Gaizka- El comienzo.

CAPITULO 6- "EL ARMA MAS PODEROSA"

PARTE 1

En nuestras vidas han pasado muchas cosas, es verdad, no somos el tipo de persona que tradicionalmente se le dice "normal" aunque claro que eso está sobrevalorado, no digo que sea aburrido ser normal, no me vallan a mal interpretar, pero ser diferente no está mal, aun así nosotras más que diferentes, somos extraordinarios, si esa es la palabra, bueno es que si no es esa la palabra que nos define, en realidad no se cual sea, es decir, en si llevamos un estilo de vida fuera de lo común, digo somos mujeres hijas de guerreras hechiceras que están casadas con Nefilim, y a su vez en nosotras habitan otras hechiceras que también son guerreras, lo cual claro nos convierte a nosotras también en guerreras, es decir somos ... mmm no se ¿soldados del cielo en la tierra? . En fin, conocemos la verdad de la mayoría de las cosas, tenemos la información desde lo que realmente ocurrió al crearse el planeta tierra hasta como apareció el universo (no necesariamente en ese orden), tenemos el conocimiento de todo, y de todos, tenemos poderes, la capacidad de hacer muchas cosas, de hacer hasta lo imposible, lo que no sabíamos es que debíamos seguir los pasos de nuestros padres y hechiceras casarse con Nefilim, con razón nunca nos contaban las historia de amor, ya que lo que tienen si es amor, se nota, se siente, se ve; nosotras siempre dimos por hecho que se conocían en las batallas o en las reuniones, pero no estábamos enteradas que ellos vendrían a entrenarnos, y ser como nuestros guardianes, y además de todo nuestros compañeros de vida... aunque ahora que lo pienso todo tiene mucho sentido, la atracción que sentíamos con ellos era realmente fuera de lo común.

- A ver si entendí, entonces todo eso que sentíamos al verlos era solo magia y no éramos nosotras con hormonas revolucionadas- afirme ya más calmada; los hombres salieron para darnos nuestro espacio.

- Algo así.- respondió mama- en realidad sus hechiceras y los Nefilim son algo así como almas gemelas, ya que se crearon de un mismo ente, tienen la misma esencia.- trato de explicarnos

- Ah genial, osea que ellos son amantes y nosotras la punta del triángulo.- mi hechicera se manifestó en mí.

- No, no somos amantes, nosotras somos como el imán, pero ellos se enamoran de ustedes, de lo que son, de lo que representan; claro que tienen la opción de irse y ustedes a negarse, pero están destinados a estar juntos, por lo que siempre habría un huequito en sus almas, sentirían que algo les falta.-

- Así es, gracias querida- respondió la madre de Dai

- Entonces, podemos negarnos.- dijo la aun molesta Daian.

- De poder, pueden, pero de nada serviría, si no es ahora en algún momento de sus vidas se buscarían o encontrarían.

- No es justo, me rengo que atar a un desconocido ¿¡¡porque a un idiota se le ocurrió!!?

- Básicamente- contesta ondina hechicera de Lucy manifestándose- aunque de hecho no es tan malo, la verdad esos sujetos son agradables una vez los conoces, y no solo ese tipo de conocer... ¿si me entienden?- su tono era algo pícaro y muy sugerente. Lucy quien es la más tímida de las tres, estaba más roja que la manzana que muerde blanca nieves.

-Solo denles una oportunidad sus padres los conocen, sus vidas a comparación de la de ustedes, es mucho más dura, los entrenan desde su nacimiento, nunca han tenido una madre que los arrope o un padre que les haga caballito, una fiesta a escondidas o algún momento romántico. Jamás habían hablado con chicas de su edad, es por eso la bruteza de su primer encuentro, solo saben lo que es la rudeza.- al parecer la miramos con caras de no entender, porque nos explicó- esa tarde cuando los enviaron a nosotras, nos contaron como habían actuado, y se sentían bastante mal, fue muy gracioso verlos así de preocupados.

-Es por eso que no se deben engañar, a pesar de todo y si prestan atención, ellos siempre las trataran cual piezas de porcelana, o como un barquito del papel más fino y delicado, como su posesión más preciada.

- Ellos darían la vida por ustedes, así como también ustedes lo harían, no hay una persona en el mundo para ustedes más confiable.- nos explican nuestras madres.

A medida ellas iban hablando vimos pasar por sus ojos, miles de sentimientos, recuerdos, vimos ensoñación, anhelo, importancia, vimos compañerismo, vimos amistad, vimos pasión, vimos... amor y lo sabíamos.

- Entonces, ¿así fue? De esta misma manera se conocieron con nuestros padres.-

- Exactamente, esa fue básicamente la historia, así como ustedes, no queríamos saber de ellos, patanes, arrogantes y ególatras, para nosotras se creían amos y señores, siempre dándonos órdenes y diciendo que debíamos o no hacer- recuerdan con una sonrisa y ojos ensoñadores- era tan fácil y divertido sacarlos de sus casillas, hacíamos de las nuestras, alguna que otra broma de mal gusto, algún que otro hechizo... no era necesario mucho para hacerlos explotar.

- Sin embargo solo hacía falta un beso en sus mejillas para darles vuelta el mundo y nos perdonaran, así sigue siendo, y con nosotras es igual, basta que posaran esos fuertes y penetrantes ojos en nosotras para tenernos a sus pies.

A pesar de todo, las tres somos unas locas fanáticas del romance y esas anécdotas, nos dejaron sin palabras.

-Pero no solo eso nos fortaleció, el hecho de pelear codo a codo y tener que confiar y poner nuestras vidas en sus manos, hizo de nuestro vinculo invencible, y eso mis niñas los hará el peor enemigo, el más fuerte contrincante, el arma más letal, ya que no hay nada más fuerte que ustedes juntos, imaginen si solo las seis ya eran poderosas (haciendo referencia a nosotras y nuestras hechiceras) imagina como serán los nueve, invencibles.

Así es como nos convencieron y decidimos darle una oportunidad a toda esta locura. Que sea lo que Él quiera, aunque más o menos ya tenemos una idea...

PARTE 2- EN EL INTENTO

Al terminar con sus relatos, nuestras madres se marcharon y nos dejaron con mucho que pensar. Nos acostamos arriba de mi cama y comenzamos a reflexionar, no era necesario decir nada, nos podíamos entender y sabíamos lo que la otra sentía; Lucy estaba dispuesta a intentar; Daian aunque algo reacia, había quedado encantada con las anécdotas de nuestras madres, por lo que haría lo que nunca imagino y le daría al amor una oportunidad; en cuanto a mí, sinceramente no sé lo que siento, es decir sé que debo intentarlo y tal, además, admito sin tapujos que tengo una atracción increíble por ese hombre, todo en el me llama, pero... de ahí ¿a otra cosa? . A pesar de amar la idea del amor y el romance y todo lo que eso conlleva, ¿estoy realmente lista para vivirlo?, es mas ¿alguna vez se está listo? Que debo hacer, solo se lo que he leído y lo que D me ha contado, se toda la teoría, pero ¿en la práctica?, bueno eso es otra cosa.

Ya está decido el no darle más vueltas al asunto, solo iré tanteando el camino a ver dónde me lleva, claro que aunque lo idiota que suelo ser, me voy a encontrar varios pozos y baches, que bueno que estoy decidida a pasarlo sin importar que, hasta que ya no pueda más, o hasta que ya no sea algo por lo que deba temer.

Así pasamos el resto del día, acostadas, tan solo pensando, procesando, ideando tácticas, a veces investigábamos tácticas de seducción o buscábamos como conquistar chicos de una manera sutil, o cómo encararlos, hoy era para nosotras, fue un día realmente largo y agotador, hemos pasado la noche en vela por la iniciación y el día entre pensamientos y explicaciones, así que lo terminaríamos descansando, ya mañana todo iba a cambiar, esperemos que para bien.