QUATORZE

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Lunes 6:30 A.M.

-¿Cómo que hoy no vas? – ella levanto la voz. Lo más seguro es que su pregunta fue escuchada en toda la mansión. El chico frunció el ceño – no me mires así y qué coño estuviste haciendo parece que Drácula te atacó – lo miraba de arriba abajo al verlo aun con la pijama y con una cara de sueño como si no hubiese dormido bien en días.

- Así como lo oyes niña, estoy enfermo y no iré hoy –miró con pereza y sueño acumulado a su amiga –además a Tony no le gusta que estés en mi auto siempre.

- ¿Tony? Jimin te conozco y sé que no te importa una mierda lo que diga tu enorme novio –dijo lo último entre comillas y haciendo unos cuernitos con sus dedos sobre su cabeza que hicieron a Jimin reír, la chica termino jalando sus propios cabellos al ver que su amigo no reaccionaba–sabes que no tengo auto, si tuviera ni me importara tu existencia.

Jimin torció sus ojos y un bostezo involuntario –tengo planes dentro de unas horas –ella abrió la boca y comenzó a negar mientras tomaba una de las mullidas almohadas de la cama del chico y lo golpeaba con esta –qué te pasa loca –dijo Jimin enojado aguantando las ganas de sacarla por la ventana.

-te conozco y algo me dice que esa mierda que harás implica al chico por el cual me dejaste sola en la discoteca –Jimin no pudo ocultar esa sonrisa traviesa y menos haber podido esquivar otro almohadazo – ¿en serio me vas a dejar sola en el colegio por irte a coger?

La respuesta fue una eufórica risa de parte de su amigo y este señalando la puerta indicándole que saliera, frunció el ceño e iba a decir un insulto, pero entro el señor Park causando el silencio de ambos, no falto la tos falsa del menor y la mirada preocupada del señor. Todo eso le causo gracia a la chica que iba a reír, pero un pellizco hizo que torciera los labios y esa mirada asesina que expresaba un "di algo zorra y te mato". La voz del papá de su amigo la saco de su trance.

-Yoora, creo que deberías irte Jimin tiene que descansar, además llegaras tarde al colegio –el padre de su amigo le causaba terror ya que parecía mafioso y Jimin cambiaba de tema al preguntar de que trabaja su papá, aunque el señor Park era muy amable a su manera –vamos, te llevo y tú –el adulto miro a su a hijo de forma dulce mientras acariciaba sus hebras y mejillas, ella agradecía que Jimin estuviese arropado hasta el cuello así el señor Park no notaria la cantidad de marcas moradas que tenía su hijo –si te sientes tan mal puedo posponer el viaje o decirle a alguno de tus hermanos que –el grito de Jimin callo al adulto, quien enarco una ceja, pero Jimin comenzó a negar con la cabeza varias veces.

-No es necesario papá, ya Yoora llamo al médico privado de su familia –lo dijo rápido, mordiendo la parte interna de su mejilla para evitar reír por la cara de sorpresa de su amiga. Su padre solo asintió y miró a la chica con empatía –Yoori me traes los apuntes de hoy por favor –tocio e hizo un puchero, ella asintió y vio cómo su amigo se despedía con una linda sonrisa –papi acuérdate de traerme un recuerdo de tu viaje.

El señor Park vive engañado su hijo no es el niño bueno que todos ven, en realidad es malvado, manipulador y no es sincero por eso ahora soy la única amiga que le queda.

Actualmente

La respiración de ambos era el sonido que inundaba la cabeza del profesor. Yoongi se encontraba admirando el cuerpo del menor dormido sobre él. Pasaba sus dedos de arriba, abajo por la columna de Jimin. Esta acción fue muy bien recibida por el menor que fruncía su nariz cada que sentía que esas manos paraban sus caricias.

-¿Quién eres en realidad Park Jimin? ¿Qué quieres de mí? –el mayor dijo pensando que este no lo escucharía, pero la voz del menor se oyó como un susurro.

-Yoonie desde que te conocí no has dejado de preguntar eso. No puedes quedarte con el misterio –sus miradas conectaron, Yoongi noto que le gustaban esos ojos avellana que cargaban con el universo, bueno con su universo –que quieres que te diga –su voz sonó afligida causando eco en el cuarto. Jimin se acomodó quedando a horcajadas sobre Yoongi, coloco sus manos sobre el pecho del mayor sobando este –soy Park Jimin, el presidente de la clase, del que hablan mis familiares en las cenas de navidad, el novio que cualquiera quisiera tener y el amigo que... sabes no necesito amigos –cada palabra sonó tan vacía.

-Sabes conmigo ya no necesitas esconderte –tomo las manos del menor y entrelazaron los dedos. El mayor se irguió quedando su rostro a centímetros del de ojos almendrados –no finjas que eres feliz. Quiero conocer al verdadero demonio angelical, el que me seduce con su rechazo y antipatía –Jimin rió, acorto la distancia uniendo sus labios en un beso lento y cálido.

-Eres un idiota muy lindo –la dulce voz del menor iba a ser la perdición de Yoongi. Jimin soltó sus manos y forzó una sonrisa –no quiero dañarte y últimamente todo lo que está conmigo se quiebra –Jimin pretendía pararse, pero los brazos de Yoongi se enrollaron con fuerza en su cintura.

-El amigo de mi hermano solía quebrar todo y mi hermano lo hizo su esposo –gruño mientras lo abrazaba más fuerte –no quiero que me alejes –Jimin acaricio las hebras de cabello del mayor mientras reía –ya sé que eres como un huracán, pero quiero intentarlo.

-Primero creía que solo serias una noche, te conviertes en mi nuevo profesor, actualmente estas en mi casa como mi doctor –Yoongi iba hablar, pero Jimin coloco sus manos sobre la boca del mayor, Jimin volvió a reír al ver el disgusto que tenía Yoongi por esa acción –y ahora no dejo de pensar en ti.

-Qué bueno es saber qué te pasa igual que a mí –dijo Yoongi después de haber tenido que lamer las manos del menor para que las quitara de su boca, aunque le toco morder ya que Jimin pretendía hacérsela difícil –quiero saber qué relación tienes con el negro ese de dos metros y también como es eso que formabas parte del grupito de los descarrilados del salón.

-Con negro de dos metros te refieres a mi novio –dijo Jimin con una gran sonrisa mientras movía su pelvis de atrás, adelante, Yoongi tenía el entrecejo fruncido, se sentía choqueado, la mano de Jimin apretando su barbilla para que no separaran sus miradas –está bien, sigue tratándome igual de lindo que la primera vez que lo conocí, pero vive engañado con decirte que en mi piel solo está marcado tu tacto. Me va odiar cuando se entere o quizás no.

-A qué te refieres –Yoongi palmeo las mejillas traseras del menor, pero no quitaba su cara de enojo –nadie podrá igualar la manera que te lo hago, mocoso –Jimin rio con fuerza, movió su redondo trasero con la sinfonía que tarareaba y dejo un casto beso en los labios finos del mayor.

-No te puedo comparar con Tony, pero de seguro, él la tiene más grande –se carcajeo al sentir la nalgada de Yoongi, pero este lo miro confundido – ¿qué? Pensé que te había dicho que fuiste el primero –el mayor abría y cerraba la boca de forma graciosa para Jimin.

-Por qué no me dijiste, habría sido menos brusco –dijo con vergüenza y haciendo un puchero involuntario –me siento un idiota.

-Eres un idiota, pero me gusto como me lo hiciste –levanto la barbilla del mayor y unió sus labios –además no quería verme como un niño inmaduro delante de ti –el rojo de una cereza era el color que se veían las mejillas del menor. Palmeo las mejillas del mayor al ver como este lo miraba embobado –cambiando de tema, los chicos de mi salón solo me aleje un poco de ellos.

-¿Y por qué? Ellos son agradables y al parecer eran muy unidos –agarro con fuerza las esferas del menor para que parara su movimiento.

-¿No te han dicho que preguntas mucho? –el menor inflo su belfo en desacuerdo en lo que hacía Yoongi, pero volvió a dejar un beso en los labios del mayor.

-No, la verdad suelen decir que soy muy callado –comenzó a dar suaves palmadas en el trasero del menor –Jimin no me alejes.

-No lo haré –la mirada del de ojos avellana transmitían una extraña nostalgia –me aleje de ellos porque les falle y ellos me perdonaron, pero yo no lo hice, no los merecía.

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Profesor Min  ●○YOONMIN●○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora