Habíamos llegado de comer con los chicos después de la rueda de prensa, ya era un poco tarde. Alba y yo entramos a la habitación y nos pusimos un par de camisones para descansar. Decidimos no salir esa noche pues todos estábamos exhaustos y mañana viajaríamos de vuelta con nuestras familias.
Acostadas en la cama el ambiente se tornó un poco nostálgico. Era raro ver a Alba un poco más seria, sus tristezas no solían durar más de cinco minutos, decía que era una pérdida de tiempo hundirse demasiado en aquellos sentimientos negativos o preocupaciones.
—No te preocupes, ocúpate— recordé aquella frase que soltó una de las noches en la academia mientras intentaba consolarme ante el estrés que me causaba el no poder alcanzar uno de los agudos de la canción de Never Enough justo el día de reparto de temas. Mencionó que era algo que solía decirle la Rafi desde pequeña.
Su inteligencia emocional nunca dejaba de sorprenderme. Supongo que de ahí viene aquél dicho de "encontrar a tu complemento"; porque vaya que nos complementábamos y nos admirábamos demasiado la una a la otra por cosas que cada una consideraba que le faltaban; era algo así.
Al menos en este momento de nuestras vidas sé que somos lo que necesitamos; lo que nuestra alma busca desesperadamente para aprender, nuestro destino es crecer y absorbernos la una a la otra y convertirnos en versiones mejoradas de quienes somos.
Nada es una coincidencia. Flipo cada que lo pienso.
La luz de la tarde se colaba entre las cortinas. Estábamos acostadas viendo al techo, éramos un cuadro. Sonreí ante quella imagen tan deprimente.
Alba seria y pensando. Es que eso casi nunca pasaba, al menos no por tanto tiempo. La curiosidad me provocó voltear hacia ella. Me pregunté qué podría ocupar su mente; desde que la conocí me he vuelto menos ensimismada; salgo inmediatamente de mis pensamientos para saber cuales son los de ella.
—Hey...— le llamé sutilmente con una sonrisa en los labios.
—Churri...—volteó a verme como si acabara de salir de un trance.
—¿A donde te fuiste?— pregunté risueña.
—ahh...— sonrió conmigo —sí es que...estaba pensando en todo lo de mañana y...no no, a ver ya...ya está—
—Emm...¿Bueno?...— respondí riéndome confundida tras no entender nada de aquella frase incompleta.
—Se acabaron sus cinco minutos de preocupación...— pensé.
Alba rió conmigo un poco avergonzada ante la corta conversación.
—O sea...es que la Rafi ha invitado a algunos tíos a almorzar y tal...después he quedado con mis amigos para la cena. Tengo muchas ganas de verlos pero a la vez digo como...no sé es raro. O sea...es que va ser en plan...diferente todo sabes....—
–Ya...— contesté con un suspiro. —Sí, sí...te entiendo perfectamente— aseguré relacionando aquella sensación con mi propio contexto.
—Yo estoy un poco nerviosa igual...— añadí.
—Bueno yo no estoy nerviosa...— contestó la rubia pausando para ordenar sus ideas.
—Por supuesto que no lo estás...— inferí en mi cabeza con una sonrisa obvia, tras recordar esa gran seguridad con la que iba por la vida.
—Es más como una mezcla de emoción... o sea porque quiero ver a mi hermana y mi familia y mis amigos...pero a la vez es como un poco de agobio y que además llegaremos súper cansados todos creo— retomó.
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La chica de la voz aterciopelada (Albalia Fanfiction)
Fanfiction¿Tío esta chica es real? -Pensé. Estaba escuchando un ángel. Era rubia y de baja estatura; unos grandes ojos marrones que lo expresaban todo...por si fuera poco, un cuerpo y un rollazo que te cagas. ----------- Notas: La historia es una mezcla de...