❝SKIN TO SKIN❞ ©Abeshiya

Capítulo 5

“Bien, Hanae, tranquilizate, acabas de huir como un vil ladrón solo para mantener intacto tu orgullo”

Prefirió correr al baño aún cuando no había luz que alumbrará su camino pero a muchos tropiezos y alguna que otra humillada que nadie vería se encerró en el baño de ese piso esperando a que Abeno olvidará su presencia. Estaba siendo un cobarde totalmente pero su única justificación se debía a que quería proteger su corazón. Ahora mismo Abeno estaba tomando demasiado en cuenta la presencia de Hanae algo que dicha persona no estaba preparado para tanta atención. Era extraño que le hablara sin que tuviera algo de trabajo de por medio, no estaba listo para algo así. En sus fantasías donde llegaban a algo más que jefe-empleado ambos hablaban de muchas cosas, reían juntos... básicamente creo su propio universo para su bienestar.

Sonaba patético pero era la única forma que encontraba para no sentirse alejado de Itsuki. Respiró hondo y salió del baño, al menos la obscuridad ya no era tan marcada ya que sus ojos se acostumbraron a no tener luz. Mientras caminaba sus sentidos auditivos fueron de más ayuda de lo que pensé. Escuchó el tintineo de unas llaves seguido de los pasos de su jefe saliendo de su oficina sin poder evitarlo el corazón comenzó a latir muy rápido.

“¡Se va, Itsuki se va!”

—Hanae toma tus cosas, nos vamos.

“¿Nos vamos? ¿A dónde?” Indagó Hanae llegando a su escritorio.

—Iba haber un cambio de turno de los guardias, pero debido a la lluvia es mejor que eso no suceda, somos los únicos aquí aparte de señor Manjirou. Dijo que está lluvia se pondrá peor.

—¿Durará toda la noche?—todo esto le parecía irreal, ¿acaso era algún tipo de señal? Ojalá fuese así.

—Al parecer sí, Manjirou dijo que hasta que no bajé la intensidad de la lluvia, la luz no será restablecida—por un momento pensó que estaba hablando pero el suave suspiro que dejó salir Hanae le indico que todavía estaba ahí entre la oscuridad. La poca luz que brindaba su celular le cegó por un momento, la hora marcaba «12:45».

—Bien—susurro para mismo, recogiendo su saco para vestirse. Se sentía nervioso pero aún así camino junto a Haruitsuki fuera de la sala. Por fortuna a su jefe todavía le quedaba batería en su celular y se ayudaron con el flash del aparato, alumbrando exitosamente su camino. Por otro lado el suyo estaba más que descargando dentro de su bolsillo derecho de su saco.

—Tendremos un buen tiempo para llegar al primer piso—Hanae no pudo identificar si eso era bueno o no para Itsuki, porque si tono no fue de desdichado. De todas formas él no tenía problema en bajar las probablemente mil escalones. Tal vez exageraba pero era un número aproximado.

—Creo que esta será la segunda vez que usaré las escaleras—dijo Hanae reaunando su caminar junto a Haruitsuki.

—Eso no lo sabía, ¿Por qué lo hiciste?

—Yo aún era ayudante del departamento de contabilidad, y subí y baje tres pisos porque no me sentía seguro en los elevadores, pero al final termine por perderle el miedo— “¡callaté!” se gritó Hanae cuando sus labios simplemente dejaron ir esa información también vergonzosa de si mismo.

Abeno soltó una risita—probablemente tuviste un gran dolor sobre tus piernas. Aunque entiendo tu punto, cuando tenía ocho años le tenía miedo a los elevadores, no me gustaba la sensación que provocaba, sin embargo mi destino siempre fue tener que usarlos. Ahora tengo que usarlas por facilitar mi vida.

—Sí, quisiera preguntarle algo..¿puedo?—“¿Qué haces Hanae? Retrocede antes de que lo lamentes” no estaba seguro de porque estaba haciendo esa pregunta. Incluso el ambiente tan ligero en el que estaban se puso extraño.