[Killua x OC] The Only One [PAUSADO]

Rumores (Parte 1)

POV Gon

Hacia ya una semana desde que había empezado el segundo semestre y Flora entró a nuestro grupo. Killua, Kurapika, Leorio, Flora y yo acabábamos de terminar de desayunar y salíamos del comedor en dirección a clase. Flora empezó a rebuscar algo en su maleta. -Mierda, se me ha olvidado el estuche en la habitación. Voy corriendo a por él, nos vemos en clase.- Declaró mientras cerraba su mochila y se la volvía a colocar en el hombro. -Espera, te acompaño.- Le sugirió Killua. Flora asintió y se fueron corriendo al ascensor. Kurapika, Leorio y yo decidimos ir directamente al edificio de clases y esperarlos dentro.

Tras varios minutos de caminata llegamos a dicho edificio. -Vaya, es la primera vez que veo a Killua sonreír así.- Manifestó sonriente Leorio, refiriéndose a lo alegre que había estado Killua esta mañana durante el desayuno. -Verlo sonreír así te hace pensar que realmente es un chico normal.- Añadió Kurapika. Yo me reí. Pobre Killua, siempre se meten con él, pero me alegra que esté más animado últimamente. "Le tendré que preguntar si algo bueno pasó." Pensé divertido. 

De repente, en el recibidor del mismo, escuchamos a un grupo de chicas hablando. -¿¡Qué!? ¿¡En serio!? ¿Kurapika, el de los ojos rojos?- Al escuchar eso, mis amigos se quedaron congelados. -Sí, el que tuvo que ir a un reformatorio antes de entrar a Miyazaki porque golpeó a todos los de su clase en primaria.- Yo me alarmé al escuchar eso y miré a ambos, los cuales cada vez se les notaba más el enfado en la cara. -Y también el otro, Leorio. Oí que es un pervertido.- Asustado, intenté calmar a los dos. Al rubio se le empezaron a poner los ojos rojos. -¡Oí que salió con cien chicas antes de entrar a secundaria!- El uno y el otro estaban muy cerca de hacer un agujero en la pared de un puñetazo. 

-¡Cielos! ¡Eso es increíble!- Se reían las tres chicas. Tanto Kurapika como Leorio se acercaron al grupo; yo me quedé detrás de ellos. No quería meterme en pelea con unas niñas. -Ah, ¿en serio? ¿Quién dijo eso?- Preguntó Leorio. La chica, aún no se había dado cuenta de que quienes estaban detrás suya preguntando eran los chicos de los que estaban rumoreando. -Oh, fue...- Leorio la empujó contra la pared y apoyó una de sus manos sobre esta, para no dejar a la chica escapatoria. -¿¡Quién fue!?- Ella lo miraba asustada. -Dime.- Le dijo con una sonrisa airada. -T-Todos lo dicen...- Respondió atemorizada. -¡Esa no es la respuesta que busco! ¡Pregunto quién empezó el rumor!- Le gritó dando un golpe a la pared. La chica no respondía. -¿¡Quién fue!?- Insistió el pelinegro. -Flo... Flora.- Dijo finalmente. -Es lo que todos dicen. Que Flora los está usando a Killua y a ustedes tres para volverse popular.-

Me quedé impactado al escuchar esas palabras. ¿Flora? ¿Flora estaba diciendo esas cosas de ellos dos? ¿Por qué? Cuando miré a los demás, tenían la misma expresión de asombro en sus rostros. Leorio se apartó de la chica y mirando hacia el suelo murmuró. -Vayámonos.- En silencio los tres nos dirigimos a las escaleras.

Mientras subíamos las escaleras para llegar a nuestra clase vimos a otro grupo de chicas hablando. -¿¡Qué!? ¡No te creo! ¿Kurapika? ¿El de los ojos rojos?- Exclamó una de las chicas del grupo. -¡Ese mismo! Oí que era casi intocable en primaria. Hizo llorar a varios maestros y golpeó a todos en su clase.- Siguió contando otra. Leorio y yo nos quedamos atrás, escuchándolas desde lejos, pero Kurapika se acercó a ellas, enfurecido. 

-He hecho mucho más que eso, ¿sabes?- Declaró el rubio, parado frente a ellas con los brazos cruzados, una ceja levantada y sus ojos de color escarlata. -Además, mis ojos no siempre son rojos.- Refunfuñando y con las manos en forma de puños siguió subiendo las escaleras, solo, hasta que lo perdimos de vista. Leorio y yo miramos a las chicas quienes nos miraban incómodas. Decidimos ignorarlas y seguir nuestro camino.

Una vez llegamos a la planta donde se encontraba nuestra clase, vimos a otras dos chicas hablando en el pasillo. Conforme nos íbamos acercando empezamos a escuchar la conversación. -Leorio-san, ¿no? Así que no era ninguna broma, ¿eh?- Cuando Leorio escuchó su nombre, noté como se ponía tenso. Seguimos caminando, acercándonos a ellas. -¡Lo sé! ¡Salir con cien chicas en secundaria es increíble! ¡Es un pervertido! ¡Solo han pasado 3 años desde que estamos en secundaria, aunque él ha repetido, así que ya es su quinto año!- Leorio, lleno de ira se acercó a ellas, aguantándose las ganas de golpearlas. -¿Realmente creen que hay cien chicas lo suficientemente buenas para mí?- Las chicas, al escucharlo se sobresaltaron, mirando a Leorio asustadas. -Si las conocen, tráiganlas. Las probaré yo mismo.- Concluyó, metiendo sus manos en los bolsillos y yéndose a clase enfurecido. Parecía que le saliera humo de la cabeza del cabreo que llevaba encima. Las chicas se quedaron mirando como Leorio se alejaba y luego me miraron a mi. Me saludaron con la mano, pero yo estaba demasiado shockeado aún y simplemente las ignoré y me fui a clase.