Capítulo 4

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El vocero paso de en plaza en plaza dando el  aviso real y a su paso Miraculous inspeccionaba casa por casa sin encontrar rastro, comenzaron en todas las casas alrededor de palacio en París para proseguir con todos los pueblos. Pasaron los días y la tropa Miraculous no conseguía rastro alguno de alguien que estuviera relacionado; quienes habían llegado a recibir dinero de Chat Noir escondieron las bolsas de dinero para antes de que la tropa llegara mientras el dinero lo enterraban.

Pasaron tres semanas hasta que llegaron al ultimo pueblo que les correspondía llegar (Condado de Blois) el pueblo era el menos visitado pero fue el que tuvo el mayor asalto de todos por la casona del feudal Fave.

—No puedo creer lo increíble que a quedado todo. —Dijo una feliz joven de cabello azabache.

—Solo por esta vez podremos quitarnos una preocupación, ya dentro de una semana se volverán a cobrar los impuestos. —Le responde su padre.

—Aun así tenemos que estar felices, el techo ya esta reparado y mamá esta tomando la medicina para mantenerse saludable.

El dinero que recibieron por accidente de parte de Chat Noir le cayo como un obsequio divino del cielo por la gran ayuda que les fue desde el pago de su deuda, la reparación de su humilde cabaña de madera, adobe y ladrillo hasta la oportunidad de poder llevar a la persona mas importante para ambos a que recibiera atención medica; pero todo esto se vería frustrado por las envidias de sus alrededores y la llegada de la tropa Miraculous al pueblo ya que quienes notaron el inesperado golpe de suerte de la familia Dupain-Cheng al verse corrompidos por la envidia estos no dudaron de dar la sugerencia de cateo inmediato a la casa de ellos una vez la tropa Miraculous visito sus pequeñas casas puesto que los panaderos del pueblo que anteriormente tenían una gran deuda por el atraso del pago de impuestos de un momento a otro se encontraban libres de todo tipo de adeudo con la corona, además de que su techo que se había desplomado ahora fue reparado así como la ama de casa estuvo recibiendo atención medica y ellos tuvieron el dinero para pagar por todo. La tropa Miraculous desde luego no podía pasar desapercibido los testimonios de varios de los campesinos que les informaron sobre ese hecho de la familia de panaderos hasta que finalmente para el atardecer llegaron a la casa de dicha familia dejándola al último para verificar si lo que se decía era cierto y no fuera una trampa para encubrir a los verdaderos culpables sin embargo, tras inspeccionar todas las casas y no haber encontrado nada en ninguna de ellas y que esta ya era la ultima por inspeccionar todo les indicaba que los rumores podían ser ciertos y la familia tenia complicidad con el bandido más buscado.

La familia se encontraba trabajando su jornada del día al día hasta que este fue interrumpido por el sonido de una mano golpeando a su puerta con un tanto de insistencia, Tom fue hacia esta y al abrirla no pudo evitar poner una expresión de confusión total al ver un grupo de guardia que no había visto antes y que llevaba un uniforme distinto al de los demás.

—Buenas tardes señor Dupain os permiteis entrar a su estancia a realizar un cateo por orden real. —Dijo el líder en tono firme y un tanto imponente.

—¿Un cateo a mi morada? —Pregunto Tom aun mas confuso.

—Os habéis escuchado el último anuncio real por parte del vocero real, así que disculpais pero tenemos que cumplir con nuestro trabajo.

No se molesto en argumentar mas el líder e inmediatamente dio autorización a sus hombres para que entraran a revisar hasta el último rincón; Marinette y Sabine se quedaron perplejas ante tal suceso y solo veían como el pequeño grupo de guardias inspeccionaba cada rincón de su casa así como los observaban con detalle hasta que la intriga de la duda de los uniformes diferentes hicieron que Marinette los cuestionara sin mostrar respeto alguno.

Entre el amor y la corona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora