Dos meses... En coma en el hospital atado a una cama sintiendo el horrible dolor de brazos y piernas que estaban atroziados, sus nervios habían sufrido daños pero empezaba a recuperarse, aunque tenía problemas de lenguaje. Su piel se marcó con enormes cicatrices y pontadas tratando de unir sus extrmidades. El camión había hecho el trabajo de convertirlo en la muñeca perfecta para su amo.
-- ¿Como estas hoy Levi? -- Hagen se acomado a su lado.
Solo bastó mirara la con su ojos sin vida y rotos para que esta entienda la gravedad del asustó.
-- No te dan muchas esperanzas, parece que te quedaras haci viejo amigo... -- paralizado, sin poder respirar por cuenta propia si hacía estaba.
Aún podía sentir el dolor de ser aplastado por ese enorme camión de dos toneladas era un milagro que haya salido vivo.
Eren desconocía su ubicación. Pará el mundo, el se esfumó.
No dejó pista, rastro o algo para encontrarlo. Su vieja amiga gatuna estaba con el, mirándolo con tristeza hasta parecía que iba a llorar en cualquier momento.
Su apartamento había sido vaciado completamente. Hagen limpio cada rastro de él en el mundo para desaparecer lo.
Ni siquiera en el hospital sabían su nombre solo lo atendían por el dinero de Hagen.
-- Hañen... Abra... Ta ventama...
Vio el sol, el cielo... Ocultándose de él de su agonizante apariencia, quien diría que hace solo unos meses lo catalogaban como el hombre más bello del mundo.
Y ahora destrozado y maltrecho en una cama de hospital sin poder respirar sin temer por su vida.
Eren seguro estaba loco buscándolo por todos lados. Queriendo ver de nuevo a su dulce muñeca de cabellos azabache y piel blanca como porcelana.
Si se preguntan por Mikasa ella había dado a luz de emergencia. Y ahora se encontraba con su adorado hijo en brazos.
Ahora no amaba a Eren, le temía como a nadie ya ni lo quería ver. Pudo haber matado a su niño si no la hubieran atendido rápido.
Estaban en planes de divorció. Eren y todo su imperio empezó a decaer, los inversionistas empezaron a irse. El trato que tenía con los Akerman se acabó perdiendo así el derecho de quedarse con la dichosa empresa. Los medios lo atacaban ya que Mikasa había desenmascado fostrando su verdadera forma, una bestia que no mide sus acciones hasta que las hace. Aunque tampoco se arrepiente.
A él sólo le importa a una cosa. Levi, lo buscaba frenéticamente por todos lados, con el poco dinero que tenía mandaba a personas a buscarlo. Sin resultado. Parecía el el mundo lo había ocultado en su manto de misterio, perdiendo lo en un lugar diferente.
Las únicas personas que sabían sobre el escondite eran Farlan, Mikasa y Hagen que constantemente iban y lo visitaban. Hagen fue la primera en enterarse del accidente.
Aprovecho la oportunidad de alejarlos. Y lo consiguió.
(...)
-- Hola Levi... -- El aun no podía mirar a la cara a su amiga Mikasa-- No me responderás...
-- Helo...
Ellos estaban ahí, después de todo lo que hizo. Que pasaría ahora, esperar a que Eren se acabe el solo.
-- Esa persona no te hará daño... -- Hablo Farlan tranquilizan do al azabache.
-- Estamos aquí... El no volverá... -- Eren se quedaba sin reservas a cada segundo pronto quedaría en la bancarrota y no podra acercarse a el nunca más.
El tenía que caminar para que sus músculos dejen de dolerle tanto. Asique una caminata lenta y tranquila por el pequeño patio del hospital no haría daño.
-- Así... Vas muy bien... -- Farlan le ayudaba a caminar. Lo tomaba delicada mente de las muñecas y ayudaba a caminar.
Levi empezó a caminar, con temblorosos pasos pero lo intentaba. Ya después de una vuelta se sentó en una banca mirando las flores de colores a su alrededor. Era un paisaje tranquilo y muy acojedor sus amigos hablan y contaban chistes para hacerlo reír y que se olvidara por un momento de esa persona.
Y justo en ese momento el miedo se adueñó de él, solo había una pequeña reja que separaba el patio de la calle. Y lo vio, su semblante era de un lunático, con los mismos ojos verdes que atormentaron al pobre azabache otra vez. Su mirada fría y macabra no cambiaría jamás.
Lanzó un grito y callo al suelo asustado alertando a todos, y Lo vieron.
La nada misma...
-- ¡Ma atrope! ¡Ma atrope! -- gritaba, se volvió loco.
Farlan lo cargo y le llevó adentro donde le posieron un sedante para calmarlo.
-- Tu crees que se... -- Pregunto Mikasa preocupada.
-- Fueron meses de abuso... No sabría como responderte...
-- Yo se que estará bien... El es fuerte... Podrá salir de esto... -- Hablo el de cabello ceniza firme y sin titubear
-- Llamare a un amigo... El sabrá como ayudarnos...
(...)
Empeoró...
Ya ni hablaba se había quedado mudo del susto, del temor al ruido. Que el llegara a escucharlo y volvería ha dañar, maltratar... No quería eso.
-- Tenemos un serio problema... -- hablo el especialista mirando con detenimiento el cuadernillo en sus manos. Tenía escrito con una ortografía bastante descuidada y muy apurada...
No me dejen solo...
En letras asustadas como su ser expresaba su deseo por no ser el único en esa habitación de pulcras paredes blancas.
Levi volvió a entrar en la paranoia, teniendo miedo de quien entraba por la puerta. Siempre atento por no decir ansioso.
-- Está muy abusado Hagen...
-- Que significa eso... -- Pregunto preocupada la castaña.
-- Tal vez se quede haci... Lo han torturado tanto que no diferencia la realidad y la ficción. Aveces está aquí y otras está en su propia imaginación creando cosas que jamás pasaron. Esta grave... Lo lamento...
Ningúno pudo seguir hablando, todos miraron al azabache que se abrazaba haci mismo para protegerse.
Agarro el cuadernillo otra vez y con pluma en mano comenzó a escribír de nuevo. Lo hacía apurado tratando de plasmar su expresión.
Yo lo vi...
El me miró...
El sabe donde estoy...
Vendrá por mi...
No me dejen...
Please...
Continuará...