Un pedazo de ti - Cap02

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Un pedazo de ti – Cap02

Hace muchos años, en un hermoso planeta muy lejano, vivió una poderosa reina, su nombre era Arya. Su esposo, el rey Vegeta primero en su nombre, era un monarca frío y despiadado que había invadido ese bello planeta y lo llamó Vejita en su honor. El orgulloso monarca y el resto de su raza exterminaron a los habitantes oriundos del planeta conquistado, después ordenó construir para él y su reina un imponente palacio en las alturas de una montaña.

La reina Arya poseía un carácter fuerte y temido, poseía gran fuerza física y una belleza a la que consideraban exótica, debido a sus rasgos finos a pesar de su alto nivel de poder. Fue la primera mujer en utilizar su influencia a favor de su pueblo, principalmente por las mujeres, quienes vivían bajo un gobierno patriarcal. La reina utilizó a su favor, el orgullo y respeto que despertaba en el rey, logró que las mujeres también fueran consideradas guerreras, pues se les permitía participar en batallas pero no se les consideraba propiamente guerreras, logró que inclusive comandaran escuadrones, aquellas que se lo ganaran con su esfuerzo, y que ellas decidieran si querían o no, unirse a un macho sea cual fuera su nivel de poder.

Pasó el tiempo, los reyes murieron y sus hijos y los hijos de ellos reinaron. Hubo otras reinas después, pero ninguna como la reina Arya. Su nombre se pronunciaba con respeto entre su pueblo, incluso ninguna hembra nacida después fue nombrada como Arya, pues creían que la indicada para portar ese nombre aun no nacía.

Pan acarició la negra cabellera de la niña acurrucada entre sus brazos.

-Hasta que el último príncipe, bisnieto de esa gran mujer, percibió algo en tu energía y dijo que por fin nacería una niña digna de portar ese nombre.

La pequeña Arya se encontraba más entretenida con los masajes de su madre en su cuero cabelludo que en el relato mismo que en algunas ocasiones le contaba. Finalmente rindió fruto el masajeo de Pan, su pequeña hija pestañeó dando un gran bostezo, primer indicio de que pronto caería dormida.

La única hija de Gohan imitó la acción de su pequeña hija, bostezó con pereza para luego apagar la lámpara que tenía al lado de su cama.

-Ya era hora mi niña- susurró acomodándola para dormir a su lado, como algunas noches acostumbraba. -Mami muere de cansancio- dijo entre suspiros acomodándose bajo las cobijas.

Dio un último vistazo a la niña durmiendo plácidamente a su lado y se acercó para depositarle con ternura en la frente, el beso de las buenas noches.

Pan tenía la clara intención de enseñarle a su hija todo lo que ella sabía sobre los saiyajines, era por eso que solía contarle relatos, aun a pesar de que la niña no entendiera la mayoría de ellos. Acunó una manita entre las de ella y cerró los ojos arrullándose con el sonido de la respiración proveniente de su pequeño pedazo de ella.


**FLASHBACK**

La pequeña aeronave aterrizó frente a la corporación más famosa del planeta, se abrió la puerta del piloto dando paso a una joven Pan con un embarazo notable de cinco meses. Cerró la puertecilla y se adentró a la gran cúpula color amarillo.

Al llegar frente a la puerta de la cámara de gravedad se detuvo, restregó sus manos contra su ropa por los costados para limpiar el sudor en sus palmas y tragó saliva para aliviar su nerviosismo. Tomó una gran bocana de aire y llamó a la puerta, sabía que la persona que buscaba se encontraba ahí, podía sentirlo entrenando dentro, solo esperaba que estuviera de buen humor.

Pasaron unos cuantos segundos, los que le parecieron una eternidad para que se abriera la resistente puerta de metal reforzado, que ni el mejor banco del planeta entero poseía.

Un pedazo de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora