She Looks So Perfect

XIII

"Es nuestro paraíso y nuestra zona de guerra"

Nate y Chase decidieron quedarse a dormir unos días, que para Lucy y para mi fueron una eternidad, a pesar que ambos dormimos en mi habitación y estábamos acostumbrados el uno al otro, no estábamos acostumbrado a que invadieran nuestro espacios, los chicos nunca supieron cómo comportarse al yo tener a alguien parecida a una novia, ya que nunca traje una chica a casa, porque siempre que me gustaban en fiestas, al salir con ellas el encanto se acababa, así que no solía llevarlas a casa, quizás si hubo una que otra que lleve a casa, pero nunca paso de la sala, dos con las que tuve una que otra aventura mientras estaba de vacaciones sin los chicos, así que nunca le he dado motivos para que no entren sin tocar a mi habitación, siempre lo han hecho y nunca me ha molestado, en cambio cuando había chicas yo debía de abstenerme de hacer eso con ellos, si me encontré una sorpresa que otra, la verdad no todo el tiempo importaba, pero cuando Chase tenía novia, hasta cuando no pensaba que ella estaba, me llegaron a pasar situaciones incomodas, bueno eso mismo paso los días siguientes, Lucy y yo habíamos empezado a tener sexo y por el mismo motivo, que sabía que los chicos no tocaban la puerta de mi habitación, nunca podíamos hacer nada, a pesar que ambos queríamos, fue tan duro para ambos, no podíamos tener las manos quietas, pero nunca los chicos se toparon con una situación incómoda, los incómodos éramos nosotros, por no poder tocarnos como queríamos.

Al estar muy melosos también nos solían gastar demasiadas bromas, incluso una de las veces, solo estábamos siendo melosos, nada fogosos, ellos salieron en busca de comida y nosotros nos quedamos, esperando tener nuestro tiempo a solas, nos estábamos besando en el sofá y teníamos tanto tiempo sin estar a solas, que ni siquiera nos dimos cuenta cuando ellos llegaron, llenaron un vaso de agua y nos lo echaron encima, así que era sumamente difícil estar como queríamos.

Después de una semana al fin decidieron largarse, tanto Lucy como yo estábamos cocientes que ella tendría que irse, apenas aprobaran su estadía en el dormitorio de Cassie o sino buscar otro dormitorio y no estaríamos como ahora, por eso queremos disfrutar cada segundo que nos queda de vacaciones, me siento en el sofá viendo como Lucy despide a mis amigos y al cerrar la puerta me mira con sus ojos oscurecidos.

−A solas, al fin. −trata de hablar de forma seductora haciéndome reír.

Ella comienza a caminar hacia mí y se sienta a horcajadas sobre mis piernas, esa sonrisa perversa que lleva me da una idea de lo que pasaremos haciendo todo el día, se lleva sus manos al cuello de mi camisa acercándome a ella, pose mis manos en su trasero para acercarla más a mí, nos besamos de una manera intensa hasta que ella se separa y me quita la camisa, tirándola por alguna parte, me río y ella se une a mí, pero hace un puchero.

− ¿Que sucede? −le digo aun riéndome y subiendo mis manos a su espalda debajo de su blusa.

−Estoy intentando seducirte y te ríes, me distraes. −me río con aun más fuerza, ella se mueve sobre mi despertando y haciéndome doler un poco allá abajo, haciéndome parar de reír. − ¿Debo intentar de este modo? −se mueve un poco más y empieza a besar mi cuello.

−Está bien, dejare que me seduzcas. −me deshago de su blusa para contemplarla mejor, ella me sonríe complacida y veo sus mejillas tornarse de rojo poco a poco.

Paso mis manos con lentitud por su espalda y al ella no detener sus movimientos ni sus labios, el dolor y la presión sigue creciendo bajo de ella, veo como le gustan los resultados por como salen los gemidos de su boca, mis manos llegan hasta el broche de su sujetador y ella para de hacer lo que hace, se le quito y ella me sonríe antes de que sigamos.

~

Dormimos un largo rato después de tanto rato haciéndolo, ella está completamente rendida a mi lado, aun duerme plácidamente, acaricio su espalda desnuda y veo como en su rostro se forma una sonrisa, sigo observando su rostro, aun sonrojado, su cabello esparcido por la cama, la imagen que nunca espere ver, la mejor de todas. Llevo mis labios a su rostro y beso sus mejillas, ella sonríe nuevamente entre sueños y mueve la cabeza para que la deje tranquila.