16. Malentendido

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Habían pasado cuatro días desde la muestra y él no había dicho nada.

Más bien, ninguno de los dos había dicho nada, ya que tú tampoco habías intentado hablar con él. Pero ¿Porque  tenía que ser tan difícil? ¿Por que simplemente no te había llamado o te había enviado un mensaje? No es como si tuviera algo por lo que disculparse, ya que en la galería había dejado más que claro que había sucedido, pero aun asi sabias que algo estaba mal entre ustedes.

Te sentías como una idiota por haberte precipitado y sacado conclusiones sin siquiera preguntarle a él de qué iba el mensaje o quien era la que se lo había enviado; y si no hubiera sido por que él se había aparecido en la muestra un par de horas más tarde con su prima a modo de explicación, probablemente aún estarías enfadada e imaginando un millón de escenarios posibles en los que él estaba con otra chica pasándolo en grande.

.

Ahora, llevabas más de dos horas en tu departamento con ese paquete frente a ti y aún dudando si debías hacer eso o no.

Habías comprado todas las cosas y habías medido, mezclado y horneado esas galletas, siguiendo la receta de tu madre, y a la que nadie podía resistirse  y ahora que era momento de irse, te estabas acobardando.

¿Tenía sentido acaso haber hecho todo eso sí no ibas a dárselas?

¿No era demasiado tonto llevarle galletas hechas en casa?

¿Que tal si no le gustaban las cosas dulces? de todas las veces que habían comido juntos, nunca había habido demasiadas cosas azucaradas de por medio a decir verdad. Por lo que no tenías idea de si realmente le gustaban, no más que el helado. 

Pero bien, lo que contaba era la intención. Si él quería comérselas o no, sería su decisión. Incluso si las arrojaba a la basura... Mientras no lo hiciera frente a ti, que más daba.

Cambiandote de ropa por tercera vez, para al final acabar con un par de jeans y una blusa de tirantes ligera, tomaste el paquete y tus cosas y saliste hacia su estudio con la esperanza de encontrarlo trabajando.

Aunque te sorprendió un poco que al tocar el portero de su edificio el te respondiera con un cortante "ya bajo" y cortara la comunicación.

Penas un par de minutos después, Yoongi apareció frente a ti con un paso apresurado y el semblante serio. Llevaba un par de pantalones negros y una chaqueta roja deportiva grande  con una camiseta negra debajo de esta.

-¿Qué estás haciendo aquí? - preguntó en cuanto abrió la puerta, ni siquiera ofreciéndote pasar, y en su lugar, saliendo él a la calle.

¿Esto era en serio? ¿Tan enojado podía estar? No es como si le hubieras dicho nada en realidad. No lo habías tratado de mujeriego o lo habías acusado de engañarte, por qué en realidad no estaban saliendo.

-solo pensé en traerte esto- tú le tendiste el paquete de galletas, envuelto en un moño de color rojo, y sintiéndote de pronto más tonta que antes.

Sonriendo al ver el paquete con un moño, él lo sacudió junto a su oreja como si intentará adivinar de que se trataba.

Por un segundo te parecio casi como un niño emocionado al recibir sus regalos de navidad.

-son galletas- dijiste

-¿Me compraste galletas?- él parecía sorprendido

-las hice. Solo... Pensé que te gustarían.

-¿Por qué de pronto haces esto?- él se mostró confundido

-por que actúe como una estúpida la otra noche y quería disculparme.

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⏰ Última actualización: Mar 12, 2020 ⏰

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