pude apreciar por una ráfaga de segundos. Sentía como los fuertes latidos de mi corazón se expandían por todo mi cuerpo.-¿Por qué luces tan sorprendido? - Su voz estaba poseída por la serenidad que era nueva en mi memoria.
Estaba manteniendo una conversación, Leonardo y yo... estábamos conversando.
-Nada en especial... - por alguna razón más allá de mi entendimiento quería seguir la charla, pero nada venía a mi mente. Si mencionaba el verdadero motivo de mi sorpresa se enojaría, él era como un campo minado que no me atrevía a atravesar.Se volvió a recostar y supe que mi oportunidad había acabado, la frustración que invadió mi cuerpo opacó la calma que su voz le había brindado.
Me envolví entre las sábanas y por un instante, sólo por un instante, deseé que me rodeara entre sus brazos como en aquel sueño....
-Jace... - Sentí un cuerpo en mi espalda. - ¿De qué te ocultas? - susurro en mi oído, calentando con su aliento la fina tela que separaba sus labios de mi lóbulo.
Agarró la sabana y se escabulló dentro, sus brazos me rodearon y atrajo mi cuerpo al suyo. Su respiración invadió mi nuca al instante, su brazo reposaba en mi abdomen y ahora, mi cuerpo se encontraba hipnotizado por el calor del suyo.
-Leonardo, ¿qué estás haciendo? - Pregunté con los nervios de punta.
-Yo te hice una pregunta primero - deslizó la punta de su lengua en mi nuca, justo el punto que conecta con mi espina dorsal, me estremecí al punto que un espasmo recorrió mi espalda y me hizo erguir la misma, llevando mi cadera hasta la suya sin querer y sentí su suave virilidad entre mis glúteos.
-¿E-estoy soñando? - Pregunté temblando.
-¿Acaso sueñas conmigo? - Preguntó haciéndome cosquillas con sus labios.
Me di la vuelta para ver su rostro, era el mismo rostro que en aquel sueño.
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Noches de Invierno (Gay-Yaoi)©
Science Fiction- EDITANDO PARA REESUBIR - Su sonrisa era seductora, y la profundidad de sus ojos era hipnotizante, sin embargo, mas que hermosura, reflejaban una advertencia... Una advertencia de peligro, una que no pude prevenir.