One - Shots/Imaginas Marvel

Steve Rogers

Titulo: ¿Por qué no lo averiguas?
Advertencia: Lenguaje explícito. (Sin escenas sexuales)
Nota: No voy a dedicar los shot o les voy a poner un nombre especifico ya que son varias personas las que querían este. Espero que les guste.

-Ya no puedo más- dijiste con la respiración agitada. Pietro no paraba de reír a tu lado.

-No aguantas nada _____.

-No es cierto, corrí por 10 kilometros, es normal que esté cansada.

-Yo también corrí por 10 kilometros- bueno tus ganas de golpear a Pietro fueron aumentando a medida que el hablaba.

-Eso es porque eres un maldito mutante con supervelocidad, es obvio que no te vas a cansar idiota!

-Este es un lugar para entrenar, no para hacer sociales- tu y Pietro dirigieron su atención hacia la persona que les hablaba. Frente a ustedes estaba Steve Rogers, el gran Capitan America. Desde que eras niña escuchabas historias de él, tu abuelo había estado en la segunda guerra mundial cuando era niño y siempre te contaba historias de él y como salvó al mundo. A medida que pasaban los años desarrollaste el mismo fanatismo hacia el que tenia tu abuelo. Y ahora tenerlo frente a ti era un sueño hecho realidad.

Pusiste tu espalda recta y juntaste tus piernas.

-Buenos días Capitan- digiste. Tenias que admitirlo, estabas nerviosa. El te miro de pies a cabeza con el ceño fruncido.

-Ponganse a entrenar, de lo contrario los trendre que reportan con Fury- dijo y dio media vuelta para luego salir de la sala de entrenamientos. Frunciste el ceño ya que el Capitán te pareció un poco grosero. Tal vez era que tubo un mal día.

... 5MESES DESPUES...

No era un mal día, resulta que el Capitan Rogers es grosero todos los días de la semana, pero lo que más te llamaba la atención es que no era así con todo el mundo, ya que cuando estaba con Wanda se la pasaba sonriendo o hablando con ella y eso te enfurecía. No le habías hecho nada para que el te tratara así.

-Como fue el entrenamiento?- dijo Pietro apareciendo a tu lado despeinándote. Con el paso del tiempo te fuiste acostumbrando a sus entradas.

-Como crees?- dijiste amargamente.

-Volvio a ser muy duro contigo?

-Como siempre. No se que le pasa. Todo el mundo dice que es un excelente entrenador porque te da tu tiempo y te ayuda a mejorar. Pero a mi no me da tiempo y no me dice cuales son mis errores, solamente dice que hago las cosas mal y que me tengo que esforzar mas. Lo hago, en serio que lo intento, pero si no se cuales son mis errores como quiere que mejore?

-Quieres que hable con el?

-Que?! No! Lo ultimo que necesito es que me odio más. Hablaré con Fury y le pediré que me cambie de entrenador.

-Pregúntale si puedo entrenarte yo- sonreíste, amabas pasar tiempo con Pietro, el era tu mejor amigo tanto en el trabajo como en tu vida normal.

-Eso haré- dijiste y te encaminaste hacia la oficina de Fury. Al llegar frente a la puerta, tocaste dos veces.

-Pase!- se escucho desde el otro lado. Tomaste una bocanada de aire y entraste. En el camino ya habías pensado que decirle a Fury, pero todo se fue a la mierda cuando notaste que en el interior de la oficina el director no estaba solo, sino que en una de las sillas estaba Steve- _____, pasó algo?

-Mmm- No sabías que decir, no podías hablar con Fury sobre Rogers estando el presente- Necesito hablar con usted, pero si está ocupado puede ser en otro momento.

-Está bien, puede decirme lo que necesites- Nick siempre fue agradable contigo y estabas segura porque el te veía como la hija que nunca tuvo y con el paso del tiempo, él se convirtió en una figura paterna para ti. Obviamente nadie sabía esto en la base.

-Puedo esperar, no tengo apuro- el negó con la cabeza. Suspiraste- Quería saber si podría cambiar mis clases de entrenamiento con el Capitán- agachaste la cabeza.

- Ocurre algo con mis clases señorita _____?- dijo Steve parándose y caminando hasta quedar frente a ti. Negaste rápidamente la cabeza.

- No! Claro que no Capitán, es solo que Pietro y yo pensamos que el podría entrenarme- Steve solo asintió y salió del despacho sin decir nada más.

- Tu horario será el mismo de siempre pero entrenarás con Pietro- asentiste, pero ya no estabas prestando atención, no querías que el Capitán se fuera con una mala impresión tuya. Saliste rápidamente del despacho y lo viste entrando al ascensor. Corriste hacía él y antes de que las puertas se cerrarán lograste entrar.

-Steve espera, no quiero qu...- sus labios impactaron con los tuyos. Mientras tu mente intentaba procesar lo que estaba ocurriendo tus hormonas tomaron el control de tu cuerpo, rodeaste su cuello con tus brazos y Steve llevó sus manos a tu cintura, antes de que te pudieras dar cuenta, tus labios se encontraban moviéndose sobre los de él, correspondiéndole.
El beso fue subiendo cada vez más de intensidad, el te alzó pasando sus manos a tu trasero y tu enroscaste tus piernas en su cintura. Tenías que frenar esto, aunque no quisieras, estabas segura que a Fury no le gustaría que tu y el Capitán lo terminaran haciendo en su ascensor.

-Steve creo que...- gemiste cuando trasladó sus besos a tu cuello- Debemos parar, alguien nos podría ver...- dejó un último beso en tu cuello para luego separarse de ti y dejarte en el suelo, un vacío se creo en tu estómago. No sabías que decir.

- Por qué?- lo miraste sin entender su pregunta- Por qué no quieres entrenar más conmigo?- ok, esto iba a ser más difícil de lo que pensabas.

-No es que no quiera, es solo que eres muy duro conmigo, por no decir grosero y no se porque es- el suspiró.

-Lo lamento, creo que los celos me controlan- frunciste el ceño.

-Los celos?! Estas celoso?! Por qué?- oficialmente no entendías nada.

- Es obvio _____, me gustas y viendo que pasas demasiado tiempo con Pietro me pone celoso. No sabía como acercarme a ti, y cuando entrenábamos solamente podía pensar que luego irías y pasarías el resto del día con el.

-Steve, entre Pietro y yo no hay nada, en serio, solo es mi mejor amigo, nada más. No siento nada por él y el cariño que le tengo es solo de amistad- su rostro lucía aliviado- Y déjame decirte que la forma en la que te acercaste a mi ahora no está tan mal, deberías haberme besa antes- el río.

-Entonces, no te enfadaras si lo vuelvo a hacer?- sonreíste.

-Por qué no lo averiguas?