Julia se aproximó a ella.
Era una mujer joven aún, muy guapa y distinguida.
Pertenecía a la mejor sociedad neoyorquina, como su hermana Molly, con la única diferencia de que su tía se había casado con un político y Julia con un estudiante que provenía de una familia de hacendados.
Al principio, los padres de Julia se habían opuesto a la relación, pensando que un día el joven regresaría a sus tierras y se la llevaría lejos, pero Julia, quien estaba muy enamorada de Henry, no le hizo caso y se casó con el.
Tiempo después, cuando el padre de Henry murió inesperadamente, el tubo que volver para hacerse cargo de la riquísima propiedad.
Su madre se adaptó pronto a su nueva vida y sólo viajaba a New York para visitar a su familia.
Era una historia simple, pero enternecedor, pues sus padres se amaban y eran felices.
Natalia salió de su casa y vio que su padre negociaba con un joven elegante, con traje de montar.
Al verla Henry le dijo:
-Natalia ven un momento
-buenos días saludó Natalia
-te presento a George Reeves, hijo de nuestros vecinos.
Esta estudiando medicina en New York, pero viene con frecuencia.
George, esta es mi hija Natalia.
-¿no te acuerdas de ella?
ESTÁS LEYENDO
El Destino La Esperaba
RandomAl regresar a la hacienda de sus padres, Natalia se encontró con sam, un viudo con un hijo, que vivía lleno de amargura