Ya las semanas habían pasado desde aquella conversación, Levi seguí preguntándose si de verdad su amiga estaba embarazada, día tras día se preguntaba eso. No sé atrevía a poner pie ni siquiera en el umbral de esa mansión. Ya que la imagen de Mikasa y Eren besándose lo atormentaba hasta en sus pesadillas. Nesecitaba este con aquel poderoso hombre.
Eren necesitaba a Levi, ya no podía acostarse más con Mikasa, detestaba su piel su olor sus ojos detestaba todo lo que tuviera que ver con ella. Pero seguía ahí. Pensando en Levi y la última vez que visitó su "hogar" sus ojos grises melancólicos su suave piel hasta su exquisito olor al estar cerca, si nadie hubiera estado allí tal vez lo habría violado ahí mismo.
Su imposible amor los hacía desear que todo el mundo desaparezca para que ambos se adoren como merecían, algo tan imposible como deseado. Querían ser personas normales, no un empresario exitoso casado con la mujer más hermosa del mundo y un modelo con un gran futuro por delante. No querían eso. Pero ahí estaban separados.
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- Sabía que te encontraría aquí...
Una joven de cabellos castaños en una elegante cola a juego con sus lente y todo su outfit de ese día de invierno, se le acercó con una conocida voz.
- Hagen... - susurro sobre su taza de café el azabache solo en la cafetería.
- Acabo de salir del aeropuerto, pero pensé que habías olvidado este lugar. No e estado aquí desde que rechazas te mi oferta de ser mi modelo.
- ¿Cuántos años han pasado, no? Siéntate...
- Cambiando drásticamente de tema, no sabía que eras travesti, engañaste a todo el mundo.
El café se atasco en su esófago, al ver que entre todo el mundo aquella mujer lo había reconocido, si que era muy astuta.
- No se de qué me hablas...
- Levi Ackerman, no puedes ser más obvio. Aunque me sorprende que hayas aceptado acerté pasar por una mujer. Tienes unas excelentes medidas.
El azabache le explicó con lujo y detalle a su amiga todo lo que paso luego de haber rechazado esa propuesta, las infidelidades de su novio. Su nueva llegada en Tokio, conocer a Eren. Fue difícil explicarle esa parte. En especial porque Hagen había trabajado con Mikasa.
Nos tomo toda la tarde y parte de la noche hablar sobre el tiempo y sus obstáculos.
- Vaya temita tienes Levi. En especial por ese sentimiento hacia Eren - finalizó su frase con una calada a su cigarrillo.
- No puedo ni mirarlo a la cara sin recordar esa noche. Ahora no sé si Mikasa está embarazada. Si lo está no me lo perdonaré...
- Tranquilo Levi. Pero si te conforta. Ella si está embarazada.
- ¿QUE?
- Esa es la razón por la que vine. Me llamo en la madrugada para decirme que estaba embarazada. Valió la pena viajar desde Milán hasta Tokio.
- ¡Oh Dios! Yo soy es peor amigo del mundo... ¡Me metí con su marido!
- Calma no quieres que todo el café se entere de tu aventura con Eren verdad. Relájate toma este cigarro.
- Nunca e fumado...
- ¿Pero sabes cómo hacerlo, verdad?
- movió su cabeza en una afirmación y toma el cigarrillo de las manos de la morena de lentes para ponerlo entre sus labios y dar una fuerte calada, relajándose.