-pero querrás lo mejor para tu hijo, insistió Natalia
Sam se dirigió al niño:
-por hoy hemos terminado, ve a la casa para que te bañes.
-sí papa, adiós Natalia.
-hasta mañana Agus.
Pensó que Sam se iría detrás de su hijo, pero Natalia se equivocó. Sam Se sentó en un tronco y se quedo mirándola.
-cuándo regreses de New York te olvidarás de todo esto, le dijo Sam a Natalia.
-no veo porque, yo soy de campo.
-pero te educaron en la ciudad, eso siempre influye, aquí no hay diversión. ¿Qué ah sido de tu amigo?
-¿George?
-si
-tuvo que ir a la ciudad más cercana a resolver algunos asuntos.
-imagino que te aburrirás.
-no lo creas, la pradera es interesante y conversar contigo me acorto la tarde, si me permitieras dar un paseo con tu hijo te lo agradecería, imagino que Agus conoce bien estos lugares y Yo los he olvidado un poco. Me encantaría familiarizarme con ellos de nuevo.
-Esta bien, creo que ya se bañó, le diré que venga A reunirse con tigo.
-gracias Sam.
-no me las des, no creo que te entretenga mucho, es un chiquillo ignorante.
-tiene 6 años ¿no sabe leer?
-ya tendrá tiempo para aprender, adiós Natalia
Unos minutos después apareció Agus con la cara y las manos mal lavadas.
-mi padre me dijo que me estabas esperando, Natalia.
-¿tienes inconveniente en acompañarme, Agus?
-No... Así no oiré reñir a peggy.
-¿quien es peggy?
-Nuestra cocinera, todo el día se la pasa riñendo con migo,
-vamos a dar un paseo a pie, quiero conocer bien todo esto.
Empezaron a caminar juntos, ya estaba oscureciendo y Natalia sintió como una alegría intensa al ver el paisaje de la pradera y sus montañas.
-¿tu padre te riñe?
-claro Natalia, lo hace siempre que no hago las cosas bien.
-¿nunca ha sido a la escuela?
-no, mi padre dice que iré después
-¿no te gustaría y compartir con otros niño de tu edad?
-no lose Natalia, quiero ser como mi papa, que es un hombre bueno, trabajador y muy listo.
-¿quieres mucho a tu padre?, le pregunto Natalia con ternura.
-si, mi papa es un gran hombre, eso le dice peggy siempre.
-¿cómo es peggy?
El Niño se hecho a reír, peggy tiene tantas arrugas en la cara, que cuando se ríe parece una papa vieja, pero papa dice que es muy buena, que cuando murió mi mama, ella me cuido y me dio todo su cariño, yo tenía apenas un año de edad.
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El Destino La Esperaba
RandomAl regresar a la hacienda de sus padres, Natalia se encontró con sam, un viudo con un hijo, que vivía lleno de amargura