Encantadora torpeza [FINALIZADO]

Mistake #13

—¡Una mierda vas a disfrutar! —Donghae salió de su escondite enfurecido. Jaló el brazo de Hyukjae alejándolo de aquel tipo—. Te vienes conmigo, Hyukjae. 

Por la fuerte sacudida Hyukjae dio un paso tambaleante en dirección a Donghae y al siguiente trastabilló de bruces. Afortunadamente Donghae logró sujetarlo de los brazos antes de que su compañero diera de cara con el piso. Aun así, el cuerpo de Hyukjae era peso muerto en sus manos debido a su borrachera y a Donghae le estaba costando sostenerlo. Éste luchó por mantenerlo de pie, sin embargo, Hyukjae se le fue deslizando como gelatina hasta que finalmente cayó al suelo. Por suerte la caída fue suave y de unos pocos centímetros de altura, por lo que no le causó dolor, o eso esperaba Donghae. 

—¡Hip! Me caí... —comentó Hyukjae con una risa cantarina.

Sus ojos apenas estaban abiertos y sus mejillas estaban tan sonrojadas. De un momento a otro, éste bostezó estirando los brazos. Bajo la mirada asombrada de Donghae, Hyukjae se recostó en la alfombra hecho un ovillo y apoyó su cabeza sobre sus brazos plegados.

—Tengo soeño~ Boenas noshes.

El leve ronquido que le siguió lo dejó sin palabras. No supo por qué, pero un poco de ternura se coló en su corazón al verlo así.

—Levántate —murmuró el desconocido haciendo un amague por acercarse a Hyukjae.

La furia regresó a Donghae de inmediato cuando aquel sujeto apoyó su mano sobre el hombro de su compañero. 

Esa asquerosa mano...

—¡Aléjate, tú! —Donghae apartó el brazo de aquel con un manotazo. Era inaceptable que ese tipo siquiera haya tocado a Hyukjae. No lo volvería a hacer de ningún modo. Donghae se iba  asegurar—.  No vuelvas a tocarlo, ¿me oíste? ¡Vete! Deja a Hyukjae en paz.

Donghae avanzó hacia él con ira. El latino se veía enfadado también, sin embargo, retrocedió ante su advertencia, mas no se fue. 

Aun receloso de su presencia, Donghae regresó hacia Hyukjae manteniendo un ojo en él. 

—Vamos, despierta —susurró mientras sacudía levemente el hombro de Hyukjae.

Y nada, absolutamente nada. Hyukjae no abrió los ojos, ni se removió, ni nada. Sólo continuó durmiendo ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor.

—Está fuera de sí. No despertará— dijo el latino. 

El sujeto dio un paso adelante. Donghae le gruñó peligrosamente y el sujeto se detuvo. 

—Está fuera de sí, pero aun así querías llevarlo contigo —Donghae no escondió la indignación que sentía.

La expresión socarrona que le devolvió el latino lo enfermó aun más. El malestar en su interior se volvió insoportable cuando los ojos del desconocido escrutaron gustoso a Hyukjae.