CAPÍTULO 12: Bajo las estrellas

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Leonardo

Al entrar a la habitación percibí un aroma a pino, el diseño de las paredes estaban divididas por la mitad, la mitad superior estaba pintada de blanco hueso y la posterior forrada por troncos, le daba un aspecto rústico y acogedor; una puerta de vidrio corrediza dividía la habitación con el balcón. Junto a la puerta había un sillón de cuero chocolate y una mesa de centro, en la parte posterior frente a las camas ubicaron un televisor.
Mi único descontento de la habitación era las camas, eran camas dobles. Lo que significaba que debíamos dormir en parejas.

-Ustedes parecen buenos amigos - comenzó a decir Aaron - por lo que yo dormiré con Leo. - Me miró confiado y sentí como la sangre se subía a mi cabeza, sin embargo, no podía refutar. Quería estar con Jace pero él no me escogería estando Zyan en la misma habitación y preferiría diez años más de condena que dormir en la misma cama que Zyan.

Debo admitir que no me causa gracia que ese imbécil duerme en la misma cama con Jace.
Jace apretó la mandíbula.

Me limité a acomodar mis cosas.
-Perfecto. - Zyan atacó a Jace por detrás con cosquillas, él explotó en risas. Traté de ignorar la escena, pero mis dientes podían reventarse en cualquier momento debido a la fuerza que les infringía.

Abrí la puerta corrediza para salir al balcón y enfriar mi cabeza con los residuos de la brisa de invierno, quería saltar entre los árboles y perderme entre las sombras.
Volví a entrar, no soportaba compartir el mismo aire, debía salir de allí.

-Voy a salir, me llevaré una llave - les notifiqué.
-Tenemos que reunirnos en una hora en el lobby con los demás -  le recordó Zyan. - No llegues tarde - chisteé con la lengua.

-Eso ya lo sé - respondí. Le di la espalda.
-Espera - Aaron se interpuso en mi camino. - Dame tu número por si acaso, ya que sólo hay dos llaves. - Volví a chistar, pero cedí y le di mi número.
-Nosotros también deberíamos guardarlo, ¿no Jace? - comenzó Zyan a decir - por si acaso - finalizó divertido. Rodé mis ojos antes antes de responder.
-Hagan lo que quieran - me quejé mientras daba un portazo.

Me adentré en la montaña y corrí entre los árboles, dejé que el aire frío azotara mi cara y llenará mis pulmones.
La ira no desaparecía.
Golpeé el tronco frente a mí con la mano desnuda y lo partí por la mitad, gotas de sangre se deslizaron entre mis nudillos, la herida cicatrizó al instante sin dejar rastro, lamí la sangre para evitar ensuciar a mi ropa y verme obligado a dar explicaciones innecesarias.

Al cabo de cuarenta y cinco minutos recibo un mensaje de texto sin procedente conocido.

"Tic tac"

Suspiré exasperado debido a que podía adivinar el remitente.
Había destrozado cinco árboles en mi corta estadía, bajé de la montaña y me reuní en el lobby con el resto a escuchar las instrucciones de nuestros docentes sobre las reglas del hotel y las que debíamos seguir como estudiantes.
Una pérdida de tiempo que era fácilmente adivinado con un poco de sentido común, una vez culminada la reunión éramos libres de hacer lo que quisiéramos.

Jace se encontraba con Aurora, Zyan había desaparecido finalmente y Aaron brillaba por su ausencia.
Finalmente un poco de paz.

Seguí a los tortolitos para vigilarlos, tal vez estaba siendo paranoico y sobreprotector, no obstante, que ella esté relacionada con Crowley no puede significar nada bueno.
Debo sabotear esa relación de alguna forma o no podrá estar tranquilo, pero ver a Jace reír de la manera que lo hacía cuando estaba con ella, me llenaba de culpa.

Intentó varias veces pedirle que tengan una relación de pareja y otras de besarla sin éxito.

Era algo penoso de presenciar.

Noches de Invierno (Gay-Yaoi)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora