Una flor peligrosa

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Hoy es el último día de clases y todos planean tener un verano inolvidable, como siempre. Y a inolvidable me refiero a tener aquellas típicas fiestas en donde la única bebida es el alcohol y la diversión, el sexo.

Y ahora mi verano inolvidable, es el estar atada a su propia cama viendo alguna serie en netflix, donde la bebida es una limonada fría o alguna gaseosa acompañada de golosinas y la diversión, una siesta eterna.

Para mi, era el verano perfecto. 

—¿Cómo siempre llegando tarde srta. Hamson y en su último día de clases? —Inquirió haciéndome volver a la realidad. Dejé de caminar al escuchar la tediosa voz de la srta. Chelman y giré mis tobillos forzando una sonrisa, encontrándome con su rostro el cual mostraba su frente arrugada, estaba furiosa.— Esta será la última vez que la dejaré pasar a la escuela, solo por ser el último día. Pero espero que cuando regresé de las vacaciones de verano no se vuelva a repetir.—advirtió.

Y así fue como logré huir de una bruja, pero ella no era cualquier bruja, era la srta. Chelman. Ella era realmente cruel cuando los alumnos eran enviados a los castigos después de las clases, es por eso que todos son cautelosos cuando quieren hacer alguna travesía. Al menos de que seas bastante tonto y lento como para que te pillen.

Después de unos minutos ya estaba adentro de la clase de ciencias, la primera clase del día, es una de mis favoritas. El sr. Jerson la impartía y para mi opinión era uno de los mejores maestros. 

Sólo que había un pequeño problema con él, la puntualidad.

Mi mejor amiga, quién era mi compañera de asiento se había hecho pasar por mi al pasar lista de asistencia, pero sabía que él maestro se habría dado cuenta. Así que trate de cubrirme el rostro con el libro de ciencias, lo cual no resultó.

—Pero quién tenemos aquí, la srta. Hamson, ¿viene de visita como para llegar tarde a la clase?—Mierda, el sr. Jerson estaba justo al lado mío y tenía los brazos cruzados, esperando una respuesta o una excusa. Logré escuchar una risa de fondo, a la cual no le di importancia.

—Será la última vez que llego tarde.— Sonreí mirándole arrepentida por mi falta de puntualidad a lo que solo el sr. Jerson asintió en respuesta volviendo a su escritorio.

—Al menos no te dio la tarea de hacer planas durante el verano, escribiendo "no debo de llegar tarde a la clase de ciencias".—Agregó mi mejor amiga, danna.

—Lo sé, es la segunda vez en el día en que soy reprimida por llegar tarde. La primera fue con la srta. Chelman.—Danna se sorprendió.

—Al menos sigues con vida—bromeó.

Sonreí estando de acuerdo con ella.

Las siguientes horas en la clase de ciencia fueron eternas, danna solía dormir en la clase del sr. Jerson, él solo la ignoraba, era común para ellos dos, estaban acostumbrados a eso.

En cambió yo, me sentía incómoda en ocasiones, como si alguien me estuviese mirando fijamente, soy un poco quisquillosa en esos asuntos, pero realmente sentía su mirada y al parecer a esa persona le divertía ya que reía por lo bajo.

Quería voltear y decirle que dejará de mirarme como si fuera su platillo preferido, pero me límite en hacerlo y seguí concentrando toda mi atención en la clase hasta que terminó.

Cuando el sr. Jerson dio por terminada la clase, rápidamente guarde mis cosas en la mochila y salí del aula dejando atrás a danna, quien no dejaba de llamar mi nombre.

—Danixia, ¿qué te sucede?¿porqué saliste corriendo del aula?—A decir verdad, estaba molesta, no me agrada cuando alguien me mira desde atrás como si fuera a devorarme.