CAPÍTULO 6: Distracción

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-¿De qué diablos está hablando? - Pensé. Escuché sus pasos alejarse, sentí que mi corazón estaba por salirse de mi pecho. Luego Allen cerró la puerta de su dormitorio y el aire volvió a rellena mis pulmones, que estaban por estallar.
Quería retornar a mi habitación lo antes posible, pero temía encontrarme con Leonardo, de camino al cuarto o en el mismo, no podía dejar de temblar.
Debido a eso, me quedé exactamente donde estaba, aun si quisiera huir, no podía mover un solo músculo.

Luego de una hora, logré tranquilizarme lo suficiente como para volver a la habitación, desafortunadamente él seguía despierto y me invadió el pánico.
Su cabello azabache y mojado caía sobre su frente, sus ojos se encontraban fijos en la computadora hasta que notó mi presencia, inmediatamente los conectó con los míos.

Abrió la boca para decir algo, pero al final se mantuvo en silencio y apartó su mirada.
Leonardo seguía Leonardo. Me irrita.
-¿Qué? - Me quejé por completo impulso. Me arrepentí al segundo.

"Me deshice de él"

Su mirada me heló la sangre, ¿era buena idea molestarlo? - Nunca lo ha sido - no obstante, él tenía poco interés en lidear conmigo para mi suerte, por lo que decidió ignorarme.
Me enojé, pero era mejor no involucrarme con él, era más que suficiente tener que dormir en la misma habitación.

Me desvestí y me coloqué mi pijama, sentí su mirada en mi espalda.
Paranoía. Era probable que ni si quiera estuviese observándome.

Los rayos del sol se infiltraban en la habitación por el espacio que quedaba entre las cortinas, su luz era tan intensa que me obligó a abrir los ojos, Leonardo continuaba durmiendo.
Me levanté y me acerqué a la ventana para reacomodar las cortinas y evitar el paso de la luz, cuando bajé la mirada pude observar el pasillo en el que escuché la conversación entre Leonardo y Allen.

Mi corazón dio un brinco helado al recordar el sombrío tono en la voz de Leonardo. Coloqué mis manos en el marco de la ventana tratando de estabilizar el equilibrio perdido entre mis pensamientos, de pronto sentí una extraña sensación en la punta de mis dedos. Bajé la mirada, mientras mi mente suplicaba que no lo hiciera.
Sangre.

Ahogué un grito que fue irrumpido rápidamente por mi mano, dirigí mi mirada a Leonardo que aun dormía plácidamente.
Volví a mirar la ventana, no es una ilusión. Estaba seguro. La pequeña mancha había sido corrida levemente por la punta de mis dedos, estaba seca.
Anoche.

Era tan minúscula, que me sorprendió haber notado la mancha o haber percibido la sensación en mis dedos.

Pude visualizar a Leonardo observándome desde la ventana frente a mí, temblábando y estático por haber escuchado su conversación, que obviamente, no debía.
Volví a mirar a Leonardo. Él lo sabía.
De seguro la dejó a propósito para que yo lo viera, no había dudas en que deseaba atormentarme por estar en el lugar menos indicado la noche anterior.

Me apresuré al baño para lavarme las manos pero no podía dejar de temblar, las gotas de agua y jabón salpicaban en el mostrador, pero en un momento ilusorio a raíz del pánico, mi mente no dejaba de ver sangre en mis manos, al contrario, se expandían, me envolvían en la locura y me ahogaba en desesperación. Sin embargo, tenía que calmarme y borrar aquella mancha.

La adrenalina se apoderaba de mí, fui a la ventana con una toalla húmeda de mano para limpiar la evidencia en el marco de la ventana. Volví al baño y lavé el área que utilicé para limpiar, luego la colgué la toalla en el agarradero de metal junto al mostrador y ahogué un suspiro y me repetía:
<<Inhala>>
<<Exhala>>
<<Inhala>>
<<Exhala>>
-¿Qué estás haciendo? - Su voz resonó en mis oídos entre las sombras. Ahogué un leve grito y mi cuerpo se tensó. Por la fuerza que puse en mis manos en la húmeda superficie, me resbalé, pero me incorporé al instante y observé con horror el espejo, me encontré con el reflejo de su mirada. Su mirada no cambió.
Traté de recuperar un poco el aire perdido para poder responder.
-Respirando - me atreví a decir. Alzó una ceja.
-Respira afuera, quiero usar el baño - respondió impaciente.
Me abstuve a responder esforzarsándome por controlar mi expresión - él lo sabía -, envolví mis latidos entre las sábanas en un vago intento de recobrar la calma.

Noches de Invierno (Gay-Yaoi)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora