El segundo nombre de esta historia es drama.
La expresión de Steve era indescriptible, no podía ver en esos ojos al hombre del que se había enamorado alguna vez, la pelirroja observo sus manos cuando él se soltó de las suyas, conforme las iba levan...
Sharon estaba por levantarse de su asiento pero sintió que alguien la detenía, cuando se dio cuenta de quien era supo que no podría hacer nada, así que al igual que la otra mujer se limito a mirar al frente como los demás, pendiente de aquella escena.
-Lamento llegar tarde- se disculpo, le dedico una mirada triste a la pelirroja y se aproximó a su lugar.
Después del incidente todo siguió de forma normal para Steve fue una tortura el tener que presenciar como la pareja citaba sus votos y se juraba amarse por siempre, llego un último mensaje a su celular.
"Nos vemos pronto"
-Christopher , ¿Aceptas a Natalia Alianovna Romanova como tu esposa?
-Si- no tardo en contestar el castaño con una inmensa sonrisa.
-Y tu, Natalia ¿Aceptas a Christopher Anderson Brown como tu esposo? - lo miro a los ojos.
Steve parecía ni siquiera estar consciente de que estaba ahí simplemente esta concentrado mirando al frente esperando escuchar las palabras que tanto temía, al igual que Natasha en su momento albergaba la esperanza de que ella dijera que no, pero eso no paso...
-Si, acepto- le de volvió la sonrisa al castaño.
La ceremonia había concluido y fueron declarados marido y mujer y así dio por terminada una parte de la historia de ambos...
Cuando todos comenzaron a salir el rubio dijo una sola cosa antes de irse.
-Discúlpame con ambos por tener que retirarme- ella solo le dio la vuelta y salio hacia la ventana recepción pues supuso que no podría preguntar nada.
La recepción era sumamente elegante igualmente adornada por un arreglo floral en cada mesa con pequeñas velas en cristal perfectamente ordenada, candelabros de cristal colgaban del techo al centro de la mesa principal de ambos lados estaban sentadas las personas mas importantes para ellos y en el sobrante el resto de los invitados.
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