Sam se mordió el labio, no volvería, estaba seguro, y sintió un súbito desaliento.
Esa noche Natalia decidió no volver por la hacienda de Sam, no merecía la pena de preocuparse por el, por su hijo si, pero dado el carácter de su padre era muy difícil poder acercarse a el.
Georg llego cuando ya habían terminado de cenar, saludo a Henry y a Julia y miro a Natalia con una expresión muy diferente a la de días atrás, en su ausencia había pensado mucho en ella.
-Gracias a Dios regresaste, George, estaba como perdida sin una persona civilizada por aquí, le dijo Natalia.
-Oye hija, gracias por lo que me toca, respondió s padre riendo, ¿sabes, que compadece tanto a Sam que se La Pasa todo el día rondando por su hacienda?
George sonrió respectivo.
-Ten cuidado Natalia, la primera vez que regrese de la hacienda de mi familia, a mi también me pasó lo mismo y Sam me despidió tranquilamente.
-Por supuesto que no, si me pidieron que me fuera, no iba a regresar.
Fue como sí de pronto esas palabras iluminarán su cerebro, Natalia no se retiraría, ya vería Sam quien podía más, si el con su carácter o ella con su persistencia.
Es un resentido, dicen que odia a su hijo y lo maltrata, continuo George.
-No odia a su hijo, aclaro Henry, lo que pasa que lo educa de la misma forma que lo hicieron con el.
-Es un hombre amargado, yo siento compasión Por el, dijo Julia.
-¿compadecerlo por qué quiere vivir sólo? además el se muestra siempre tan seguro de sí mismo, tan autosuficiente, que no puede inspirarme lástima, en el fondo se siente superior a todos nosotros.
Natalia no dijo ni una sola palabra, sabía que George tenía razón en su apreciación.
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El Destino La Esperaba
RandomAl regresar a la hacienda de sus padres, Natalia se encontró con sam, un viudo con un hijo, que vivía lleno de amargura