Luego de que todo mundo alzará sus copas, brindaron y aplaudieron con energía dándole sus felicitaciones al artista.
Bebiendo solo un poco de tu copa, la dejaste sobre la mesa observando la gente a tu alrededor.
Esa noche había sido buena. La muestra había sido concurrida y con suerte conseguirían algunas ventas a altos precios con el artista presente allí.
Con eso y también con Irene metida en ese increíble vestido rojo y su piel blanca y tersa que la hacían verse casi como una muñeca.
Una que era demasiado buena vendiendo cuadros, casi tanto como hacerse rogar a los ricachones que pagaban de más con tal de invitarla a salir o al menos conseguir su número.
Si, tu nunca podrías verte así con es vestido, o conseguir lo que ella conseguía.
Aunque no significaba que no lo intentaras.
Esa anoche, como en todas las de inauguración, hacías tú mejor esfuerzo, y esa no había sido la excepción.
Te habías puesto tus fieles tacones negros y un vestido color hueso, entallado en la parte superior y más suelto y amplio en la parte de abajo.
Te veías profesional y eso es lo que querías, pero no necesitabas destacar de esa forma. Simplemente tu no eras así.
De pronto sentiste una mano deslizándose por tu cintura mientras se acercaban a ti para hablar sobre tu oído.
- te ves jodidamente increíble con ese vestido- la voz espesa de Yoongi resonó en tu cabeza haciéndote sonreír como una idiota.
Volteandote a verlo, él estaba por completo disfrutando de esa situación.
Si bien sabías que había posibilidades de que apareciera en la muestra, no quisiste hacerte ilusiones. Después de todo, desde que se conocian, nunca había ido a una.
Tú habías posteado sobre el evento en Twitter y él te había puesto un me gusta. Más tarde había dicho que quizás podría pasarse a ver la muestra, pero eso había sido todo.
Sintiendo como su mano se aferraba con fuerza a tu cintura, te removiste incómoda y lo apartaste.
-no hagas eso- dijiste en voz baja
Él te dedicó una sonrisa socarrona
-¿por que no?
-por que harás que la gente piense cosas que no son
Aún sin quitar esa sonrisa de su cara, él apartó su mano de tu cuerpo.
-realmente no me importa lo que piense la gente de mi- te dijo- pero como es tu trabajo... me comportaré.
Eso esperaba.
-ahora... Dime ¿Vas a darme un tour privado o tendré que pedírselo a alguien más?
Tú te volviste a verlo sin poder creerte lo que acababa de decir.
-¿Un tour privado?
-bueno, sabes que no tengo idea de nada sobre arte. Por lo que sería bueno tener una experta conmigo mientras recorro la galería y que me ayude a entender que es lo que estoy viendo.
Tú intentaste contener una risa, pero no lo lograste del todo.
- aunque si vas a burlarte de mi, no creo que esto vaya a funcionar- te advirtió con un mirada sería en su rostro.
- oh. ¿Quieres a alguien más entonces?- tu desafiaste
- no realmente.
Bien, esa era la respuesta que querías escuchar.
-bien, seré tu guía de entonces- dijiste- aunque todo tiene un precio
-estoy seguro de que puedo pagarlo- susurro sobre tu oído.
Ah.... Él realmente se estaba esforzando por hacer tu noche imposible ¿Cierto?
O tal vez disfrutaba poniéndote incómoda y también caliente.
Llevándolo contigo por toda la galería, hablaste sobre todas y cada una de las piezas que estaban en exposición y como el artista había terminado con ustedes y que tipo de cosas le gustaban más
Yoongi, escucho todo lo que le dijiste, callado y prestando atención a tus palabras.
-Y bien, ¿Que te pareció? -preguntaste una vez que terminaron, mientras tomabas una copa de champaña de las mesas de la recepción.
-me gustaría que sirvieran wisky
Tú le pusiste tus ojos en blanco.
-sobre la muestra- aclaraste
-ah- él se puso serio de pronto- se ve bien, es llamativo, aunque no es mi estilo, hay algunas piezas lindas.
-¿Comprarías algo?
-no lo creo- él fue sincero- no es por ti. Es solo que prefiero las cosas más... Simples. Algo más, blanco, negro o gris. Algo de arte contemporáneo se vería bien en mi estudio.
Soltando un risa, negaste con la cabeza y bebiste tu champaña.
-supongo que ahora debería hacer mi pago ¿No?- tú no respondiste- dime...- sus dedos de pronto subieron de forma sugestiva desde la parte de atrás de tu rodilla hasta la parte baja de tu trasero, metiendose ligeramente bajo tu vestido- ¿Dónde debería ir para hacer el depósito?
Obligándote a exhalar todo el aire que había en tus pulmones, Yoongi te dedicó una sonrisa caliente.
Ok.
Podian... Podías... Ah mierda. Este era tu trabajo, no podías simplemente escaparte para echarte un polvo. Pero tal vez si podían hacerlo en un lugar, no necesariamente fuera del edificio.
-sigueme- dijiste dejando tu copa sobre la mesa y andando hacia la parte de atrás de la galería con él siguiéndote detrás de tus talones, casi sintiéndote llevaba por una adrenalina instantánea.
Viendo que nadie se percatara de ustedes, abriste la puerta del depósito y le indicaste a Yoongi que entrara.
Bajando las escaleras detrás suyo, pusiste el seguro en la puerta desde la parte de adentro y encendiste las luces.
-¿Asi que este es tu pequeño escondite, eh?- bromeó
-aqui guardamos las obras de la galería- explicaste - así que si rompes algo, te mataré
Yoongi río divertido.
- de acuerdo, jefa. Seré cuidadoso con la mercancía, lo prometo.
Yendo hacia el escritorio, moviste algunas cosas sobre el, antes de comenzar a desabrochar tu vestido.
-¿Que estás haciendo? - preguntó en tanto caminaba en tu dirección
-tengo que volver allá afuera en un rato, así que no dejaré que arruines mi vestido
-lo dices... - él se rió- como si fuera un monstruo que rompe tu ropa cada vez que te ve.
Ya quisieras... Pero no. Él no había hecho. No aún al menos. Aunque de tan solo imaginarte esa escena, acabaste poniendote algo caliente.
-no es eso- dijiste bajando el cierre del costado y entonces estirandolo hacía arriba, sobre tu cabeza para quitartelo- solo... Que prefiero evitar los incidentes.
Doblando el vestido a la mitad, lo apoyaste sobre el escritorio y entonces te volviste hacia él solo usando tu ropa interior. Yoongi te observó con un comer de ojos que solo logró ponete más que la adrenalina que tenías por lo que estaban a punto de hacer.
-bien, señor del depósito. ¿Que va a hacer ahora?- bromeaste.
Reduciendo la distancia que había entre ambos, él te tomó por la cintura y comenzó a besarte mientras sus manos jugaban con tu trasero.
-no puedo creer que uses esto para venir a estas cosas- dijo entre beso y beso y jugando con el borde de tus bragas de encaje- y yo perdiendomelo...- él suspiró- Definitivamente no faltaré a otra inauguración.
Riéndote apenas, él volvió a besarte, está vez con más rudeza y metiendo sus dedos entre tus piernas, acariciando tus pliegues.
Y por supuesto, en cuanto comenzaste a gemir, el sonrió mostrándose satisfecho consigo mismo por lo que conseguía hacerte.
Ah esa maldita y perfecta sonrisa suya que cada vez que apetecía en su rostro te daban ganas de chuparsela hasta que fuera solo por ti que sonriera de ese modo.
Tironeando de su cinturón, lo quitaste antes de desabotonar sus pantalones con prisa y hacerlos hacia abajo, quitando también sus boxers del camino.
Y ahi estaba, su erección, semidura e hinchada, entre tus manos, esperando que le dieras algo de atención.
Alzando tus ojos hacia Yoongi, viste entonces esa mirada oscura y caliente en sus pequeños ojos.
Arodillandote en el suelo, lo tomaste entre tus manos y comenzaste a masturbarlo mientras jugabas con tu lengua en su punta.
El arrugó su nariz en una mueca de dolor y placer y te dejo hacer con el lo que quisieras, descansando sus manos a ambos lados de su cuerpo.
Comenzando a metertela en la boca lentamente, moviste tu mano sobre la base, haciendo movimientos circulares y yendo arriba y abajo en el proceso mientras tu lengua se encargaba del resto.
Sin poder resistirlo, llevaste una mano entre tus piernas y te tocaste aún sin dejar de chuparsela. Ah... Estabas tan caliente.
No solo por lo que estabas haciéndole y viendo cómo estaba disfrutandolo, sino por toda la situación.
Soltando un pequeño gemido con el aún en tu boca, lo viste retorcerse y jadear en respuesta a como eso se había sentido.
¿Por qué te gustaba tanto hacérselo?
Probablemente por la expresión en su rostro cuando lo estabas haciendo, de fascinación
Mezclada con hambre y al mismo entrega.
Sabías que a él le gustaba tomar el control también, pero esos momentos, cuando el sol te dejaba complacerlo, eran los que valían.
Y ya para cuando conseguiste que se le pusiera tan dura que sus venas resaltaban debajo de su piel en forma de gruesas lineas, él te detuvo.
Poniéndote de espaldas a él, como solía ponerte siempre que podía, acaricio tus pechos aún encima de tu sostén, bajando sus manos lentamente por tu cintura, hasta tu cadera, para terminar entre tus piernas.
Metiendo su mano entre ellas, él te tocó sobre tus bragas, mientras sentías su erección clavada contra tu trasero.
Sin dudarlo, empujó tus bragas hacia abajo y deslizó sus largos dedos en tu interior lentamente para luego retirarlos de la misma manera, haciendo gemir como una niña.
-buena chica- susurro sobre tu oído mientras te sostenía por el pecho, para que mantuvieras tu cuerpo pegado al suyo e impidiendo que te hincaras hacia adelante, sobre el escritorio.
Aferrándote a su brazo, lo dejaste follarte con los dedos mientras sentías como a cada minuto estabas más y más mojada.
Haciendo que sus dedos dejarán de penetrarte, los hizo hacia arriba, esparciendo tu humedad entre tus pliegues, para finalmente dirigir su atención a tu muy necesitado clítoris.
Y claro, en cuanto él comenzó a trazar círculos sobre el, sentiste como tus rodillas cedían y tú respiración se volvia irregular, intercalada por tus gemidos.
-shhh... Más despacio o alguien vendrá a ver qué es lo que estamos haciendo aquí abajo- advirtió sobre tu oído en tanto aumentaba el ritmo.
Mordiendo tu labio inferior evitando gemir más fuerte, clavaste tus uñas sobre su brazo y empujaste tu cadera hacia adelante mientras te corrías con fuerza.
-eso está mejor- te felicito depositando un suave beso en tu cuello y finalmente liberandote de su agarre.
Volteandote a verlo, su boca se apoderó de la tuya mientras él hacía que terminarás sentada sobre el viejo y arruinado escritorio de madera que había acabado en el depósito solo para acumular papeles y por qué ya nadie lo necesitaba en la planta alta.
Acomodando tu trasero desnudo sobre la fría madera de roble, viste a Yoongi ponerse el condón rápidamente antes de metertela con un rápido movimiento y consiguiendo que tus ojos se fueran hacia atrás.
Pensarías que para esta altura ya te habrías adecuado a tu tamaño, pero eso no era así.
Cada vez que él te la metía, era como si todo tu interior se contrajera y tuviera que volver a hacer espacio para que el te llenará por completo.
Tomandote por la nuca, él te sostuvo, mirándote a los ojos mientras tú sostenias tu peso sobre tus manos.
Con rápidos movimientos Yoongi te follo, jadeando y sudando probablemente tanto o más que tú.
Abriendo un par de botones de su camisa, el aprovecho la cercanía para besarte y calzar una de tus piernas sobre su hombro, empujando su erección aún más adentro, si eso era posible.
Y puta madre, si eso no se sentía bien.
Viéndolo apretar sus dientes, el empujó adentro y afuera tuyo, haciendo que sus bolas chocarán con tu trasero y te estremecieras ante esa sensación.
Apenas unos minutos después en esa posición, tu cuerpo se contrajo en un espasmo placentero mientas los dedos de tus pies se curvaban hacia abajo.
Sin darte tiempo a reponerte, Yoongi te bajo del escritoio, poniéndote frente a él, y haciendote apoyar tus manos sobre la superficie.
Entonces te folló por detras, incorporando su mano a ese juego, tocandote mientras su dura erección se hundía en tu interior.
-ahh.. Yoongi... Dios....
-no creo que Dios vaya a escucharte ahora- bromeó
-solo sigue... así, justo así..
Dándote una suave nalgada, tú te estremeciste en tanto lo sentías tomarte por los hombros y empezar a metertela más y más rápido.
Soltando un grito y ya sin importarte si alguien los escuchaba allá arriba o no, moviste tu cadera contra la suya, buscando tu liberación.
Y unos segundos después está llegó, con Yoongi siguiéndote apenas unas estocadas después con un fuerte jadeo.
Volviendo a acomodar tu ropa interior, tomaste tu vestido y volviste a ponértelo mientras veias a Yoongi arreglar su ropa del mismo modo.
Dedicandote una sonrisa risa divertida, él se acercó a tu para acomodar tu cabello
-ven aqui- te dijo y entonces empujando hacia atrás los mechones de pelo que se habían salido de tu peinado- ahh... Creo que he arruinado esto, eh
-¿De verdad?- suspiraste y el asintio
- lo siento, me deje llevar - sin embargo su rostro era una mezcla de arrepentimiento y diversión.
Bufando, hiciste tus brazos hacia arriba y desarmaste el peinado que te había tomado media hora hacerte en tu departamento.
De ahora en más, cada vez que lo vieras no volverías a hacer algo como eso, ya que no iba a durar, pensaste.
Deslizando la coleta por tu muñeca, dejaste caer tu cabello hacia abajo, acomodando las ondas a ambos lados de tu rostro.
-¿Mejor?
-bastante- dijo el, ayudándote a arreglar las partes que no podías ver- prometo ser más cuidadoso a la proxima.
Ah. Y de tan solo imaginartelo, pudiste sentir tu centro palpitando, de ansiedad.
.
Saliendo del depósito rápidamente e intentando que nadie los viera, no llegaste muy lejos de allí, cuando se toparon con Irene.
- oh, aquí estas- dijo con una sonrisa al verte- Xiumin estaba buscándote, y no sabíamos donde te habías ido.
Tu simplemente no respondiste.
Mierda.
- hola, soy Min Yoongi- dijo él tendiendole su mano a tu amiga y empleada con una sonrisa amistosa
- Irene- contesto ella de un modo diplomático y estrechando su mano con delicadeza.
- Lamento el malentendido- dijo él-pero tu jefa solo estaba dándome un recorrido por la galería.
-oh. Así que... ¿Hace mucho se conocen?
Y si en ese momento hubieras podido lanzarle un rayo láser con los ojos a tu amiga, lo habrías hecho.
Especialmente por qué ella te había mirado con atención y había notado que llevabas el cabello diferente, incluso cuando no lo hubiera dicho, podías verlo en sus ojos.
- hace bastante, si- dijo él, respondiendo casualmente- tenemos amigos en común.
Oh más bien, uno.
Kookie, quien ahora mismo debía de estar ocupado en la universidad o en alguna fiesta.
- ya veo- Irene lo escaneo con los ojos de arriba abajo con la mirada antes de volverse a ti con una sonrisa de complicidad.
"Voy a matarte" le dijiste, únicamente moviendo tus labios y sin emitir sonido alguno.
-¿Y que te ha parecido la muestra?
-no esta mal, pero ¿Que puedo decir? No soy un experto. - Yoongi fue sincero- Supongo que está bien. Aunque para ustedes lo importante es que compren ¿ No es cierto?
-totalmente. Y dime ¿Estás interesado en comprar alguna pieza?
Viendote a ti rápidamente, él sonrió antes de contestar.
- no realmente.
-bueno, si cambias de opinión, ya sabes a quién recurrir. - dándole una se sus miradas matadoras, ella acomodó su cabello detrás de su oreja y le sonrió. Si, acababa de flirtear abiertamente con el frente a ti, pero lo había hecho solo para molestarte a ti.
Yoongi no era para nada su tipo ni iba a serlo. Ella probablemente acabaría del brazo de algún empresario, actor de telenovelas o incluso algún Idol de los que le encantaban.
Apartándose de allí, con una de sus caminatas elegantes, tu suspiraste y negaste con la cabeza, resignada.
-ella debe ser realmente buena vendiendo cuadros- dijo Yoongi a tu lado.
- es la mejor vendedora que tenemos.
- bueno, ella ciertamente sabe como venderse a si misma -respondió divertido- y aunque fue bastante bueno todo ese cuadro que me monto, si fuera a comprar algo, solo recurría a ti
- gracias- dijiste.
- además, estoy seguro de que puedo conseguir un buen descuento. Después de todo, me estoy tirando a la encargada de la galería ¿Sabes?- susurró- eso debería valer de algo
Dándole un codazo, él estalló en risas y tú solo negaste con la cabeza.
Ah. Yoongi. Maldito bastardo.
Mordiendo su labio inferior, notaste entonces como sus ojos estaban fijos en tu boca.
- ¿No vas a dejarme besarte aquí, verdad?- preguntó
Su pregunta te tomó desprevenida. Nunca te lo había preguntado antes y por mucho que te hubiera gustado decir que si, esa no era una buena idea.
Acercándote a él, dejaste un beso sobre su mejilla y le sonreiste.
- tendrás que conformarte con eso- dijiste
- Supongo que es mejor que nada- Yoongi se encogió de hombros.- ¿Que tal si vamos por algo de comer cuando termine esto? Yo invito.
-yo... La inauguración termina dentro de dos horas- explicaste- y después tengo que quedarme a ordenar, fijar los papeles para la transacciones de venta y...
-entiendo- dijo con la voz seria- está bien, olvídalo. Solo fue una idea. No te preocupes
Una vez más, el había puesto ese velo de indiferencia entre ambos, uno que no podías romper.
-lo siento
Y esa era la verdad. No podías irte de allí apenas terminará todo. Lamentablemente este tu trabajo y no podías delegar todo a Irene. Tú eras la encargada y ya con esa aventura en el depósito habías roto muchas de tus reglas, incluso si lo hubieras disfrutado como el demonio.
Pero por otro lado. La idea de comer con el sonaba bien, aunque también sonaba como algo más.
Salvó el helado y el ramen en su estudio, no habían compartido mucho más. Tragos, cervezas, wisky, pero nunca habían ido a comer juntos; no solo ustedes dos.
-bien. No te quitaré más tiempo- él intentó mostrarse normal, pero tú te diste cuenta que estaba molesto o en todo caso decepcionado contigo. Y eso era tu culpa.- espero su todo salga bien y tengan muchas ventas...-aunque sí te dedicó una sonrisa- nos vemos luego...- él acaricio tu mejilla como lo había hecho esa noche antes de bajarte del taxi y entonces se fue de allí.
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Fuck boy. myg
Fiksi Remaja¿Qué pasa cuando tienes una aventura de una noche con el amigo de tu mejor amigo? Después de haber terminado con tu ex, Min Yoongi aprovecho la situación para finalmente follar contigo, haciendo que te replantearas la idea de que eso solo fuera cosa...