Al fin llegó la hora, la luna ya está en su punto más alto, las estrellas se alinean a la perfección, las constelaciones se asoman a ver este grandioso acontecimiento y el pueblo sumido en total tranquilidad y silencio, como si supieran lo que va a pasar, todo se siente diferente; mi piel hormiguea, se eriza, ahí está, hay algo en mi interior que clama por salir, lo sé, lo siento, es mi hechicera interior, mi alma mater, mi otra yo, y no necesito hablar ni contactar con el pensamiento a las chicas, sé que se sienten igual, hoy más que nunca nuestra conexión se siente increíblemente poderosa, las siento como si fueran yo misma, como si estuvieran en mí y yo en ellas.
Como es la costumbre, las mujeres hechiceras de la familia, nos citaron en la mansión Perchel, exactamente a las 23:00 de la noche, al llegar allí, ellas ya tenían puesto el traje ceremonial que les tocaba, verán cada hechicera tiene un ser diferente, y su traje ceremonial debe re presentarla, mi madre por ejemplo, llevaba un largo vestido de terciopelo rojo, holgado con mangas anchas como alas, decorado con unas puntillas en sus bordes, con tribales, arriba un chaleco de piel marrón y en su cuello sus amuletos hechos collares y un cuerno blanco que funciona como un teléfono medieval. El de la mama de Daian era un vestido largo y holgado color blanco, arriba de este iba una especie de blusa gris, atado a su cintura un cinturón del que prendía uno de sus amuletos, y un pañuelo que usaba con capa, atado como un listón, de su frente un adorno de oro, al igual que el cuerno de mama esa corona es un comunicador celestial, en su cuello el resto de sus amuletos. La mama de Lucy, era un vestido largo blanco hasta los tobillos, con un delantal y una chaqueta arriba, en su pelo una tiara, misma función que el cuerno y el adorno un bolso, donde metía todo lo que necesitaba en batalla, su bolso también era un talismán, al igual que sus pendientes.
Sin dirigirnos ni una palabra, nos condujeron a un cuarto debajo incluso del sótano, y eso ya es decir muy bajo, el lugar era como una cueva, iluminado por grandes velas, que desprendían curiosos olores, en el centro del cuarto logramos divisar un especie de fuente de agua, construida en plata, los colores eran cálidos, sensuales, diferentes tonos de rojo y naranja, al entrar se hincaron en una reverencia ( una rodilla en el piso, y la otra elevada, en donde cargaban uno de sus brazos, mientras su mano estaba posicionado arriba del corazón), sus ojos cerrados cuando se agacharon, cuando de repente se siente un fuerte ruido, es como si tocaran un tambor gigante, ¡TUM!, a la vez nuestras madres levantan la vista y sus ojos cambian de color, son sus hechiceras, hablaron a la vez, ellas dijeron algo en la lengua muerta (latín).
- Magna omnipotens: ecce nos... New militibus relinquere nos in tua potestate: non est qui iudicet viam vestram. (Gran todopoderoso, he aquí a nuestras nuevas guerreras... las dejamos en sus manos, que sea usted quien decide su camino.)
De repente, vimos tres figuras salir de algún lugar, la verdad aún no sé de dónde, es como si se hubieran materializado, cosa que no me impresiona, aunque esto es más extraño que todo lo que hemos visto, vivido, y créanme cuando les digo que han sido muchas cosas, de fondo se escucha una leve melodía, me recuerda a la música druida, como en las películas, el ambiente cada vez se siente más relajante, más liviano, es... como si sacaran todo el peso de nuestros hombros, como si nos desarmaran y volvieran a construir, como si alguien estuviera haciéndonos de nuevo, es ahí cuando la siento aún más cerca. Siento que somos una, la siento hablar a través de mí.
-Es ticu visam, un es neko neticu, es ticu dzīvībai un es ticu nāvei, es ticu savam mērķim, un es pieņemu savu laimi, es piekrītu, ka esmu daļa no tā, vadot to un rūpējoties par to, es nolemšu turpināt un saskarties ar visu ļaunumu kopā ar manu māsas
Es ticu asinīm, kas iet caur mūsu vēnām, un būtībā, kas mums deva savu būtību, es ticu debesīm, un es ticu Zemei, ka mans liktenis ir aizzīmogots, ka viņi mūs ved, ka viņi mūs stiprina un palīdz mums cīnīties, Visums ir unikāls, mums ir jāaizsargā.
(Creo en todo y no creo en nada, creo en la vida y creo en la muerte, creo en mi propósito y acepto mi fortuna, acepto ser parte de ella, guiarla y cuidarla, yo decido seguir adelante, y afrontar todo mal junto a mis hermanas.
Creo en la sangre que corre por nuestras venas, y en el ser que nos dio su esencia, creo en el cielo y creo en la tierra, que mi destino quede sellado, que ellas nos acompañen, que nos hagan más fuertes, y nos ayuden a luchar, el universo es único, debemos protegerlo.)
Ya no soy solo yo...
Se escucha una voz que retumba por todo el lugar, no estaba en la habitación, pero a la vez sí, me di cuenta que era como una llamada con el todo poderoso, alguien ríe en mi interior y no soy yo, ahora sé que está presente.
La voz nos dice -Es tos pazīstu, un viņi mani pazīst, viņi ir daļa no manis, es esmu daļa no jums, viņi ir daļa no manām rindām, mani karaspēki, viņi ir mani jaunie karotāji, ka viņu ceļš vienmēr ir pareizais, pieņemiet to no manis.- (Las conozco y me conocen, son parte de mí, soy parte de ustedes, forman parte de mis filas, de mis tropas, son mis nuevas guerreras, que su camino siempre sea el correcto, acepten esto de mi parte.)
bet pirms šī klātbūtnes saņemšanas viņiem jāsniedz neliels upuris, piliens asins un mūsu derība tiks aizzīmogotas uz visiem laikiem. (Pero antes de recibir este presente, deben dar un pequeño sacrificio, una gota de su sangre y nuestra alianza quedara sellada para siempre).La verdad es que no sé cómo lo entiendo, pero lo hago, se con exactitud cada palabra que dice, y entiendo todo lo que significa. En algún momento Lucy Diane y yo nos tomamos de la mano, y ahora juntas, nos dirigimos a la gran mesa de mármol ónix, en donde yacían tres bolsos, donde se encontraban nuestras pertenencias, de la nada, aunque sin asustarnos (ya que en cierto punto sentimos su presencia, debido a que todos nuestros sentidos son aún más sensibles, ahora percibimos cien veces más), aparecen otras tres figuras, al igual que las otras, son anchas, robustas, nos transmiten paz y tranquilidad, es una sensación realmente deliciosa y acogedora.
Cada uno de ellos ( y es que ya pude percibir sus esencias, sé que mi hechicera sabe quiénes son, los conoce y confía, aunque yo aún no puedo descifrarlo) se coloca frente a cada una de nosotras, uno de ellos con un largo, grueso y puntiagudo punzón, el cual parecía estar tallado a mano con extrañas marcas, que por cierto entendí, en otro dialecto, al fin nos pincharon una a una en el dedo, esas gotas de sangre que ahora se encontraba en aquella extraña varilla, fueron depositadas en la fuente de plata y oro, el agua cambio los colores, y de ella emergió un ángel, iba vestido con armadura y con espada en mano, no nos habló, ni emitió sonido pero sabíamos quién era, y que creía de nosotras, así como apareció, también desapareció. Los tres entes, nos comienzan a vestir con aquellos los que serían nuestras vestimentas ceremoniales, nuestras armaduras, aquello que nos representa, aquello que nos identifica; y así nos dejamos arropar, pero no se confundan cuando digo que nos vistieron, nada fue de una manera erótica o sensual, nada era sexual, al contrario, era todo tan solemne, tan puro, tan extraordinario, tan magnifico. Una vez vestidas, la conexión se hizo inminente, fue a cada segundo más fuerte, ahora ya no éramos tres, éramos seis, sentí como nos llenábamos de fuerza, de poder... de magia, mi piel ardía, mis ojos ya no eran solo míos, ellas se están manifestando, ellas ya somos nosotras.
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Gaizka- El comienzo.
DiversosComo todos dicen, pueblo chico infierno grande, todos conocen la vida del otro, cada cosa diferente es una novedad, como en todo pueblo, en este caso villa, hay alguien loco, alguien raro, alguien muy rico, se entiende la referencia. Un poco loca, d...