Capitulo 20

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Taylor Alí

Me miro al espejo mientras rizo mi cabello color caramelo con la canción Wasabi de Little Mix de fondo. El maquillista de la familia no tardará en llegar y se supone que él me prepare, pero necesito distraer mi mente en algo.
-Tay...- Escucho la fina voz de mi madre detrás de la puerta de mi habitación
-Pase...-respondo y suelto el rizador. Lo desconecto y comienzo a echarme spray de laca en el cabello para mantener los rizos en su lugar.
-Llegó el maquillista, pasa a la habitación principal.- me avisa con un tono seco y poco cariñoso. Así como si solo fuese una mensajera. Volteo a verla y ella está con un maquillaje impecable. Claro, modelo al fin.
-Claro, allá voy. -Respondo igualmente y me dirijo a la habitación principal.
Entro en ella y está llena de millones de maquillajes y vestidos coloridos. Todo esto para una solo para mi.
Me acomodo en el asiento que me ordenan y tres personas comienzan a bregar en mi como si fuese una reina. Al poco tiempo, estoy completamente arreglada y con un vestido corto rojo con tela de ceda y espalda completamente abierta. Mi cuello tiene un collar lleno de diamantes en conjunto con tres pulseras. Llevo unos leves tacones color "nude" que combinan con mi claro color de piel a la perfección.
Contemplo mi aspecto impecable en el espejo hasta que soy interrumpida por segunda vez en el día por mi molesta madre.
-Ugh, ¿qué quieres?- me volteo arrogantemente y la miro
-Tu padre y tu hermano te están esperando en la planta baja, apresúrate que la prensa necesita estas fotografías ya. Recuerda que el tan esperado día de graduación de los Taylor Mendes debe ser portada de unas varias revistas. - Me responde y cierra la puerta de la habitación con tanta fuerza que se puede llegar a escuchar en toda la casa.

Marinne

-Kareia, esta noche habrá una fiesta en mi casa. Necesito que la casa esté lista a las 8pm. Yo tengo que hacer unas diligencias antes de venir hasta la casa, así que puede que llegue tarde. Las invitaciones ya están entregadas. Tú solo encárgate de recibir a los invitados. - Le indico mientras me hace la manicura
-Si, señorita. No hay problema-Responde y suelta mi mano avisando que terminó con la manicura. Me paro del asiento y subo hasta mi habitación.
Aún no tengo idea de qué ponerme para la inútil graduación. Son horas desperdiciadas en una silla. Pero debo estar presente y con una sonrisa en la cara porque las fotografías en este pueblo son lo único que habla de ti.

Rebusco entre mi closet lleno sólo de ropa nueva y súper costosa. No sé con qué de tanta ropa hermosa vestirme. Qué difícil. Me decido por un vestido lila con brillo que debe llegarme hasta la rodilla. Sé que para el día puede estar un poco demás, pero nunca es suficiente brillo. Lo deslizo por mi suave piel y las delicadas tiras de manguillos hacen que el vestido cuelgue a la perfección sobre mi cuerpo.
Me decido por hacerme un maquillaje rápido, pero hermoso y suelto mis rizos para que caigan perfectamente por encima de mis hombros. Me pongo los primeros zapatos que encontré en el armario, al igual que las prendas.
-Lista, Kareia. Ya me voy-Grito con fuerzas y me dispongo a bajar las escaleras.

Dayson

Llevo unos quince minutos esperando por Milan en la parte inferior de la casa. Hace unos años estábamos mamá, papá y yo esperando igual a que ella terminara de arreglarse para su graduación. Bajó de las escaleras con un vestido súper sencillo color amarillo con flores. Su cabello recogido en una perfecta trenza hacia ver su cara brillante y juvenil. Recuerdo ese día como si hubiese sido ayer.

No pasa mucho más tiempo cuando Milan baja las pequeñas escaleras de nuestra humilde casa y comienza a estirarse el traje hacia abajo.
-Esta panza ya no me deja hacer nada-Me cuenta y comienza a reír. Wow, extrañaba esa risa contagiosa.
-Pienso que alguien allí adentro quiere al fin salir.-respondo con una risa leve y Milan levanta la vista
-Perdóname por no haber estado ahí en esos momentos de dolor. No sabía qué hacer-Se disculpa conmigo por primera vez desde la muerte de nuestros padres y provoca que una lágrima resbale por mi mejilla
-Tranquila, todos lidiamos con el dolor de maneras diferentes. Estoy agradecido con que podamos volver a estar unidos. -Respondo
-Si, sé que Evan fue tu maestro pero es una persona muy graciosa. Te va a caer súper- Intenta convencerme
-Ya me cae súper. Sé que él es quien te hace feliz. Lo he visto y le doy las gracias por acompañarte en estos momentos tan dolorosos. Ojalá y sean súper felices. Les deseo lo mejor-Milan, al escuchar esas palabras me abraza y comienza a sollozar
-Voy a arruinar mi maquillaje- me cuenta y comienza a secar sus lagrimas- Me ofreció irme a vivir en su casa y no tiene problema con que vengas con nosotros. No queremos dejarte solo. -Me cuenta y escuchamos el carro de su prometido llegar
-No, Milan-Tomo de su mano y la dirijo hacia la puerta- Ustedes necesitarán su espacio como matrimonio. No puedo invadirlo. Yo estoy bien aquí. Puedo visitarlos y cuidarles el niño cuando lo necesiten, pero no puedo invadir espacio ajeno- Ella intenta insistir mi decisión, pero yo me niego. Abro la puerta y nos encontramos con el auto.
-Dayson...-Me llama antes de poder abrir la puerta trasera del auto y yo me volteo para indicarle que la estoy escuchando- De donde sea que mamá y papá estén, ellos están súper orgullosos de ti. Haz sido muy fuerte. Y haz salido adelante sin necesidad de nadie. Poco a poco sanaremos nuestras heridas juntos. Te amo- Me mira con los ojos llorosos. Sonrío y asiento antes de abrir la puerta del auto. Tomo asiento y me abrocho el cinturón.

Si sólo ella supiera...

Cammeron

-Tu padre está por terminar. ¿Estás listo?- me pregunta mi madre con una taza de café en la mano
-Estoy nervioso- le respondo y fijo mi visita en ella. - Hoy anunciarán de quien es la beca deportiva. La necesito. - Le recuerdo y ella asiente

La beca deportiva es una que le dan al mejor deportista del año en Keltown High School, donde el ganador de ella podrá cursar en Keltown University con todos los gastos pagos. De verdad la necesito más que a nada en el mundo.

-Vamos, Cam- me llama mi madre y me dirijo al auto.

Mi familia nunca ha sido de altos recursos. Digo, si han tenido dinero para pagar una casa bastante bien valorada,ect. Pero desde que mi padre cayó en el maldito alcohol todo colapsó. Si no gano esa beca, quedaré completamente en la calle.

Me pierdo tanto en mis pensamientos que no me doy cuenta de que he llegado a la graduación. La misma es en la cancha de la escuela. Todo está lleno de sillas y hay una gran mesa llena de diplomas y medallas. Miro hacia todos lados y todos están hermosos con una apariencia increíble. Veo a Dayson entrar por las gigantes puertas seguido por Milan. Está hermosa. Su cabello cobrizo cae Perfecto con su vestido negro. Su vientre se ve espectacular. Se ve hermosa. Todos mis sueños caen cuando veo al maestro Evan sosteniendo su mano. ¿Qué? No puede ser. No puedo creerlo. Mierda, mierda, mierda.

Primero Evan es el responsable de mi rompimiento con Marinne y luego es por quien no podré estar nunca más con Milan. No puedo creer que alguien tan insípido y estupido sea quien rompió mi corazón.

El salón se hace muy pequeño y mis lagrimas comienzan a salir. Me aprieta el pecho, me duele la cabeza, estoy mandando mi cuerpo a moverse y hacer algo. Correr al baño o lo que sea, pero él no responde. Mi mundo se cayó. Todo por culpa de una sola persona

Me sobresalto cuando escucho un "tomen asientos, la graduación va a comenzar". Y busco un asiento entre esta multitud de gente. Espero hacerme inexistente en este momento.

Marinne

Me he dormido unas diez veces. Despierto y vuelvo a ver a todos igual de sentados como antes. Me llaman y me entregan el diploma. A la que lo hacen, salgo corriendo de el área para irme.

-La tan merecida beca deportiva es para Cammeron Mars- escucho a lo lejos y lo felicito en mi mente. Creo que ese era el acto final de la graduación, así que me dispongo a ir corriendo a mi auto y lo prendo.

Manejo por un largo tiempo y llego a la putrefacta residencia para locos.

-Déjame ver ese diploma, hija hermosa. -Me pide mi madre y le muestro el pedazo de papel que tengo en las manos y ella lo toma. -Felicidades.
-Gracias. ¿Cómo haz estado?- Le pregunto y me siento a su lado en la pequeña cama de su pequeña habitación
-Super, cómo no. No vi a mi hija graduarse, pero estoy muy bien, créeme- No sé si en el tono en el que me está hablando es uno sarcástico o ya habla así por naturaleza.
-Traje comida-le cuento y saco unas papas que preparó Kareia ayer
-¿Esto no lo hiciste tú, cierto? Tú no puedes hacer esto. De hecho, tú no puedes hacer nada- Me restriega en la cara y seco una lagrima que cae por mi mejilla
-Madre, puedo hacer muchas cosas. -respondo con tranquilidad. No puedo alterarla
-Si, por ejemplo putear- Me responde- eso es lo mejor que sabes hacer. Acostarte con todas las personas que se te aparezcan en frente. Igual a tu padre- Grita la última oración y me paro bruscamente de la cama
-Madre, tú fuiste quien me enseñó a ser como soy. Si te molesta, no entiendo entonces por qué me criaste de esa manera-le grito más fuerte desafiándola. Cambia completamente de expresión.
-Perdón, hija-baja su tono de voz a uno muy leve-Sabes que te amo, ¿verdad?- me manipula
-Madre, la última vez que le dijiste "te amo" a alguien, lo asesinaste. ¿No recuerdas?- le recuerdo lo que hizo con mi padre
-pero hija, tu padre era una muy mala persona. Tú no lo eres- responde
-Madre. Hace unos minutos me dijiste que no valía nada. Se nota que necesitarás mucho más tiempo aquí dentro encerrada-Me paro del asiento y me voy del hospital.

Taylor Ali

-Marine ¿Qué haces saliendo de un hospital psiquiátrico?-Me pregunto mientras veo su exacta ubicación por el gps de su laptop. Creo que olvidó que venía a la fiesta y que me sé todas sus contraseñas. Ay, tecnología. Te amo.

Creo que será momento de descubrir la verdad y destruir a la rubia teñida.

Keller.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora