1.Una noche...

937 34 9
                                    


Entrando al bar en tus tacones y con tu bolso bajo el brazo, fuiste directo a la barra y te sentaste en tu sitio de siempre.

Aún era temprano, por lo que él sitio aún no estaba abarrotado de gente y podías ir entrando en ambiente antes de comenzar a pensar en quién podría sacarte las ganas esa noche.

Si. Estabas soltera una vez más y era por eso que te habías arreglado de esa forma.

Te habías obligado a ti misma a meterte en ese vestido negro ajustado, a depilarte y ponerte tacones luego de Dios sabe cuánto tiempo, de estar usando jeans y zapatos bajos.

No es como si tuvieras que estar despampanante todos los días en el trabajo, sino más bien, sólo en las inauguraciones de la galería. Eso era todo. Una noche de vestido y tacones, de verse como una chica linda y arreglada y luego volver a la normalidad.

Pero claro, vestida así no harías que nadie se volteara a mirarte ni mucho menos que quisiera follarte, por lo que te habías esforzado.

Tanto que incluso te habías puesto las bragas negras de encaje que tenías para ocasiones especiales.

Luego de tomarte una cerveza escaneaste rápidamente el ambiente viendo si había algo que te gustara. No eras tan quisquillosa, aunque si te gustaban los tipos apuestos como a toda chica normal, podías conformarte con un poco menos si el tipo resultaba ser un dios del sexo.

Uno que todavía no había aparecido en tu vida.

Tu ex? Ja. Era algo, fornido, divertido, pero era regular en la cama. Y te habías conformado con eso. Si, habías sido de las tontas que creían en el amor y que pensaba que eso podía hacer que el sexo fuera algo secundario.

GRAN error.

Si él no era bueno en la cama, no lo sería después, mucho menos sino era del tipo de los que estaban dispuestos a aprender cosas nuevas.

Claro, que siempre tendrías a tu infalible amigo, el vibrador, pero sabías que no era tan bueno como una polla de verdad.

Y hoy, hoy realmente necesitabas una.

Necesitabas que te hicieran ver estrellas, unas que llevabas demasiado tiempo sin ver.

Apoyando tu botella vacía sobre la barra, el barman dejó un trago frente a ti, antes de que pudieras pedir algo más.

-yo lo ordene esto- le dijiste

- él lo ordenó para ti- te dijo el muchacho señalando con su cabeza al otro lado del bar, en las pequeñas mesas que estaba junto a la pared.

Y allí estaba.

Oh, que te tragara el infierno.

Era Min Yoongi quien te observaba de lejos con una sonrisa descarada, llevando un abrigo negro largo y ropa del mismo color debajo.

Poniendole los ojos en blanco, alzaste tu vaso y fingiste brindar con él a lo lejos antes de darle un buen sorbo a tu trago y sentir el ardor al final de tu garganta.

Por supuesto, era su trago preferido. Whisky.

Mierda... Yoongi. Tu y tus gustos por los tragos fuertes.

Suspiraste y volviste a acomodarte en tu asiento viendo cómo de pronto una tanda de tipos cruzaba la puerta del bar hablando audiblemente, varios de ellos realmente apuestos.

Tal vez ahora tendrías más suerte. Tal vez uno de ellos te invitaría el siguiente trago.

Pero no. Señores. Eso no sería así, por que tú ya tenías a alguien más dispuesto a hacerte ver ocupada en lugar de disponible.

Fuck boy. mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora