LA BELLA Y LA BESTIA

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Esta será la segunda y última parte espero que les guste y disculpen por poner a SungKyu bebé en esta situación ¡los amo!

SungKyu no sabía en qué momento se volvió aburrido su esposo si tenía todo, era hermoso con un excelente cuerpo, sabía cocinar, hacer el aseo de casa, lavar... Es perfecto WooHyun pero el necesitar más se volvió cada vez más fuerte.

SungKyu cada día se volvía más agresivo y posesivo con el menor, ya no medía su fuerza con WooHyun, los golpes cada vez eran más fuertes y no le importaba en lo absoluto, sabía que estaba haciendo mal pero no lo podía evitar, sus celos eran demasiado.

Ese día salió temprano de su trabajo así que decidió ir a tomar un café cerca de su casa, entró y al instante sintió su sangre hervir al ver a WooHyun sonriendo con otro chico que jamás había visto, WooHyun sostenía fuertemente la mano de otro chico de sonrisa brillante, se acercó a dejar un beso en la frente de WooHyun a lo que el menor no se negó.

Todo fue tan rápido, SungKyu tenía al chico de brillante sonrisa bajo su cuerpo llenado de golpes su rostro, WooHyun sorprendido intento separarlos pero sólo recibió un golpe de SungKyu tirándolo al piso.

—Dejalo en paz Kim SungKyu—

Nadie en la cafetería hacia algo por detener dicha escena, en cambio se hacían a un lado evitando ser golpeados. Una vez más WooHyun se acercó hacia ellos siendo detenido por su acompañante.

—No lo vuelvas a golpear—

Escupió con un poco de sangre en el rostro de SungKyu y también comenzar a responder los golpes.

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El brazo de WooHyun ardía ya que era fuertemente sostenido por SungKyu, sabía lo que ocurriría y le aterraba volver a casa.

—¿Quién demonios es ese?—

La voz de SungKyu era demasiado fuerte haciendo que el menor se encogiera en su sitio.

—SungKyu n-no es lo q-que piensas—

El puño de SungKyu se estrelló en la mejilla de WooHyun haciéndola sangrar.

—Ah ¿no? Maldita sea, te estaba besando y ¿no es lo que yo pienso?—

Una vez más le volvió a pegar.

—Grabate esto Nam, si no eres mío no eres de nadie—

Lo tomo con fuerza y lo beso lastimando sus brazos, comenzó a quitar su ropa y llenar de golpes su blanca piel.

—Eres mío Nam WooHyun—

Los ojos de WooHyun se abrieron grandemente, tenía miedo de la mirada del mayor jamás lo había visto así.
Intento sacar fuerzas para empujarlo cosa que no tuvo mucho éxito ya que el mayor tenía más fuerza que él.

—N-no, SungKyu p-por favor basta—
—No Nam, hoy te dejaré en claro de quien eres—

Los gritos de auxilio de WooHyun eran fuertes pero nadie se atrevió a ayudar.

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El cuerpo desnudo de WooHyun de encontraba en el piso lleno de sangre, abrió un poco sus ojos y miro al rededor, miles de cosas estaban rotas y en el piso, después recordó lo que el mayor le había hecho... Lo había violado, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y poco a poco las soltó.
Miro sobre su hombro y vio a SungKyu igual que él, sin un poco de ropa dormido en el piso, su rostro dormido era hermoso aún ante los ojos de WooHyun, se acercó a él y dejo un beso en sus labios.

—Te amo Kim SungKyu—

Con un poco de dificultad se levantó y subió a su habitación aún con sus piernas temblando, entró a la ducha y comenzó a lavar su cuerpo, la sangre y el semen en sus piernas fue difícil de quitar, incluso en su rostro aún tenía sangre saliendo de la herida.
Miro su brazo izquierdo con una cicatriz horrible, sonrió y la toco haciendo un gesto de dolor.

Tomo ropa limpia y salió, necesitaba hacer el desayuno para SungKyu ya que el mayor tenia que ir a trabajar y no podía irse con el estómago vacío.
Leche, pan, huevos, queso, jugo y tocino llevaba en su bolsa de compras, sonrió para si ya que sabía cuál era el desayuno favorito del mayor.

Caminó con un poco de dificultad por las calles sintiendo su cuerpo un poco débil pero ignoro el dolor hasta que su vista se Nublo completamente, cayó en el piso cerrando sus ojos sin saber que nunca los volvería a abrir.

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El mayor despertó y busco con sus brazos a su esposo, al no encontrarlo soltó un leve gruñido y se levantó.
Al instante su celular comenzó a sonar con desesperación, lo tomo y sólo escucho una molesta voz del otro lado.

—Sr Kim SungKyu—
—ujum—

El mayor corrió directo al hospital, no podía creer lo que acababa de oír, su esposo había colapsado y no respondía. Hemos recibido a su esposo el Sr Kim WooHyun, esta en un caso crítico en el que no podemos deducir la situación del paciente.

Llegó al hospital siendo recibido por el doctor que atendía a WooHyun.

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La lluvia no paraba de caer sobre la tierra que cubría la caja en la que el menor descansaba.
SungKyu había estado en shock al escuchar que su esposo había muerto, que sus ojos ya no volverían a a abrirse, que ya no vería esa sonrisa que siempre lo enamoraba.

¿Que si amaba al menor? Claro que lo hacía pero tenía miedo a perderlo, por esa razón lo golpeaba y le decía palabras hirientes, para que jamás lo dejara. Sabía que WooHyun lo amaba y que jamás soltaría su mano aún así tenía miedo.

Lágrimas caían de sus ojos mezclándose con la fría lluvia, una rosa roja como la sangre tenía en sus manos, con delicadeza la dejo sobre la fría tumba, no soportaba el hecho de que ahora estaba solo.

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Cinco años habían pasado de la muerte de WooHyun, cinco años en los que le costó pagar lo que le hizo. Pero para él el amor vuelve a tocar su puerta.
Volvió a casarse con un chico aún más joven de lo que era WooHyun, su nombre Kim MyungSoo.

Lo que el menor no sabía es que su infierno acababa de comenzar.

Fin