Capítulo 8

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— ¿Qué te pasó? ¡Hoy no es viernes! —dijo Louis angustiado cuando me vio a la mañana siguiente.

—Ayer me quedé en la biblioteca con Annie después de clases, llegué tarde, papá temprano, se enojó y pues esto —dije señalando mi cara. Solo tenía un moretón en mi ojo derecho, pero me dolía bastante.

— ¿Por qué te quedaste con ella? —preguntó mi amigo enojado—. Era su castigo, la señorita Martin dijo que solo ella tenía que hacerlo. ¿No la estabas evitando?

—No lo sabía, ella dijo que el castigo era para ambos y cuando dije que hablaría con la profesora, dijo que si volvía la señorita Martin llamaría a mi padre.

—Pequeña hija de perra, si no fuera una chica estaría sacando toda la mierda de su cuerpo en este mismo instante.

—Cálmate Lou, solo fue un puñetazo —dije tratando de calmarlo. Estaba siendo demasiado agresivo para tratarse de una chica.

—No sé cómo puedes soportar esto —dijo negando con la cabeza—. Harry, llevas casi cinco años soportando esta estupidez.

—Sabes que no me gusta discutir esto Louis y menos aquí. No quiero pelear por este tema otra vez.

***

— ¿Qué te paso en la cara? —gritó Annie cuando me vio en los casilleros. Ahora odiaba que fuera mi vecina de casilleros también. Ni siquiera en el jodido instituto, que era lo suficientemente grande como para no tener que verla todo el día, podía librarme de ella y sus preguntas.

—Me golpearon —dije sacando mis libros como si nada.

—Lo sé, no soy estúpida —entrecerró los ojos.

—Parece que si —dije ignorando su mirada.

—Idiota —cerró fuerte su casillero y se alejó.

No me importó, estaba bastante enojado con ella por haberme mentido y por su puesto porque por su culpa me había llevado unos buenos golpes un día que no me correspondía, pero aún seguía teniendo esa espina clavada en mi pecho que me decía que estaba haciendo todo mal. Que ignorarla estaba mal.

***

—Betty no es vegetariana —dijo Louis cuando íbamos camino a mi moto después de un agotador día de clases.

— ¿Y la invitaras a salir? —pregunté.

— Si —dijo decidido—. ¿Debería ser una cita casual o algo más formal?

—Podría ser formal —opiné—. Tal vez se ponga un vestido, maquillaje y todas eso que se ponen las chicas para las citas.

—Eso sería genial, mataría por ver a Betty en minifalda —se mordió los labios y yo reí.

Ni el amor le quitaba lo pervertido a este idiota.

—Tal vez puedas acompañarme —dijo—. Puede ser una cita doble o algo así, le diré a Beatrice que invite a alguna amiga.

—Ok, pero si es horrenda juro que te mataré —dije y reímos.

—Pero tendré que esperar un tiempo, quiero poder pagar un buen restaurante.

—Sabes que puedo pagarlo —me ofrecí.

—Lo sé, pero quiero hacer esto por mí mismo.

Aunque sonara como un jodido maricón, me encantaba hablar con Louis. Él era la única persona en la que podía confiar y estaba seguro de que no me abandonaría pasara lo que pasara. Aunque su vida era difícil, nunca dejaba de reír y eso me motivaba a seguir con mi desastre de vida, fingiendo que nada estaba mal, justo como lo hacía el.

Yo tenía miedo de estar solo, y era una mierda porque siempre estaba solo. No tenía a nadie excepto a Lou y a os chicos.

Rato después, llegué a mi casa, aparqué la moto en el garaje y al abrir la puerta tiré mi mochila en el sillón. Deje una nota en mi mente para volver por ella más tarde para que papá no se enfadara por el desorden.

Subí a mi cuarto y lancé mis zapatillas lejos, como todos los días.

Saqué mi cuaderno de matemáticas y me puse a repasar los malditos ejercicios. Si quería tener apenas un seis en el siguiente examen debía memorizarlos todos.

Estaba tirando de mis rulos por décima vez en la tarde cuando sentí un ruido en mi ventana, era una roca.

Malditos enanos hijos de puta, si rompían mi cristal lo iban a pagar caro.

Abrí la ventana y una pequeña roca llegó de improviso en mi cara. Ahora si estarían muertos.

— ¿Annie? ¿Qué rayos haces aquí? —pregunté cuando miré hacia abajo.

—Vine a verte, idiota —dijo mientras escalaba por el árbol de mi ventana—. Eres mi Julieta —gritó riendo.

Definitivamente esta chica estaba borracha.

O loca.

—Qué bonito cuarto —alagó cuando logró entrar y me di cuenta de que estaba sobria—. ¿Qué haces? —preguntó recostándose en mi cama con confianza al lado de mis apuntes y cuadernos.

—Estudio —dije cortante, para que ella captara la indirecta y se fuera de mi casa.

—Los exámenes comienzan la semana que entra ¿por qué tanta anticipación?

—Tengo que memorizar cada ejercicio si quiero obtener un seis en el siguiente examen —dije con los brazos cruzados aún al lado de la ventana. Decidí mantener mi distancia por si ella decidía lanzarse sobre mi o algo por el estilo.

—Eso es aburrido —dijo riendo—. Prometo que te ayudaré a sacar arriba de seis si me acompañas ahora.

— ¿A dónde quieres ir? —pregunté curioso.

—Tú solo mueve tu trasero hasta la puerta, te espero abajo.

¿Dónde estaba mi Annie? ¿Dónde estaba esa chica tierna y callada que solía ser?

Agony » Harry Styles (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora