ZÉRO

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La música estruendosa inundaba una discoteca en Gangnam, Min Yoongi un apuesto hombre con 26 años recién cumplidos se encontraba con sus amigos más allegados celebrando, aunque el festejado no estaba muy de acuerdo con pasar su tiempo ahí. Era inevitable la oscuridad en este tipo de lugares, ya iba a recoger su abrigo e irse, pero algo llamo su atención como un brillo en la neblina de ese infierno, primero creyó que era una alucinación por los efectos de tanto alcohol que había consumido. Vio que sus amigos se distrajeron igual al ver al chico que se encontraba bailando, atrayendo muchas miradas, su cuerpo angelical bailando al compás de la música con sus curvas tan definidas que daban ganas de tocarlo, llevaba una camisa blanca casi transparente sin cuello mostrando sus clavículas, unos ajustados pantalones rojos que marcaban su trasero, lo mejor no era la ropa sino la figura que se marcaba en esta. La cantidad de personas, el ruido, todo desapareció para Yoongi solo podía ver al chico. No supo en que momento había llegado frente a él y recibió una gran sonrisa del chico que parecía que en cualquier momento fuese a desaparecer, labios gruesos y mejillas sonrojadas por el calor.

- ¿Quieres bailar? -pregunto el chico más joven. Yoongi no lo dejo hablar cuando ya lo había tomado de las caderas y siguió su ritmo haciendo al muchacho estremecer y abrir un poco sus labios, al Yoongi ver eso sintió la sensación de querer tomarlo en ese momento. - ¿cómo te llamas? -dijo el joven mordiendo levemente sus labios y analizando al hombre frente a él.

-Mi nombre no es importante -Yoongi solo lamió sus resecos labios y lo tomo fuerte de la cintura.

-Veo que eres un tonto -el muchacho enarco una de sus cejas, tenía una mirada coqueta, pero quito las manos de Yoongi y se alejó no sin antes darle un guiño e irse a la barra, siendo seguido a sus espaldas por un confundido Yoongi.

-vamos sé que vienes a divertirte al igual que yo -se acercó por detrás mientras el muchacho pedía una piña colada haciendo a Yoongi reír -solo se mi presa esta noche -Yoongi dijo en el oído del muchacho, este mordió sus labios y lo miro por el hombro.

-Supongo que tienes razón, pero ¿por qué crees que quiero que seas tú? - se voltio encarando al otro hombre, las fuertes manos pálidas de Yoongi cubrieron su cadera -no te cansas -Yoongi negó haciendo reír al chico - ¿en dónde lo haremos?

- ¿En dónde haremos qué? -Yoongi lo miro incrédulo no pensó que seria tan fácil, hasta que escucho una dulce risa y sintió unas manos agarrarlo de las mejillas con fuerza aprecio los ojos avellana que no había notado que tenia el chico, voltio la cara al ver al chico intentar unir sus labios -no me gusta dar besos -el otro al escuchar eso hizo un tierno puchero.

-Las cosas las haremos a mi manera entendiste -Yoongi no supo por qué, pero se encontraba asintiendo a todo lo que le decía -ahora me llevaras a tu casa, lo haremos en un auto, el callejón también es un buen lugar, un motel, pero eso si no voy a poner ni un centavo.

Yoongi no podía creer estar en ese tipo de conversación con el chico que no hace mucho lo rechazaba algo estaba mal en ese muchacho de ojos avellana, pero no se quejo, ni reclamo al ser jalado a fuera en la noche fría o en el momento que sus labios chocaron es mas profundizo el beso y lo aprisionó de las caderas mientras el chico se sostenía de su nuca y halaba su cabello.

-Iremos a mi casa -dijo de la nada Yoongi sorprendiéndose ya que nunca le había dicho a un revolcón que fueran a su casa, el muchacho aplaudía y le daba mas besos en su cara cosa que no molesto a Yoongi y le hizo pensar que no seria tan malo no pagar por una vez en su vida por un cuarto solo para coger.

- ¿Cómo es tu casa Hyung? -pregunto el chico que estaba recostado en el sillón del auto haciendo dibujos en el vidrio.

-es un departamento privado, nada fuera de lo normal -paro en un semáforo y vio al chico metiendo una de sus manos por el cuello y acariciando la suave piel de su pecho - quiero que juguemos -el de ojos avellana vio lo concentrado que estaba el hombre observando sus movimientos, se acerco y coloco una de sus manos sobre su pantalón comenzando a frotar el miembro del otro con su pulgar -¿que piensas de una mamada?

-a quien no le gusta -solo sintió su miembro siendo liberado, pero no quito la mirada del frente, sintió unos cálidos labios rodear su glande y escuchar ruidos eróticos.

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Profesor Min  ●○YOONMIN●○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora