15.La otra

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Al principio te sentiste extraña , pero con el paso de los días comenzaste a acostumbrarte a tener a Yoongi más y más seguido en tu departamento.

También iban al de él, desde luego, pero siempre el tuyo terminaba estando más cerca del trabajo de ambos y resultaba más conveniente ir allí que tener que viajar veinte minutos en taxi hacia el otro lado de la ciudad.

Y si, la primera vez que te habías despertado antes que él, mientras preparadas el desayuno y lo veías dormir, te había parecido la cosa más adorable del mundo al verlo despertarse con el cabello revuelto y sus ojos entrecerrados...

Hasta entonces adorable nunca había sido una palabra que se te hubiera ocurrido para calificar a Yoongi, sobre todo cuando se ponía en su rol de seductor fatal, que solo diciéndote cosas al oído con su voz grave te pondría increíblemente caliente.

Sin embargo verlo despertarse con la ropa desarreglada o a medio vestir después de divertirse contigo la noche anterior... era una escena que extrañabas cuando no lo veías por un par de días a causa del trabajo.

De algún modo, había sido muy facil acostumbrarte a él, y eso te hacía feliz. Te gustaba su rutina, de comer y tener sexo, o tener sexo y luego comer... el cocinando o tu preparándome algo a él; y en esos días en los que ambos estaban demasiado cansados como para prepararse algo, pedir algo por delivery era la mejor solución.

Claro que todo no era color de rosa. Él, al igual que todos, tenía sus defectos, y ente ello estaba el hecho de ser un bromista. No del tipo que te hacen bromas pesadas, sino de los que se burlaban de tu cabello por la mañana o verte cocinar con un delantal de flores que solo te atrevías a usarlo cuando estabas sola en casa, luego de que tu tía de lo regalará en navidad, y que habías sido lo suficientemente estúpida para usar frente a él.

Aun así, no podías evitar sentirte inevitablemente atraída hacia éĺ, casi como un imán que atraía a otro cuando estabas a su alrededor.

Y sabías que no era solo el sexo, o la comida, o su voz sobre tu oido susurrandote cosas subidas de tono, sus bromas burlonas, su música, o como te abrazaba cuando dormían juntos por la noche. Estabas enamorandote de Yoongi, pero no querias reconocerlo. No querías admitir en voz alta que después de pasar más de un año rechazandolo y creyendo que era un imbécil y un mujeriego, habías terminado tan calada por él como todas las demás chicas.

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Y ahora mientras revolvías tu café en la galería, aún intentabas convencerte de que no eras una idiota y de que tal vez solo te sentías sola y por eso creías que estabas confundiendo el buen sexo y pasar el rato, con un enamoramiento.

Mirando a tu alrededor, puiste ver a Irene caminando hacia ti con sus tacones rojos de marca y una sonrisa en su rostro

-¿todo esta bien?- preguntaste

-seguro. Jisoo y Joy acaban de terminar de recibir las cosas que envió el Sr. Kim para que expongamos la semana que viene y están terminando de acomodarlas en el depósito.

-genial- yo no pude sonar menos emocionada.

-¿todo esta bien?

- si, si, nada de que preocuparse- contesté

-¿de verdad, porque ...

Las palabras de Irene se vieron interrumpidas por la entrada a la galería de un tipo alto y bien parecido. Hombros anchos, cintura estrecha y un rostro que no se olvida fácilmente, nos dejaron a ambas en silencio mientras observabamos al recién llegado, metido en un traje azul marino hecho a la medida.

-wow- ella fue la que hablo

-creo que ha llegado tu tipo ideal ¿eh?- yo bromeé

-ni que lo digas- ella sonrió, mostrandose ligeramente emocionada, algo que no veía muy seguido- ¿no parece un actor?- dijo dándole otra rápida mirada de la forma más disimulada posible mientras fingía conversar conmigo.

Fuck boy. mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora