7.Manías

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Viendo como Yoongi se quitaba el gorro de lana, paso una mano por su rostro, quitando el sudor y peino su cabello hacia atrás, volviendo a ponerselo.
Tú te quedaste viéndolo, encantada con como se veía con esa gorra.
Dios santo....
-¿Que? -pregunto al ver que estabas mirandolo fijamente
-nada... Solo te ves distinto...- dijiste volviendo a ponerte la parte superior de tu vestido, luego de volver a acomodar tu sostén.
-ah...si yo... Mmm ... Mi cabello era un desastre hoy así que pensé que está sería la mejor solución- él te sonrió
Arreglando su camiseta, acomodó su silla frente al escritorio antes de volverse hacia a ti con su cabeza ladeada- ¿Estás hambrienta?
-¿A qué viene esa pregunta tan de repente?
- bueno, olvidé preguntarte si habías cenado antes de venir.
- no, lo lo hice.
- oh, bueno... - él se giró hacia la pared para mirar la hora en el enorme reloj electrónico. Ya eran pasadas las 12.- no creo que haya nada abierto a esta hora, ni que hagan entregas.
- está bien, no te preocupes. Debe haber algo en mi refrigerador para cuando regrese.
- No. No dejare que este vayas a casa sin cenar- dijo- tengo algo de...- él se dirigió hacia uno de los armarios ubicados en la esquina de su estudio y abrió una de las puertas. Adentro pudiste ver cerca de 10 o 15 potes de ramen. También bolsas con snacks y algunas latas de encurtidos.
- wow... Estás bien preparado por lo que veo- apuntaste
Yoongi se rió con ganas.
-supongo que paso más tiempo aquí de lo que deberia- te dijo- y como soy realmente perezoso y no me gusta salir por comida es más fácil tener todo esto. Así que si tengo hambre, solo abro esta puerta tomó algo de allí y ya tengo mi comida.
Tú reiste con ganas. Bien, al menos Yoongi era sincero contigo, y algo cómico también.
-asi que....mmm- él puso una mano sobre su mentón y observó toda esa comida como si no pudiera decidir que darte de comer- ramen estaría bien ¿Te gusta el ramen, verdad?
-si
-genial. Por qué tengo mucho. Incluso puedes comer dos potes si quieres
Tu negaste con la cabeza.
-bien. Ramen será- el te guiñó un ojo y entonces saco dos cajas para dejarlas sobre la mesa de café. También saco una lata de kimchi y dos juegos de palillos de madera.
-supongo que con eso bastará- dijo mas bien como si estuviera hablando consigo mismo, en lugar de contigo- podría hacer algo mejor si tuviera una cocina, pero... Bien. Supongo que ya tendré otra oportunidad de enseñarte mis habilidades culinarias.
Y casi como una película, te lo imaginaste con un delantal atado en la cintura, un gorro de chef, pelando y cortando verduras antes de arrojarlas sobre una sartén caliente.
Oh sí, eso era algo que definitivamente querías ver.
.
¿Acaso el ramen no significaba algo más en una relación? ¿No era el tipo de comidas que una pareja compartía?
Todos sabían eso.
Pero aún así, es lo que Yoongi te había dado de comer.
Y si bien era más de media noche y no había forma de que consiguieran otra cosa para comer, él había insistido en que comieras eso con él.
Rebotando tus dedos nerviosamente sobre tu pierna, miraste por la ventana viendo que no faltaba demasiado hasta que llegarán a tu departamento.
Las calles estaba desiertas, mientras que Yoongi a tu lado, parecía tranquilo y callado.
No sabías por que había insistido en acompañarte a casa. Es decir, eras una mujer adulta, y no es como si esa fuera la primera vez que anduvieras sola a altas horas de la noche por la ciudad.
Pero él había insistido y había dicho que aprovecharía el viaje para irse a casa también.
Así que no había nada de que preocuparse. No tenías que sobreanalizar las cosas.
Eso era simplemente un viaje de beneficio mutuo.
¿Y habían hablado sobre su música? Si. Lo habían hecho mientras comian, puesto que antes de eso habían estado demasiado ocupados follando como para decir algo sobre ello. Entonces Yoongi de verdad había parecido interesado en tu opinion.
El conductor finalmente se detuvo frente a tu edificio y tú abriste la puerta rápido y casi por inercia.
Sin embargo, antes de que pudieras sacar un pie del auto, su mano te sujeto por la muñeca.
-no olvides esto- dijo con tu bolso entre sus manos y una sonrisa en su rostro.
-claro, gracias- dijiste, tomandolo y mirandolo a la cara sin saber que decir. ¿Cómo se suponía que se despidieran después de eso?
Apenas siquiera si se saludaban al verse, pero ahora mismo un saludo parecía necesario.
-llega bien a casa- eso fue lo único que pudo salir de tu boca.
Él estiró su mano y acarició tu mejilla con dulzura.
-que descanses- respondió
Por un segundo pensaste que iba a besarte, pero entonces él apartó sus ojos de ti.
Suspiraste.
-tu también. Y gracias por traerme
Bajandote del auto, cerraste la puerta y te diste la vuelta para subir sobre la acera.
Despidientote con tu mano, él te devolvió el gesto y unos segundos después el auto se puso nuevamente en marcha para alejarse de tu vista.
Después de una ducha y meterte en tu pijama, estabas lista para descansar un rato.
Y estabas relajada, oh sí, que lo estabas.
Metiéndote bajo las sábanas, dejaste caer y cabeza sobre la almohada y observaste el espacio vacío a tu lado.
Por primera vez después de tanto tiempo lo sentiste de verdad vacío.
Mientras estabas con Chanyeol, incluso aunque no vivieran juntos, y gustaba la idea de que él se quedará a dormir contigo; pero sino lo hacía, tampoco sentías su ausencia.
Era como si alguna manera ese sitio estuviera ocupado, al menos en tu cabeza.
Pero ahora, ya casi un mes después de que se habían separado, te sentías por primera vez sola.
Y lo estabas.
Claro que tener la cama par ti sola, tenía sus beneficios, pero no habría estado mal tener algún acompañante en esas noche que quería abrazar a alguien o te sentías caliente.
De alguna manera, ahora estabas con Yoongi. En realidad, estabas acostandote con él, pero eso era todo. Y nadie se había planteado la idea de dormir en casa del otro.
aún era demasiado pronto ¿No? Si es que eso seguía entre ustedes, en algún momento la pregunta iba a surgir. Pero ¿Quién sería el primero en hacerla?
Te preguntaste entonces cómo sería dormir con él. Te gustaba el hecho de que fueran de alturas similares, siendo él apenas un poco más alto que tú. La diferencia no era tan grande como con tu ex; No tenías que ponerte de puntillas para besarlo o te sentías como una niña a su lado en la cama, casi durmiendo con un gigante.
¿Sería cariñoso? Del tipo que les gusta abrazar o que los abracen.... ¿O solo dormir cada uno en su lado y ya?
Supongo que en algún momento ibas a descubrirlo.
.
Dos días después mientras estabas en la cama y no podías pegar un ojo, te sentiste tentada a conectarte al Skype, pero te contuviste. Eso podía acabar siendo una adicción para ti y también había sido una mala costumbre para ambos por un par de días.
Recordaste entonces la primera vez que habían hablado por video llamada y como había comenzado ese dulce y tortuoso juego entre ambos.
.
Sosteniendo el teléfono con una de sus manos, lo viste quitarse la camiseta, dejandote ver su firme y esculpido torso.
Una de tus manos se fue involuntariamente entre tus piernas y presionaste tus dedos contra tu entrada.
Te habías sentado en la cama sobre tus cuclillas y dejaste tu teléfono apoyado en tu mesa de noche, para no tener que sostenerlo entre tus manos mientras hablaban.
Él hizo lo mismo, acomodando su cámara, ligeramente hacia abajo, dándote una muy buena vista de su erección perfectamente marcada en sus boxers.
Mordiste tu labio inferior ante esa imagen.
-entonces ¿Que más tenías en mente?- preguntaste con tu voz de niña buena.
-me gustaría verte sin esa camiseta- dijo sin rodeos y con sus ojos afilados casi penetrandote del otro lado de la pantalla.
Sonreiste.
Tomándola del borde, jugaste con ella empujándola hacia arriba de tu estómago lentamente, jugando con él, hasta finalmente enseñarle tus pechos.
- oh, nena, si, eso es- dijo agarrando su dureza aún sobre su ropa interior y respirando con dificultad.
Tironeando tus pezones hacia adelante, gemiste y lo miraste a los ojos buscando sacarlo de tus casillas, mientras estos acaban duros y apuntando hacia adelante.
Él parecía no poder soportarlo más.
- ¿Vas a dejarme ver como te tocas?- susurraste viendo como él se estremeció al escucharte en tanto acabas de quitarte la camiseta.
- ¿Esto es lo que quieres ver? - preguntó tocándose aún sobre su ropa interior.
Tú asentiste con la cabeza
Con un lento movimiento, él hizo sus boxers hacia abajo para liberar su enorme erección, comenzando a acariciarla lenta y continuamente.
Con cuidado, él llevo una de sus manos a la base, mientras con la otra iba arriba y abajo todo a lo largo. De pronto en su rostro pudiste ver alivio, mezclado con ansias y deseo.
-¿Mejor?-preguntaste
-si... Aunque no tan bien como si fueras tú la que lo hace- dijo aún sin detenerse y haciéndote sonreír.
Lo estabas torturando, pero eso por algún motivo eso también te había puesto a ti increíblemente caliente.
Llevando una de tus manos hacia tus bragas, empujaste tus dedos contra ellas mientras con la otra continuabas jugando con uno de tus pezones, retorciendolo.
Viendo a Yoongi a través de la pantalla, notaste como lucia casi devastado. Su cabello aún despeinado, los músculos de su abdomen flexionados, y las venas de su brazo sobresaliendo a causa del esfuerzo.
Metiendo tu mano dentro de tus bragas aún sin decirle nada, empujaste tus dedos contra tu entrada, sintiendo tu humedad y haciéndote cerrar los ojos por un segundo antes de volver a mirarlo.
- dime. ¿Estás mojada ya?- preguntó con la voz grave.
-si...- gemiste aún sin dejar de tocarte también.
Suspirando audiblemente, lo viste apresurar sus movimientos por un segundo antes de retornar a un ritmo lento, pero constante con un poco de dificultad.
- déjame verte- jadeo- quítate las bragas y déjame verte, nena, vamos....- te pidió casi con frustración
Sonriéndole, te pusiste de pie sobre la cama y te quitaste tus bragas, dejandolas caer hacia abajo por tus piernas, frente a él, dándole un buena vista de tus partes íntimas.
Pateandolas fuera de la cama, volviste a sentarte y estiraste tu brazo hacia una de tus almohadas, para sentarte sobre ella.
Esa almohada larga, cilíndrica y firme, que nadie entendía que rayos hacia en tu cama y tú mentiras diciendo que la usabas para apoyar tus pies o para disminuir el dolor en tu cuello; cuando en realidad tenía un propósito muy distinto.
Deslizandola entre tus piernas, te acomodaste sobre ella, mientras tus dedos comenzaban a dar círculos sobre tu clítoris.
-oh... Dios vas a matarme- jadeo Yoongi mirándote fijamente y aún sin dejar de masturbarse -¿Eso es lo que quieres?
Tú negaste con la cabeza al tiempo que comenzabas a moverte adelante y atrás contra la almohada, restregandote contra ella mientras te sostenías con uno de tus brazos, sobre el colchon
-dime en que estás pensando- pidió en un jadeo ahogado - hablame, nena
- me gustaría estar sobre ti ahora mismo- admitiste como toda una sinvergüenza y consiguiendo que él apretara sus dientes en una mueca de placer y dolor al mismo tiempo.- ponerte entre mis piernas y....- tú te interrumpiste con un gemido- y comenzar a montarte
- oh, Dios...- jadeo aún sin quitarte los ojos de encima mientras su mano se movia más rápidamente sobre su erección.- si, ¿Eso quieres?
- si... - tus voz a esta altura solo salía de tu boca en forma de gemidos.
Habías comenzado a mover tu cadera rápidamente sobre la almohada en busca de un alivio, uno que no parecía llegar.
- Dios mírate...- jadeó- desnuda y caliente, ah...- su mano no dejo de moverse mientras el tenía sus ojos puestos en tu cadera- eso es, sigue montando como lo harías conmigo. Cómo estuvieras cabalgandome a mi.
Gemiendo de tan solo imaginarlo moviste tu cadera con rapidez antes de llevar dos dedos hacia tu entrada, para deslizarlos en tu interior.
-Yoongi... - susuraste. Tus ojos se cerraron y dejaste caer tu cabeza hacia atras conteniendo un gemido.
-asi, sigue así, nena- te alentó - hazlo. Juega con tus dedos, dejame ver cómo lo haces.
Alzando tu cadera hacia arriba, empujaste tus dedos en tu interior rápidamente, recordando como él te había follado.
Oh y en ese momento estabas tan caliente y casi te habías olvidado de él, demasiado sumida en tus propias sensaciones.
-buena chica- te felicito el del otro lado de la linea- vamos, sigue así, hazlo.... Ah... Déjame ver cómo te corres... Hazlo.
Abriendo tus ojos para verlo, apretaste la almohada fuertemente entre una de tus manos, mientras con la otra trazabas rápidos círculos sobre tu clítoris, ya hecha un completo desastre.
Tú estómago se tenso y cerraste tus ojos mientras sentías como la liberación se abría paso entre tus piernas. Soltando un fuerte grito, entonces te corriste.
Intentando acompasar tu respiración, te dejaste caer sobre tus empeines y viste a Yoongi maldecir frente a ti, jadeando y tocándose rápida y descuidadamente.
-ah... nena ... Dios... -jadeo entrecerrando sus ojos hasta que viste como ese líquido espeso y blancusco se escurria entre sus dedos, después de haberse corrido.
Lamiendo tus labios, lo viste a los ojos y él solo negó con la cabeza antes de volver a tomar su teléfono con su otra mano y dejarse caer sobre el colchon, por completo deshecho.
Sonriendo, arrojaste la almohada a un lado, y también te tumbaste sobre tu cama, tomando y teléfono antes de acercarlo a tu rostro.
-¿Estás feliz?-pregunto aún agitado- me has hecho hacer un completo desastre- fingiendo un ligero tono de reclamo-así que espero que al menos lo hayas disfrutado.
-mucho- dijiste
Él te sonrió con descaro y negó con su cabeza.
-eres una chica mala- dijo señalandote con el dedo. Tú sonreiste- bien. Limpiare este desastre y me iré a dormir.
-esta bien- aceptaste
-si quieres volver a hacerlo mañana, solo conectate y te llamaré. -guiñandote un ojo él sonrió complacido- que descanses, preciosa.
Y sin darte tiempo a decir algo más, colgó.
Maldito Yoongi.
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¿Y por que te habías acordado de eso justo ahora?
Bien, por que estabas caliente y no querías volver a llamarlo. Se habían visto apenas hacía dos días, pero aún así tu centro estaba necesitado de atención, como si nadie se hubiera ocupado de él en meses.
Mierda.
Yoongi solo te había convertido en una adicta al sexo, pero no tenías nada que reclamarle, ya que eso era algo que disfrutabas como no lo habías hecho nunca.
Subiendo la potencia de tu vibrador, intentando calmar tu deseo, moviste tus caderas hacia arriba, con tus rodillas dobladas sobre el colchón y te aferraste con fuerza a tus sábanas, mientras tú cuerpo se deshacía en profundos espasmos.

Fuck boy. mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora