Encantadora torpeza [FINALIZADO]

Mistake #16

Hyukjae se había presentado a la cita vestido de colegiala...

—¡¿Qué haces vestido así?! —exclamó Donghae en un chillido horrorizado.

Al instante, cubrió su boca con la mano. Un rápido vistazo a su alrededor y descubrió a los demás clientes observándoles curiosos. El color en el rostro de Donghae se drenó al mismo tiempo que su corazón daba un vuelvo. "¡Nos descubrieron!", pensó Donghae alarmado. Sin embargo, los presentes rápidamente perdieron la atención en ellos y continuaron con lo suyo. Donghae suspiró aliviado.

—Casi nos descubren —masculló Donghae de mala gana.

—Por tu culpa —contestó Hyukjae, presuntuoso—. No deberías de gritar así, oppa —agregó afinando la voz. 

Entonces hizo esa cosa. Hyukjae ladeó la cabeza agitando sus coletas rubias, le guiñó un ojo  y chasqueó la lengua finalizando con una sonrisa coqueta. Donghae casi se vino en sus pantalones.

—No vuelvas a hacer eso —le advirtió pudoroso. Su rostro estaba casi en llamas—. Nunca. ¡Jamás! 

—¿Por qué? ¿Te afecta? —preguntó con inocencia fingida.

—No, para nada —negó Donghae entre dientes.

—Entonces voy a hacerlo las veces que quiera. Parece que esto le gusta a los hombres.

Y para probar su punto, cuando vino el mesero a tomar el pedido, Hyukjae ladeaba la cabeza una y otra vez agitando sus coletas en el aire y sonriendo coqueto.

—Quiero frappé de fresas, oppa —dijo con voz aguda y enredando su dedo índice en un mechón de pelo.

Para ese entonces el mesero estaba embobado. Hyukjae decidió ir más lejos, entonces se giró en su asiento, sacando sus piernas de debajo de la mesa. Bajo la atenta mirada del mesero las cruzó seductoramente y finalizó guiñándole el ojo. El mesero escondió su rostro sonrojado tras el pequeño anotador. 

—Yo quiero café —gruñó Donghae, enfadado. Pero el mesero ya había salido medio corriendo. Con molestia dirigió su mirada hacia Hyukjae—. Eres un alborotador —le acusó entrecerrando los ojos.

—Sí, pero sólo me gusta alborotar a alguien en particular —reconoció dejando de lado esa actitud socarrona que tenía. 

Donghae fue tomado desprevenido ante la indirecta. Su corazón latió desbocado al verse el centro de la intensa mirada de su compañero. Automáticamente su mente quedó en blanco. Hyukjae sin palabras lograba perturbarlo como nadie lo había hecho.