Gaizka- El comienzo.

CAPITULO 10- CUMPLEAÑOS, CITAS, Y MAS...

     

La noche al fin llego y tenemos todo preparado, compramos, horneamos y organizamos, para preparar todo tuvimos que ir a Ciel, es único lugar donde ellos no podían leer nuestras mentes, donde no podían saber que tramábamos y donde podíamos emocionarnos, por nuestras primeras citas, aunque ellos no supieran que eran citas, algo tonto ¿no creen?, Las hechiceras nos ayudaron a preparar algunas cosas que son realmente deliciosas, beneficios de vivir desde el comienzo del universo.

Durante el día nuestras familias les festejaron, llenaron de regalos y buenos deseos, como una nueva tradición, hicimos el momento de la vela, entonces cada cumpleaños, vamos a prender una vela y nos diremos buenos deseos, metas y todo tipo de cosas buenas. Se notaba a leguas que disfrutaron de su día y eso nos pone feliz, ahora esperemos que también disfruten de su noche... okey eso se puede mal interpretar, pero sé que me entendieron.

En cuanto a Gaizka, anoche quede algo picada con su comentario estúpido, le desee un feliz cumpleaños, pero no hable más con él; sin embargo, nunca dejo de mirarme, fue incómodo, pero trate de no pensar en él, ni nada que lo relacione, por supuesto que mucho menos en lo de esta noche.

Ya es la hora, comienza la sorpresa, debo decir que esto es de lo más estresante, tuvimos que mantener nuestras mentes ocupadas en otra cosa, repase, algunos libros que he leído, y debo decir que no son pocos.

A las 18:00 PM en punto los muchachos ya estaban tocando la puerta de la sala del recreo, es un salón, con un mini cine, con juegos de todo tipo, electrónicos, de mesa, billar, entre tantos otros; al entrar, quedaron boquiabiertos, no sabían a qué lugar mirar primero.

Decoramos el salón, como si del cumpleaños de un niño se tratara, guirnaldas, globos, mesas con comida y bebidas, de todo un poco, esta noche trataremos de darle la mayor cantidad de experiencias que esté a nuestro alcance.

Primero que nada, les dimos nuestros regalos, somos cursis, pero bueno, el regalo consta de unos collares al estilo militar con nuestros nombres, los de ellos y los nuestros, los seis en cada chapita, la fecha de sus cumpleaños y las nuestras. Nosotras también nos hicimos unas, pero la diferencia, es que detrás, cada una tenía un dibujo que combinaba con su pareja, este, en realidad es como un nuevo talismán, fuente de nuestro poder y para protección, tanto nuestra como de ellos, así los mantendremos protegidos, y ellos a nosotros, estando unidos, ahora somos aún más invencibles.

Luego de ese momento, les dimos a elegir con que querían empezar, y quisieron comer pizza.

Más tarde todos seguían comiendo, jugando, bueno todos menos Gaizka, aun no puedo encontrar un diminutivo a su nombre que desesperante *Quizás... ¿amorcito?* dijo Titania oh tu cállate, en fin, algo le pasaba, estaba comiendo y mirando el cielo por el balcón, así que se me ocurrió pedirles consejos a los chicos.

-Pensamos que no preguntarías nunca- me dice Demian

-Lo que pasa es algo muy obvio en realidad, el chico está loco por ti, lo que no es novedad ni extraño, todos estamos locos por ustedes, como Demetri por Lucy, como yo por Daian- Las 3 quedamos boquiabiertas, además de rojas cual tomates.

-Entonces en verdad aún no se dan cuenta de la intensidad de todo esto ¿verdad?- nos miramos entre nosotras, los miramos de nuevo y negamos con la cabeza mientras nos encogíamos de hombros.

-Son realmente frustrantes chicas, me parece que debemos ser más directos, porque las indirectas no funcionan con ustedes- dijo Demian y Demetri lo acompaña con un asentimiento de cabeza.

-Entonces... ¿qué hago?- dije tanteando el camino- a lo que los muchachos exasperados me respondieron

-¡Ve y habla con el tonta! AUCH!!- luego del tonta dijo Demetri quien recibió un golpe en la nuca por parte de mi amiga- está bien lo siento, pero es que entiendan, nosotros no estamos acostumbrados a tratar con chicas, mucho menos con chicas de las que estamos enamorados, aunque nosotros dos somos algo más extrovertidos, aun nos sigue dando algo de vergüenza, a eso sumemos que nunca sabemos cómo dar el paso.