Fuera de la Academia

999 53 0
                                    

—¡¡Alba!!... ¡¡que estamos fuera tía!! — exclamé con los ojos abiertos mirándola mientras reía y soltando la maleta a un lado de una de las camas individuales en la habitación de hotel que nos habían asignado fuera de la academia.

—¡¡¡YA SÉ TÍA!!!— Alba soltó riendo exageradamente junto conmigo, posándose a un lado del mueble de televisión que se encontraba frente a ellas.—¡Estaba apunto de decir eso! ¡Es que no lo puedo creer! — aseguró aún entre risas y llevándose las uñas de sus dedos entre sus labios; era algo que solía hacer cuando estaba sorprendida, nerviosa o confundida.

Después de un cómodo silencio y de admirar los confines de la habitación Alba retomó la palabra.

–Nat...— dijo con cierta timidez —aún siento que nos están grabando— continuó soltando una carcajada.

—¡¡Yo también!!— grité con complicidad correspondiendo con su risa. —Es que nos han dejado con un trauma he...y además que la psicóloga no fue las últimas semanas...tía tuve unos días que me entraba una ansiedad...— continué.

—Lo sé a mi también, al principio me ayudó muchísimo hablar con ella...a todos creo, y es que con todo lo de Isaac, y luego la confusión y luego...— Alba continuó y noté que se apresuraba al hablar mientras se metía de nuevo una de sus manos entre los labios y con la otra exageraba sus ademanes, los "glitches" que le daban me provocaban demasiada ternura —y luego estas últimas semanas como que se empezaron a acumular las cosas y...no sé es que...no te da tiempo ni de pensar en lo que te está pasando— terminó.

—Sí, ha sido una locura...— contesté suspirando mientras me tiraba de espaldas a la cama.

—Sí...— respondió Alba suspirando aún apoyada a un lado del mueble de la televisión viendo hacia mí.

—En fin, ya se nos pasará. Nos acostumbraremos a la vida normal de nuevo...o eso espero. — añadió con una risa sutil.

—Bueno que vida normal yo creo que ya se quedó atrás he...— aclaré —al menos por unos años— reí un poco asustada.

—Que locura— dijo Alba observándome —Aún no lo proceso—.

—Ni lo haremos creo — añadí, —ya has visto todo lo que Noe nos ha dicho; se vienen los ensayos de la gira pronto, la rueda de prensa, las reuniones con Universal...—

—¡La gira tío!— exclamó Alba.

—Es que nos la vamos a pasar.... — contesté emocionada.

—Ay y la ilusión que me hizo volver a ver a la Mari — dijo Alba cambiando el tema.

—Como se le extraña a la cabrona — coincidí —es que con pocos sentí ese vacío como cuando se fue ella he...— continué —y con Miki obviamente —.

—Sí, es que la Mari es de esas personas que notas en donde sea — añadió Alba, —su personalidad es muy particular, es tan tan guay...— terminó sacando una sonrisa.

—Sí que lo es — respondí, dejando ir otro suspiro provocado por el cansancio y la comodidad en la que me encontraba sobre el colchón de la cama.

—Mañana iremos de nuevo a la academia y será nuestro último día. ¿Podeis creerlo?— continuó la rubia.

—Bueno que ni me hables de eso que me va a dar una nostalgia y una mezcla de emociones raras...— respondí pausando por un momento —es que nos ha dado el síndrome de Estocolmo — continué —te quieres ir pero no te quieres ir —.

—Sí...algo así — dijo Alba con un suspiro que denotaba también un poco de cansancio.

La rubia se acercó a la cama en la que yo me encontraba para después tirarse a mi lado.

—Que cansancio tía— dijo viendo hacia mí, mientras yo miraba fijamente al techo como hipnotizada.

—¡Buah! ¡que bien vamos a dormir hoy!— suspiré con alegría. —Al fin una cama cómoda y con dimensiones normales — reí.

—Y que no debemos tender mañana— añadió Alba.

—Uy y yo que soy tan mala... — reí un poco más —es que las camas de la academia tío, eran extrañísimas y para tenderlas era una puta travesía—.

—No intentes justificarte Natalia— Alba respondió riéndose de mí.

—Zorra...— respondí riéndome y dándole un sutil manotazo en el brazo.

La risa fuerte de Alba resonó en la habitación.

Poco después suspiró y se acercó a mí, dándome un beso en la mejilla para después acurrucarse en mi cuello y posar su brazo en mi torso.

—Te quiero — dijo en un susurro.

—Y yo — contesté acariciando el brazo que había posado sobre mí.

—Oye, que hay dos camas aquí pero vas a dormir conmigo ¿no?— dijo Alba de repente con un tono de preocupación.

—Pero si eso ni se pregunta, cariño— respondí riendo con ternura.

—Bien — respondió, dejando un beso en mi cuello y cerrando sus ojos para descansar un poco. 

Bueno jaja esto fue solo un capítulo corto y bobo que me apresuré a hacer hoy con el poco tiempo que tenía, sé que hace mucho que no actualizaba pero prometo continuar pronto, además dentro de unas semanas tendré que estar en reposo así que tendré mucho tiempo para escribir. <3

La chica de la voz aterciopelada (Albalia Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora