Capítulo uno - Hospedaje

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-No soporto el equipaje-dijo la chica de cabellos anaranjados lanzando un gruñido con 2 maletas en cada mano.

-No seas llorona-dijo la rubia con una sonrisa-, ya casi llegamos.

La escena que había era un poco graciosa podía decirse. Una chica de cabellos anaranjados, ojos cafes, y labios finos. Con un gorro blanco perla. Una camisa con turquesa con puntos blancos pequeños y exparcidos, unos pantalones blancos pegados, unos tacones color turquesa. Unas maletas se apropiaban de ella. Sus brazos haciendo una clase de arco y las maletas abajo de su axila. 

Una rubia de cabellos un poco ondulados y lisos con una pequeña clineja visible, un piercing plateado en su nariz, pecas no tan visibles y realmente encantadoras, ojos verdes y sonrisa blanca y amplia. Tenía unos shorts negros cortos, realmente cortos, una franela blanca que dejaba un hombro al descucbierto mientras que al otro no. Unas botas negras de cuero. Era un estilo desaliñado, pero a ella le quedaba hermoso y encantador. La chica no llebaba maletas, pero alientaba a la chica de cabellos naranja, bueno, o al menos lo intentaba.

Los otros 2 chicos se habían quedado atrás mientras conversaban de...no se sabe de que carajos hablaban, pero era mejor que se apuraran.

Las chicas llegaron a un lugar realmente hermoso, una clase de cueva. Con unas estacas echas de la misma cueva, se veían filosas como agujas, estaban en el techo. El techo de la cueva era hermoso, como si fueran resplandecientes estrellas sobre ellas. Un puenta largo, pero inestable y un poco angosto, abajo había agua cristalina, resplandeciente y atractiva. Unos árbustos en algunas partes, era realmente hermoso. Pero si caías del puente serían como 1 pies. 

La rubia se arriesgo pisando el inestable puente, este se mecia como si unos niños lo abalancearan como si fuera una clase de amaca. La chica corrio, pero el movimiento del puente, hizo que esta cayera, quedando colgando del puente, de una mano. Al ver esto la otra chica solto las bolsas y corrio hasta donde la chica rubia estaba, como era de esperarse el puente se mesio violentamente haciendo que ella también se cayera pero esta vez de boca y en el puente.  Se levanto agitada y le extendio la mano a la chica. Esta en cambio se dio la molestia de sujetarse con las dos manos se su mano. Esta se fue arrimando para atras poco a poco, haciendola por fin poder subir al puente.

La escena le parecio tetrica a los 2 chicos que por fin se habían resignado en aparecer, se veían agitados y pálidos, tal vez habían presenciado el momento del heroismo por parte de la peli naranja.

Un chico de tez blanca, cabellos color avellana y ojos azul cielo. Con una chaqueta roja de mangas blancas estilo universitario, y una color inmaculada. Unos pantalones negros y zapatos estilo botín rojos.

El otro chico encambio tenía cabellos ondulados color café, tez morena y labios carnosos de lentes negros. Una camisa de cuadros vinotinto con rojo y lazo blanco, unas bermudas color caqui unos zapatos de bota corta color blanco. 

-No se queden ahí parados, inutiles-dijo la chica de pelo amarillo sin casi aire y enojada.

-¿Qué rayos paso aqui?-dijo el chico moreno.

-Que Emma se ah caído-dijo la chica-, vosotros, ayudadme con ella. Ha de estar muy mareada.

-Oh, vaya que lo estoy-dijo la chica con los ojos en blanco, con su voz...hablaba como artista pop, con una voz atrevida.

-¿Y yo que hago?-dijo el de ojos azules.

-Traed las maletas a la casa, esta por alla-señalo una luz. Era el final de la cueva y del puente, con una cegadora luz.

El chico asintio e hizo caso al mandato, obedientemente tomo las maletas y se dirijo raidmente afuera de la cueva.

-Pero como rayos hizo para que no se meciera el puente-dijo la chica de cabellos anaranjados.

-No lo se-dijo el chico moreno mientrs se encogia de hombros.

-Venid, ayudadme a levantarla-le dijo mientras pasaba el brazo de Emma en su hombro y el otro chico copiaba su movimiento con éxito.

Fueron cuidadosamente por el puente, debieron durar unos 20 minutos en cruzar el puente.

-Esperaos, por que la llevamos, ni que esta se hubiera caído al suelo-musito el moreno.

-¡Esta mareada!

-Oh-susurro para si mismo.

La cegadora luz era insoportable, aunque poco a poco oscurecio más, hasta que un hermoso crepúsculo adorno el cielo. Con sus colores amarillo naranja y rojo de forma exparcida, daban ganas de paralizar el tiempo y observarlo durante años.

Entre el camino un camino de tierra estaba una casa. Blanca y limpia, de ventanas hermosas que quitaban el aire, un buzón frente a ella al lado derecho. Era de 2 pisos, y la puerta de madera era espectacular.

-¡Hey!, chicos-dijo el oji azul-, la casa esta genial.

-Oh si-dijo la rubia mientras se echaba a correr a la entrada y se estrellaba contra la puerta cayendo al suelo.

-La palabra "mareada" te dice algo-grito a Emma que se allaba tirada en el suelo.

Los 3 se echaron a correr hacia el cuerpo tirado en el suelo de Emma.

La chica de cabellos naranja se echo a reir mientras recibia una fria y asesina mirada por parte de Emma.

-Callate, Gemma-dijo Emma mientras tenía la cara estampada al suelo del porche.

-Lo siento, es que no eh podido evitar reirme de ti-dijo mientras ponía su mano en la boca.

-Debeis de ver la casa por dentro, chicos-dijo el chico de ojos azules.

Al abrir la puerta, lo primero que vieron fue la esplendida mesa larga de marmol negro con 4 sillas.

Entraron con la boca abierta de impresión. Emma se levanto del suelo diciendo para si misma "Whoo".

Las paredes eran de color pastel, el piso de color beigh. Un sillon color caqui de cuero estaba al lado de lampuerta con una larga lámpara sbre ella de color blanco.

Luego al otro lado de la puerta unaas gabetas de madera y sobre ellas un jarrón sin flor alguna.

La mesa estaba en el centro. Más allá había otras habitaciones. A la derecha pegado a la pared la escalera, con una larga alfombra beigh cubriendo la parte central de estas, mientras que los lados se veían blancas.

-¿Y las cosas, Cory?

-Pues sus maletas estan en sus habitaciones-dijo mientras veía atonito la casa-, por cierto estan arriba-dijo al ver que la chica seguía de largo.

Los 3 subieron las escaleras sin hacer casi ruidos corriendo.

La fria noche cayó. Los chicos se hallaban en la mesa con candelabros en la mesa mientras cenaban pavo. No había luz, así que...los candelabros eran la mejor opción.

-Una casa realmente hermosa, pero no hay luz.

-Si hay, pero se fue-dijo el chico moreno.

-Lo se, Ralph

-Solo decía-dijo mientras metía un trozo de pavo en su boca con ansias.

-¿Huelen eso?-dijo Emma-, llovera dentro de 3...2...1

La lluvia comenzó a caer violentamente seguido de miradas impresionantes hacia la chica.

-¿Como lo sabias?-dijo Ralph con los ojos abiertos como platos.

-El olor, Ralphita, el olor-dijo acompañado de un guiño.

Los truenos retumbaban en la casa, seguido de las risas de los chicos mientras hablaban y bebían un caliente té de rosa de jamaica.

Una sombra paso rápido por la ventana haciendo que estos se asustaran y se estremecieran.

La puerta sono con ruidos secos y fuertes.

Los 4 se aproximaron temblando y con el rostro pálido, de repente el frio se volvio caluroso para ellos debido al miedo que tenían.

Gemma giro lentamente la cerradura y abrió de golpe, quedandose todos atonitos al habrir la puerta.

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⏰ Última actualización: Sep 20, 2014 ⏰

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