Lo siento.

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Un día antes de la boda

Natasha estaba sentada en la sala platicando con los demás de cosas realmente sin importancia pero se sentía cómoda, por primera vez ese sentimiento de tener una familia, llagaba la hora de la comida y fue ahí donde comenzó a preguntarse dónde estaba Steve no lo había visto desde la noche anterior.

-¿Alguien ha visto a Steve?- pregunto preocupada.

-Tranquila teñida debe estar por ahí disfrutando sus últimos momentos de soltero- dijo divertido Tony- Yo lo haría si me estuviera por casar con una loca como tú.

Lo siguiente que Tony vio fue el puño de Natasha en su nariz.

-¡Mierda!- se la tomo con cuidado- A eso me refiero, estás loca.

-El siguiente va a un lugar donde no te da la luz- amenazo.

Más tarde entro a su habitación y se recostó un rato, se sentía algo cansada y quería estar bien para el siguiente día, una sonrisa boba se le escapo, estaba realmente emocionada porque se casaría con Steve porque lo amaba, lo amaba demasiado.

Supuso que se quedó dormida por que despertó al sentir la respiración de Steve en su cuello, era cálida y constante; lo abrazo y el también despertó.

-Hey- saludo- ¿A qué hora llegaste?, no me di cuenta.

-Hace unos minutos.

-Nat hay algo que quiero que sepas- la seriedad de su voz le causo un pequeño escalofrío- Sin importar nada... sin importar lo que pase quiero que sepas que te amo y nunca dejare de hacerlo-la habitación estaba a media luz pero ella alcanzo a percibir una lágrima que caía por su mejilla.

-Steve está bien- tomo su rostro con sus manos y lo obligo a mirarla de alguna forma sintió como si él se estuviera despidiendo.

-Solo quiero que seamos tu y yo aquí y ahora, lo demás no importa- el, la aprisiono con su cuerpo y la beso como si no hubiera mañana; era un beso ácido no como los demás este tenía sabor a despedida y aunque en el momento Natasha Romanoff no lo supo, sabía que había algo extraño solo que no podía decir con exactitud que era no hasta el día siguiente.

El día de la boda

Alrededor de las 6:00 am la pelirroja despertó cubierta únicamente por las sábanas blancas de su cama, se frotó un poco los ojos adaptándose a la brillante luz del sol que atravesaba la ventana, un par de segundos después se sentó, uso la sabana como bata, se colocó las sandalias y se dirigió al baño.

30 minutos después ya estaba bañada y lista para vestirse así que solo quedaba esperar a las chicas, Pepper se había ofrecido a peinarla, Wanda a maquillarla y Laura a acomodarle el vestido.

15 minutos después las antes mencionadas llegaron, pusieron manos a la obra y comenzaron a arreglar a la novia.

El peinado era un recogido pequeño con caireles acomodados de la parte de atrás debían reconocer que Pepper se había lucido con eso.

Wanda por otra parte uso un maquillaje natural con algo de sombra que resaltaba considerablemente sus hermosos ojos esmeraldas

Por ultimo Laura descendió el cierre de la funda del vestido y la ayudo a ponérselo.

Este era corte corazón con tirantes de encaje delicados que continuaban en la espalda con un poco de transparencia en esa parte; sostenido por una hilera elegante de botones en la parte de en medio, acinturado con pedrería plata, marcando la diferencia entre la parte alta del vestido igualmente con encaje y la parte de la falda era lisa pero un poco ampona con adornos de pequeñas flores de encaje en la parte de abajo, no era blanco era de un tono marfil elegante.

Tell Me You Love MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora