DOUZE

519 62 5
                                    

Lunes 11:44 A.M.

Yoongi llevaba media hora dando vuelta a la misma calle ya que el waze le marcaba un punto específico que era al parecer un enorme muro con una puerta para autos metálica sin ningún timbre a la vista, había intentado llamar a Jimin, pero el muchacho no le contestaba ya podría imaginar lo que estaba haciendo el de ojos avellana con esos dedos o probablemente ya estaba usando ese dildo azul, su conciencia no lo ayudaba con los gráficos pensamientos morbosos ya que llevaba la carpa bien elevada desde que salió del colegio.

Un golpe al vidrio lo saco de su batalla mental y moral por no masturbarse ahí mismo, un hombre con un aspecto muy elegante había tocado el vidrio, Yoongi bajo este y miro como el señor hacia una leve inclinación.

–Disculpe, ¿sucede algo? Acaso estoy en alguna zona privada –miro al señor expectante y tapo su erección con su portafolio.

–En primer lugar –el señor acomodaba su traje mientras le hacia una seña hacia un letrero que exactamente indicaba lo que había dicho –sí, pero no se preocupe el señorito Park nos avisó de su llegada, doctor Min? Cierto –Yoongi enarca su ceja y luego frunció el ceño su reacción causo un pequeño susto en el señor al pensar haberse confundido de persona –disculpe la confusión, su auto es igual al que nos había descrito y al verlo rondar tantas veces la calle...

–No, no se preocupe no se ha confundido sino que... -interrumpió el discurso del señor, ya había comprendido la pequeña mentira del pequeño demonio –es que pensé que me habían mandado mal la dirección –bajo del vehículo y copio la anterior reverencia –y ¿cómo se encuentra el muchacho?

–La verdad desde la mañana no sabemos, nos ha prohibido a todos la entrada a la planta de arriba –comento el señor mientras caminaba a un pequeño carrito de golf –por cierto, llámeme Sebastián, soy el mayordomo de la mansión Park –Yoongi ya suponía que el de ojos avellana tenía dinero, pero aun así era difícil no impresionarse.

–Disculpe y mi auto, no puedo dejarlo aquí –tantas preguntas como por que la entrada tenía ese enorme muro o por qué al entrar había un bosque que de igual manera ocultaba todo el interior del lugar, aunque suene una banalidad suya al darle importancia a algo tan material como lo era su auto.

–no se preocupe los de seguridad cuidan la entrada las veinticuatro horas del día.

El pálido no comento nada ya que todo se le fue de la cabeza al ver la enorme mansión, él estaba seguro que ese tipo de edificaciones estaban en novelas ficticias o eran de otro país, entraron al lugar, él aún se encontraba anonadado, pero pudo apreciar la calidez dentro del lugar algo que su casa nunca tuvo en su juventud, eso de que la gente rica no puede sentir o apreciar la estimación verdadera de alguien allegado era una cruel mentira para que las personas pobres no se sintiesen tan mal por su situación económica, había un cuadro que no pudo apreciar muy bien ya que se encontraba en lo que seguro era la sala, pero llego a la deducción que era de la familia de Jimin, todo lo contrario a lo que fue su hogar con sus padres carente de amor.

–Bueno hasta aquí lo puedo acompañar –habían llegado hasta unas escaleras –la habitación del señorito Park es la puerta al final del pasillo a mano derecha, es la que tiene el letrero de "el que vivía aquí se murió" –el profesor no pudo evitar reír al pensar en su estudiante elocuente o su amante sinvergüenza con una actitud infantil de acuerdo a su edad y que hacia juego con sus calzones grabados o de muñequitos.

–Gracias –cada escalón que subía lo hacía pensar en todas las reglas que estaba quebrantando y las que iba a seguir rompiendo, siguió todas las indicaciones hasta llegar a la puerta mencionada, aunque tuvo una pequeña confusión al ver dos puertas con letreros igual de infantiles como "la princesa de la casa no acepta visitas" y "no entrar, aténgase o le partiré el culo" así que supuso que Jimin tenía hermanos, ese chico era una caja de secretos.

Profesor Min  ●○YOONMIN●○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora